El Parque Intercomunal Padre Hurtado en riesgo de perder áreas verdes
24.08.2018
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24.08.2018
Dos alcaldes de la Municipalidad de Las Condes han mostrado un especial interés por las importantes áreas que comprende el Parque Intercomunal Padre Hurtado. Y no precisamente para mantener y proteger este “pulmón verde y familiar”, como indica el letrero a la entrada del recinto, sino para generar buenas ganancias a costa de sus terrenos.
El alcalde Joaquín Lavín pretende instalar allí una laguna artificial de 15 mil metros2 para el desarrollo de deportes náuticos y dos playas, con arena, que ocuparían 3.500 metros2 adicionales. Un proyecto que materializaría la empresa Crystal Lagoons, la que ya ha sido cuestionada por eventuales efectos ambientales adversos en los condominios San Alfonso del Mar y Laguna Vista, ambos en Algarrobo (vea esa investigación de CIPER).
El antecesor del alcalde Lavín, Francisco Javier de la Maza Chadwick, ya había planteado en 2016 una iniciativa que también daba un uso alternativo a las áreas verdes del parque. De la Maza avanzó en un proyecto para construir un centro de eventos subterráneo en los terrenos. La comunidad se opuso, denunciando que esa iniciativa provocaría, durante su construcción y en sus proyectados 35 años de concesión privada, daños irreparables en el ecosistema.
La Coordinadora Vecinal de La Reina se mantuvo en las puertas del parque hasta que reunió 3.650 firmas (validadas con Rut), con el apoyo de la plataforma El Quinto Poder, en rechazo al centro de eventos. Las firmas fueron entregadas en septiembre del 2016 al Ministerio de Medio Ambiente, para dejar establecido que los vecinos consideraron inaceptable que se pretendiera afectar áreas verdes de uso público para instalar un proyecto privado con fines de lucro.
¿Por qué los alcaldes de Las Condes impulsan proyectos en un parque que está situado territorialmente en la comuna de La Reina y que, además, es visitado por vecinos de toda la Región Metropolitana? Para resolver esta interrogante es necesario remontarse a los orígenes del parque.
La administración del parque la tiene una entidad denominada Junta de Alcaldes de Providencia, Las Condes y La Reina (persona jurídica de derecho público) y su gerente general es Pedro Páez Ceroni. La personalidad jurídica de esa junta fue concedida para que este organismo pudiera conseguir créditos con aval del Estado, fundamentalmente para la compra de los expropiados terrenos del Fundo Santa Rosa de lo Coo que fueron convertidos en el parque.
En 2016, cuando se produjo la controversia por el centro de eventos subterráneo, la web del parque exhibía una reseña histórica del recinto en la que se explicaba que la compra del predio por parte de la junta se hizo bajo una condición especial: “que los terrenos fueran destinados a la creación de áreas verdes, es decir, parques, jardines y servicios intercomunales”. Hoy, cuando el alcalde de Las Condes quiere instalar infraestructura para deportes náuticos y playas, ese párrafo fue borrado, como puede apreciarse en las siguientes imágenes que permiten comparar lo que decía la web en 2016 y lo que informa ahora:
La desaparición de este párrafo es extraña, ¿no? Pero olvidar esta condición resulta muy conveniente para promover proyectos que den usos alternativos a estos terrenos.
Lo innegable es que la administración de la junta ha demostrado ineficiencia en el cuidado de las áreas verdes del parque. La cuenta de Twitter @VLPlaya, que promociona el proyecto del alcalde Lavin, así lo reconoce:
La Municipalidad de Las Condes ha declarado constantemente que no tiene los recursos para financiar la mantención del recinto. A lo largo de los años el parque muestra un visible deterioro, pues salta a la vista el mal mantenimiento de su arbolado y de su laguna, así como la pérdida de importantes áreas verdes en el triángulo que quedó separado del recinto después de que se prolongó la avenida Vicente Pérez Rosales hasta Bilbao.
Una muestra del descuido en que se encuentra el predio son los mensajes vía twitter que informaron que los patos de la laguna no son cuidados ni alimentados.
Considerando los proyectos de inversión con beneficio privado que se han planeado para el parque, se podría llegar a pensar que la mala administración ha servido para justificar la instalación de concesiones y modelos de negocios que nada tienen que ver con la protección del medio ambiente y con el carácter público que debieran tener los parques.
Una mirada experta sobre la necesidad de contar con parques públicos que no financien su mantención privatizando o concesionando sus terrenos, e instalando allí negocios que restringen el acceso al recinto, la obtenemos del arquitecto urbanista y director del Laboratorio Ciudad y Territorio (LCT) de la Universidad Diego Portales, Genaro Cuadros (escuche su opinión en el siguiente audio de Tele13 Radio). A continuación algunos comentarios destacados de la intervención de Cuadros que cuestionan la utilidad de proyectos como el del alcalde Joaquín Lavín:
Crystal Lagoons es una historia de sueños atrevidos, dijo Fernando Fischmann, su fundador y presidente, en la ceremonia en la que la Universidad del Desarrollo lo destacó como el primer reconocido de su “Paseo de los emprendedores”. A la ceremonia, en mayo de 2014, asistió el rector de esa universidad, Federico Valdés, y el entonces decano de la Facultad de Economía y Negocios, Joaquín Lavín.
Lavín asumió la alcaldía de Las Condes dos años después, en 2016. Aún no completaba tres meses en ese cargo cuando, el 1 de marzo de 2017 a las 9:00, dos representantes de Crystal Lagoons Chile SPA fueron recibidos en audiencia por Juan Ignacio Jaramillo Michaelis, director de Operaciones de la Municipalidad de las Condes, para hacer la “presentación de la tecnología Crystal Lagoons para proyectos municipales”. La siguiente imagen es el registro de esa reunión en la plataforma de lobby de Las Condes:
Allanado el camino, en la sesión extraordinaria del Concejo Municipal de Las Condes del 25 de abril de 2017 el alcalde Lavín planteó: “Sueño con que en el Parque Padre Hurtado tengamos una gran laguna de una hectárea, que permita bañarse en el verano y hacer deportes náuticos en el invierno, y que además mejore la plusvalía del sector”. Suena parecido a los “sueños atrevidos” que en 2014 mencionó el empresario Fernando Fischmann. Pero estos sueños parecen más bien una serie de etapas muy bien elaboradas que ya en marzo del 2017 habían hecho que la tecnología de Crystal Lagoons, ahora para proyectos municipales, ingresara a la Dirección de Operaciones de Las Condes.
Para consolidar su sueño, el alcalde Lavín, en la sesión ordinaria Nº 932 del Concejo Municipal, del 6 de julio de 2017, trató de convencer a los concejales de su idea de instalar una inmensa laguna artificial, insistiendo en que es un “gran proyecto”. Pueden ver y escuchar en este video que en esa sesión Lavín se refirió a la esquina de Padre Hurtado con Bilbao, diciendo que allí «no pasa nada, no hay nada”, que sólo están algunas instalaciones del parque y una laguna. Así, es evidente que para el alcalde las áreas verdes y el arbolado son equivalentes a nada o, al menos, a nada valioso.
En el mismo video, el alcalde señala que desea “poner en valor esa esquina”, con una playa en la que “pueden estar 3 mil personas simultáneamente” y en la que pueden haber “concesiones a los lados”. Su interés, entonces, es impulsar un modelo de negocios con ganancias que resulten atractivas. Pero, ¿a quién beneficia instalar una gigantesca laguna artificial para deportes náuticos en el parque? Ciertamente, no al pulmón de Santiago, al espacio de uso público con inmenso valor ambiental, sino más bien a concesionarios y usuarios selectos que podrían pagar por su ingreso a un bien que hoy está al alcance de todos.
Un primer paso fue aprobar en bloque, en un paquete junto a otras iniciativas y acciones regulares de la Municipalidad de Las Condes, los fondos con los que se iniciarían las gestiones para llevar a cabo el proyecto “Laguna artificial en el parque”.
La iniciativa se sometió a aprobación dentro de una extensa modificación presupuestaria que se presentó al Concejo Municipal como “Orden del día”, dentro de los temas de Secplac, titulada “Aprobación modificación presupuestaria Nº4/2017” (vea aquí el acta de esa sesión, página 18). Entre las páginas 20 y 31 de esa misma acta se reproduce un debate que expresó las discrepancias de algunos concejales con el deseo del alcalde Lavín de aprobar o rechazar en bloque la modificación, precisamente porque incluía el sensible tema de la laguna artificial. A continuación, algunas de esas intervenciones:
Finalmente, y a pesar de que no todos los concejales estaban de acuerdo con la laguna, se aprobó en bloque la modificación presupuestaria, ya que también incluía importantes temas de transporte, seguridad ciudadana y salud, entre otras materias, y resultaba difícil rechazarla en su totalidad.
Quedaron así asignados los recursos de Las Condes para el proyecto laguna: $1.200 millones.
Mostrando una total desconsideración por la opinión de los vecinos de La Reina, comuna en la que está ubicado el parque, el alcalde Joaquín Lavín (con el beneplácito del alcalde de La Reina, José Manuel Palacios), lanzó una consulta por internet entre el 16 y el 23 de abril pasados (siete días). Esa iniciativa prácticamente no se divulgó en la comuna de La Reina.
Cinco días después de cerrada esa “consulta”, el sábado 28 de abril se publicó una nota en El Mercurio donde el alcalde Lavín informó que Crystal Lagoons será la encargada de construir un espacio acuático de 15 mil metros2, más 3.500 metros2 de playas. En el artículo, el alcalde de Las Condes declaró que la “consulta” la respondieron 3.031 personas y que se recibieron más de 15 mil propuestas. ¿Es posible tal nivel de participación en siete días con apenas un par de mensajes en twitter como difusión en las redes? Es, además, muy improbable que las personas que contestaron la consulta hayan sugerido que Crystal Lagoons construyera una laguna en el Parque.
Hacer consultas por redes sociales, sin claridad, sin divulgación apropiada ni plazos amplios que faciliten la participación, con opciones de respuesta restringidas (aprueba: sí o no), es como decir: “No nos interesa lo que usted opine, queremos solamente que nos apruebe nuestros excelentes planes”. De hecho, los vecinos de La Reina prácticamente no participaron, pues en esa comuna la información sobre la supuesta “consulta” fue mínima y las posibilidades de opinar prácticamente nulas.
Frente a las innumerables críticas que tal proceso “participativo” generó en La Reina, a las que se agregaron cartas y reclamos de algunos concejales, la municipalidad de esta comuna informó el 2 de mayo que se estaba planificando una consulta vinculante, la que aún no se materializa.
En la web de la Municipalidad de la Reina se informó que se está impulsando un “Plan Maestro de Revitalización del Parque Padre Hurtado”, en conjunto con la Municipalidad de Las Condes. En esa nota se aseveró que “en las próximas semanas difundiremos detalles del proyecto, que incluirá planos e ilustraciones”. Sin embargo, el supuesto Plan Maestro, sus planos e ilustraciones, los cuales han sido solicitados insistentemente por organizaciones ciudadanas y concejales, no se hacen visibles hasta la fecha. Mientras tanto, se sigue divulgando el proyecto de la playa en el parque como si fuera algo decidido: así ocurrió con una nota emitida por Chilevisión a comienzos de mayo pasado (vea aquí esa nota).
Este atropello a la razón y el afán de imponer “sueños” cual señores feudales, van generando un abismo entre los ciudadanos que queremos proteger un parque, y ojalá hacerlo realmente público, y las autoridades que desean generar negocios en terrenos que ven como su propiedad y no como lo que realmente son: propiedad pública e intercomunal y, por lo tanto, ciudadana.
Tales proyectos, planes y sueños nacen de las entrañas de un pensamiento particularista, economicista, neoliberal, que lleva a suponer que cualquier elemento, aunque sea de bien público, debe generar beneficios económicos y transformarse en un negocio lucrativo, ojala privado. Para imponer estos proyectos se debe buscar la forma de esquivar la opinión ciudadana y las opiniones técnicas especializadas. Este proyecto es un claro ejemplo del “modus operandi” impositivo.
Cuando hablamos de medio ambiente, de áreas verdes, así como de educación o salud, estamos hablando del bienestar de todos los habitantes, del “bien común”. Todas las personas necesitamos lugares de esparcimiento y de recreación, educación y salud. La ciudad, como espacio que habitamos todos, también necesita desesperadamente más áreas verdes.
Los ciudadanos debemos dar una clara señal de que nos importa la preservación de las áreas verdes existentes, que estamos preocupados por el medio ambiente y que deseamos mantener la condición pública de los parques.
Hemos averiguado que Parquemet (que este año celebra su centenario) administra una red de 21 parques distribuidos en 15 comunas de la Región Metropolitana y cuenta con una importante dotación de profesionales multidisciplinarios. Parquemet es un programa de parques urbanos reconocido internacionalmente por su eficiencia, una red desarrollada por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo con más de 20 años de experiencia que se dedica a la mantención, conservación y seguridad de espacios públicos de la Región Metropolitana. Su finalidad es beneficiar directamente y de manera gratuita a la comunidad que rodea estas áreas verdes, y a todo potencial usuario, proyectando su permanencia en el tiempo.
La Coordinadora Vecinal La Reina plantea que necesitamos una mejor administración para el Parque Intercomunal Padre Hurtado y recursos a nivel metropolitano para preservar este importante pulmón de Santiago. Por ello, pide que el parque sea administrado por Parquemet, ingresando a la red bajo su protección, de tal forma que sea gestionado como un parque público por una entidad del Estado que tiene la capacidad de hacerlo adecuadamente, ya que el recinto beneficia a la Región Metropolitana en su conjunto. Esta iniciativa ha sido difundida en la web de la coordinadora, donde más de 16.000 personas ya han firmado en apoyo (revise aquí el sitio donde se puede firmar).
Bajo su eslogan “Creando ciudadanía crítica”, la coordinadora está trabajando en conjunto con varias organizaciones sociales, entre las que se cuentan las juntas de vecinos aledañas al parque (JV 2 y JV 12F), otras juntas vecinales (JV 6, 8 y 10), el Comité de Desarrollo Urbano de la Unidad Vecinal 1 y el Comité Ambiental Comunal de La Reina. Todos estos organismos han levantado una iniciativa que promueve una “participación ciudadana real” para definir qué tipo de parque quieren los vecinos y de qué manera podemos conseguir que se implemente. Se trata de un concurso donde todos los vecinos pueden participar, enviando anécdotas y recuerdos sobre el parque, visiones y propuestas para su desarrollo, poesías y cuentos sobre el parque en 100 palabras e historia del parque en fotos y/o dibujos.
El concurso de ideas “El parque que queremos” estará abierto hasta el próximo 30 de septiembre (vea aquí más información sobre esta iniciativa).
Los premios del concurso –árboles nativos y libros- se entregarán en un Cabildo Abierto y los resultados del proceso serán insumos para un taller de urbanismo de los últimos años de la carrera de Arquitectura de una prestigiosa universidad, a la que solicitaremos el desarrollo de un Plan Maestro para el parque que queremos.