EN 2004 SEBASTIÁN PIÑERA ENTRÓ AL NEGOCIO ENERGÉTICO ARGENTINO Y LO REPRESENTÓ SU HERMANO
Termoeléctrica Costanera: la breve y rentable escala de los hermanos Piñera en Argentina
25.04.2018
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EN 2004 SEBASTIÁN PIÑERA ENTRÓ AL NEGOCIO ENERGÉTICO ARGENTINO Y LO REPRESENTÓ SU HERMANO
25.04.2018
Mucho antes de que pensara en entregarle la embajada en Buenos Aires, Sebastián Piñera ya había sido representado por su hermano Pablo en Argentina. En 2004 el ahora mandatario adquirió acciones de la principal termoeléctrica de ese país, accediendo a un sillón en su directorio, el que fue ocupado por Pablo Piñera. CIPER entrega detalles y documentos oficiales de esa operación que le generó a Sebastián Piñera US$1,2 millón en tres años. Sus intereses en ese negocio también fueron resguardados por su amigo José Cox y su ex administrador electoral, Santiago Valdés, hoy formalizado en el Caso SQM.
“Yo quiero decirles a mis compatriotas que aquí no ha habido ningún acto de nepotismo. Yo no he nombrado a Pablo Piñera embajador por ser mi hermano. Lo he nombrado porque estoy convencido que reúne todos los requisitos para el cargo”.
Con esa frase el Presidente Sebastián Piñera salió al paso de las múltiples críticas –incluyendo las del ex presidenciable José Antonio Kast– que levantó el reciente anuncio del nombramiento de su hermano mayor como embajador de Chile en Argentina. El martes 24 de abril y acusando el golpe, el gobierno puso en el congelador la designación de Pablo Piñera, a la espera de que la Contraloría se pronuncie sobre la legalidad de ese eventual nombramiento, tras una solicitud hecha al órgano fiscalizador por los diputados Leonardo Soto (PS) y Daniel Núñez (PC).
“Lo hice pensando en una sola cosa: en tener al mejor embajador posible para fortalecer las relaciones (…). Era importante que tuviera una sólida formación académica y profesional y conocimiento de Argentina”, agregó el mandatario como parte de la batería antimisiles que desplegó para justificar su cuestionada decisión.
Si no fuera su hermano, Pablo Piñera –ex subsecretario de Hacienda, ex consejero del Banco Central y ex gerente general de Banco Estado, entre otros cargos que ha desempeñado– cumpliría con creces con los requisitos definidos por el Presidente Sebastián Piñera. A sus pergaminos académicos y profesionales se suma su conocimiento de primera fuente de la industria energética de Argentina, el tercer mayor consumidor de electricidad de América Latina, después de Brasil y México.
De concretarse el nombramiento, no será la primera vez que Pablo Piñera ocupe un cargo de alta responsabilidad en ese país. Ya lo hizo entre 2004 y 2005, aunque no en el ámbito público. Lo hizo representando a su hermano Sebastián en un negocio energético que, en menos de tres años, le reportó una utilidad de US$1,2 millón al ahora mandatario.
El 11 de marzo de 2004, Sebastián Piñera renunció a la presidencia de RN en medio de una fuerte disputa entre los partidos de la entonces Alianza por Chile. Las turbulencias políticas de esos días no afectaron su buen olfato para los negocios. Apenas 12 después, el 23 de marzo, ingresó a la propiedad de la termoeléctrica más grande de Argentina: Central Costanera, controlada entonces por Endesa Chile, propietaria de poco más del 64% de sus acciones.
Sebastián Piñera concretó la compra de acciones a través de su sociedad constituida en el paraíso fiscal de Islas Vírgenes Británicas: Bancard International Investment Inc., creada en septiembre de 1997.
Con la compra del paquete accionario, Piñera obtuvo un asiento en el directorio de la compañía productora de energía a carbón a gran escala. En representación de Bancard International Investment ocupó esa silla su hermano Pablo, en calidad de director titular, quedando Sebastián como director suplente. Así lo informó inicialmente CIPER en noviembre de 2016 (vea ese reportaje). En esta nueva entrega se revela el paso a paso de esa operación y los documentos oficiales que dan cuenta del rol de los hermanos Piñera en ese negocio.
La operación se realizó luego de que Endesa Chile, accionista mayoritario de Central Costanera, renunciara a su opción preferente (“first refusal”) de adquirir el paquete accionario en la termoeléctrica ofertado por las sociedades Latin America Holding I, Latin America Holding II y Southern Cone Power, esta última registrada en el paraíso fiscal de Bermudas.
Piñera, quien compró cerca de 10 millones de acciones (clases “A” y “B”) en la termoeléctrica, no desembarcó solo. En la compra del paquete de acciones con las que Bancard pasó a controlar la sociedad Southern Cone Power Argentina –accionista de Central Costanera– también participaron las sociedades Moneda International Inc., ligada a la administradora de fondos de inversión Moneda, e Inversiones Mar Adentro Limitada, del empresario Alberto Hurtado Fuenzalida (uno de los principales accionistas de Embotelladora Andina).
El comienzo de la recuperación económica de Argentina después de la grave crisis del “corralito” en 2001, fue el escenario que escogieron Sebastián Piñera y sus socios para invertir en 2004 en Central Costanera, la mayor productora de energía de ese país. A pesar del difícil escenario que enfrentaba Argentina, la termoeléctrica aprovechó las restricciones en el suministro de gas natural que afectaban al país y comenzó a verse beneficiada por una creciente demanda de energía eléctrica que impulsó sus ventas en un 80%, hasta US$ 104 millones al cierre del primer semestre de ese año.
Central Costanera producía entonces cerca del 5% de la energía eléctrica de toda Argentina y el 11% de la de origen térmico, de acuerdo a registros revisados por CIPER en la Comisión Nacional de Valores de Argentina (CNV). “Los resultados citados precedentemente reflejan las condiciones imperantes en el sector eléctrico, con altos niveles de demanda, mejores condiciones hidrológicas que las medias, restricciones en el suministro de gas natural y alta generación con combustibles líquidos”, se lee en esos documentos.
El 24 de marzo de 2004, el fondo de inversiones Southern Cone Argentina informó a los entes reguladores del mercado trasandino que había vendido a un grupo de empresarios chilenos un paquete accionario equivalente al 6,73% de Central Costanera, en poco más de US$ 7,8 millones: el 70% (US$5,51 millones) lo adquirió Bancard International Investment de Sebastián Piñera; el 20% (US$ 1,58 millón) lo suscribió la sociedad Inversiones Mar Adentro, family office del grupo Hurtado y el 10% restante (US$ 780 mil) se lo adjudicó el fondo chileno Moneda International a través de una sociedad también domiciliada en Islas Vírgenes (Moneda International Inc.). Con ello, los inversionistas chilenos se asociaron a la española Endesa, que ya controlaba Central Costanera en un 64,26% (ver documento).
El 6,73% que quedó en manos de los chilenos –quienes actuaban en conjunto a través de un pacto de accionistas– les dio derecho a nombrar a un director, cargo que fue ocupado por Pablo Piñera Echeñique.
El fin de la convertibilidad (un peso argentino valía un dólar), la “inseguridad jurídica”, la pesificación de las tarifas y su virtual congelamiento, significaron un duro golpe para el sector eléctrico de ese país. Central Costanera, de hecho, ocupó casi todo 2004 en ordenarse financieramente, pagando deudas por US$ 60,9 millones y reestructurando un crédito con un consorcio de bancos internacionales por otros US$ 47,7 millones.
Los primeros antecedentes de las nuevas labores como director de Pablo Piñera en Argentina datan de julio de 2004. Según registros de la Comisión Nacional de Valores de ese país (CNV), el 8 de ese mes el hermano mayor del hoy Presidente asistió a una reunión de directorio de Central Costanera celebrada a las 10 de la mañana en sus oficinas de Avenida España 3301, Buenos Aires. En esa instancia se discutieron y aprobaron los estados contables trimestrales de la compañía termoeléctrica al 30 de junio de 2004 (ver documento).
El 20 de enero de 2005, según documentos de la CNV, Pablo Piñera volvió a concurrir en calidad de director titular de Central Costanera a la sede de la compañía en Capital Federal. En esa reunión, que comenzó a las 12:30 y se extendió por una hora y media, se aprobaron la memoria y la contabilidad del ejercicio 2004. Al final del encuentro, y con el acuerdo del directorio, “se dejó librado al criterio de la asamblea el destino de los resultados del ejercicio” del año anterior (vea ese documento).
El 1 de marzo de 2005, Central Costanera envió a la Comisión Nacional de Valores la nómina de directores y gerentes de la compañía y de sus sociedades matrices. En ese documento Pablo Piñera figura aún como director titular (en virtud del paquete de acciones clase “B”) y Sebastián Piñera como director suplente de esa compañía (vea esa comunicación). Y entre los directores de la controladora final de Central Costanera, Endesa Chile, aparecen Jaime Bauzá Bauzá, Antonio Tuset Jorrat y Leonidas Vial Echeverría (socio de Larraín Vial, máximo accionista de Colo Colo y controlador de La Polar).
En una nueva reunión con fecha 4 de abril de 2005, la asamblea de accionistas de Central Costanera renovó el directorio de la compañía, confirmándose a Pablo Piñera y a su hermano Sebastián como directores, titular y suplente respectivamente. Además, se fijó en US$12 mil anuales los honorarios de los miembros de la mesa directiva.
Un mes y medio después de la celebración de esa asamblea, el 23 de mayo de 2005, los hermanos Piñera renunciaron al directorio de Central Costanera. “Informamos que los señores directores titulares y suplentes Pablo Piñera Echenique y Sebastián Piñera Echenique, han presentado sus renuncias al cargo de directores de la sociedad por la clase B de acciones por motivos personales”, se lee en la comunicación enviada por la compañía a la CNV argentina (ver documento).
Solo días antes, el 14 de mayo, Sebastián Piñera había sido proclamado por Renovación Nacional candidato presidencial para las elecciones de ese año en las que fue derrotado por la candidata de la entonces Concertación, Michelle Bachelet.
La salida de los hermanos Piñera de la mesa directiva de Central Costanera no significó su retirada del negocio energético. Según un acta de directorio de la termoeléctrica argentina con fecha 14 de julio de 2005, se propuso en su reemplazo como directores titular y suplente a Juan Luis Rivera Palma –hasta mayo de 2006 gerente general de Bancard y luego director de las sociedades cascada de SQM Oro Blanco y Pampa Calichera, y de Moneda Asset– y a José Cox Donoso –amigo de Sebastián Piñera y ex director de sus sociedades Bancorp y Bancard–, respectivamente (ver acta). La moción fue aprobada por unanimidad por la asamblea de accionistas. La inversión de Piñera a través de Bancard International Investment quedó en manos de sus hombres de confianza.
Otro de los nombres que también aparece ligado a la inversión de Sebastián Piñera en la termoeléctrica argentina, es el del administrador electoral de su campaña presidencial en 2009 y ex gerente de Finanzas en Bancard, Santiago Valdés Gutiérrez. El ejecutivo, hijo de uno de los más cercanos amigos de Piñera, está formalizado por la emisión de facturas presuntamente falsas a SQM, entre otras imputaciones relacionadas con financiamiento político ilegal. El 11 de junio de 2006, Valdés figura como presidente del directorio de Southern Cone Power S.A., propietaria del 5,5% del capital accionario de Central Costanera (vea aquí).
El 27 de febrero de 2007 Santiago Valdés formalizó su renuncia al directorio de Southern Cone Power Argentina. Al día siguiente, Endesa Chile compró el 100% de esa sociedad, con lo que se selló la salida de Sebastián Piñera y sus socios del negocio en Argentina. De acuerdo a un reporte enviado por Endesa Chile a la Securities and Exchange Commission (SEC) de Estados Unidos, pagó US$9,5 millones para adquirir Southern Cone Power Argentina, lo que le permitió aumentar a 69,8% su participación en la propiedad de la termoeléctrica Costanera (ver documento).
La breve escala en Argentina entre 2004 y 2007 del grupo de inversionistas chilenos liderados por Sebastián Piñera, les reportó US$1,7 millón en ganancias. Como el ahora Presidente era dueño del 70% de las acciones, la utilidad que obtuvo fue de US$1,2 millón.