NUEVO ANTECEDENTE COMPLICA SITUACION DE EMBLEMÁTICO RECAUDADOR OFICIALISTA
La red de sociedades que Jorge Rosenblut creó en las Islas Vírgenes Británicas
11.05.2016
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NUEVO ANTECEDENTE COMPLICA SITUACION DE EMBLEMÁTICO RECAUDADOR OFICIALISTA
11.05.2016
Instalado nuevamente en Miami desde mediados de 2015, Jorge Rosenblut era hasta ahora un mero espectador del escándalo que provocó la revelación mundial de los “Papeles de Panamá”, con los detalles de 220 mil sociedades en paraísos fiscales. Allí se radicó luego de que en la investigación de la Fiscalía apareciera como el hombre que articuló el financiamiento del Grupo Angelini y SQM para la campaña de Michelle Bachelet. Jamás imaginó que los coletazos de otra investigación sobre paraísos fiscales lo pondrían nuevamente bajo cuestionamiento.
Una investigación que hiciera el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) en abril de 2013, cuya base de datos recién se hizo pública, reveló hoy que Jorge Rosenblut y dos connotados arquitectos chilenos, Raimundo Onetto e Ignacio Hernández, crearon diez sociedades offshore en el paraíso fiscal de Islas Vírgenes Británicas en 2002.
Que solo hoy se conozcan los nombres de los chilenos que aparecían en las más de 130 mil sociedades que reveló el ICIJ en el llamado “Offshore Leaks”, parece extraño. Lo que ocurre, es que en esa investigación no trabajaron medios chilenos y los registros recién fueron publicados el 9 de mayo. El ICIJ los incluyó en la base de datos con las 220 mil sociedades que forman parte de los “Papeles de Panamá” (vea aquí la base de datos completa).
Lejos están los días en que el entonces presidente de Enersis era el puente privilegiado entre el mundo privado y La Moneda. A comienzos de 2015, cuando irrumpieron las primeras boletas por trabajos nunca realizados y pagadas por SQM a dirigentes políticos, su situación empezó a debilitarse. Y se fue a pique cuando surgieron las pruebas de su rol de articulador del financiamiento ilegal. El 30 de junio debió abandonar la presidencia de Enersis. Diez días después declaraba en la Fiscalía. Ya no había vuelta atrás.
Su viaje a Estados Unidos fue su último intento por poner un muro de contención a los requerimientos de los fiscales. En los meses siguientes, el que no hubiera querella del SII ni para los responsables de las empresas de Angelini ni contra él, lo fueron tranquilizando. Ahora de nuevo se instala la incertidumbre.
Entre 2002 y 2004, instalado en Estados Unidos, Jorge Rosenblut había logrado dejar atrás algunas derrotas y el abrupto episodio que le puso fin a su breve paso por el gobierno, donde hasta 1996 figuró como uno de los líderes tecnócratas más exitosos de la Concertación. Luego de una dura polémica con el entonces ministro de Defensa, Edmundo Pérez Yoma, Rosenblut dejó la subsecretaría del Ministerio Secretaría General de la Presidencia y se dedicó a afinar su sintonía con el mundo privado a través de su nueva empresa: Desarrollo de Proyectos Empresariales (DPE), desde donde asesoró a múltiples compañías.
Su cambio de status en el nuevo mundo lo logró en el año 2000, cuando fue nombrado presidente de Chilectra y de la telefónica Smartcom, entonces en manos de Endesa España. A partir de ese momento sus viajes a Estados Unidos y particularmente a Miami se hicieron cada vez más frecuentes.
En paralelo, en Chile, los arquitectos Ignacio Hernández y Raimundo Onetto también vivían tiempos de cambio. En 1985 ambos profesionales habían decidido unir sus talentos en distintas sociedades, pero fue en 1992 que el negocio inmobiliario y arquitectónico les comenzó a entregar dinero y reconocimiento. Fue el año en que ambos fundaron Archiplan (originalmente se llamó Arquitectura e Inversiones Architects & Planning Consultants).
Sus proyectos en el área turística fueron famosos. Desde la construcción del complejo que transformó el balneario Las Tacas, en Coquimbo, y que incluyó una pista de aterrizaje, cancha de golf, departamentos y un apart hotel; hasta la edificación del exclusivo condominio Cantagua, en Zapallar.
La crisis asiática que azotó al país desde 1996 mermó sus ganancias. Muy pronto los arquitectos se trasladaron a España. Allá levantaron complejos turísticos de lujo en distintos pueblos del borde costero sur, como Cádiz, Marbella y Málaga, hasta que en 2001 se instalaron en Miami. En esa ciudad ya estaba radicado el ingeniero civil industrial de la Universidad de Chile, Jorge Rosenblut.
Versiones de prensa coinciden en que fue Rosenblut quien incentivó a los arquitectos Hernández y Onetto a instalar una sucursal de las oficinas de Archiplan en Miami. Como sea, lo cierto es que a partir de ese momento los tres emprenderían la aventura inmobiliaria en esa ciudad, junto a otros dos socios: Patricio Kreutzberger (hijo de Don Francisco) y el cubano Pedro Martín.
En entrevista con el Diario Financiero, Martín detalló en 2008 el primer proyecto que realizaron: “En 2002 empezamos Terra Group e hicimos dos torres llamadas Metropolis. Nos fue muy bien, el único problema es que hubo dos huracanes en medio de la construcción”. El siguiente proyecto fue el “900 Biscayne”, en pleno centro de Miami, que incluyó una torre de 63 pisos y 516 departamentos. A este le siguió “Quantum on the Bace”, de 55 pisos, también en Miami.
Según contó Pedro Martín en la misma entrevista con el Diario Financiero, “desarrollamos negocios inmobiliarios por más de US$1.200 millones”. Puede que haya sido la magnitud de esas ganancias las que motivaron a Jorge Rosenblut y a los arquitectos Hernández y Onetto a asociarse nuevamente para emprender otra aventura, esta vez en las sociedades alojadas en paraísos fiscales. Si había un lugar seguro para guardar secretos financieros, ese era el registro de las Islas Vírgenes Británicas, el destino escogido por el grupo para crear sus sociedades offshore.
Fue ICIJ, el mismo consorcio periodístico que encabezó la investigación internacional de los “Papeles de Panamá”, difundida simultáneamente el 3 de abril por más de un centenar de medios en todo el mundo –incluido CIPER-, el que reveló los llamados “Offshore Leaks” en abril de 2013. Era la primera vez que un grupo de medios, encabezados también por ICIJ (investigación en la que no participó CIPER), revelaban una filtración de los secretos que esconden 130 mil sociedades alojadas en paraísos fiscales.
Y en esos archivos que ya no fueron secretos estaban las diez sociedades offshore que crearon en 2002 Rosenblut y los arquitectos Hernández y Onetto, a través del agente Commonwealth Trust Limited (CTL), que opera exclusivamente en las Islas Vírgenes Británicas (ver recuadro).
Dos fueron las primeras sociedades que el grupo registró el 25 de junio de 2002: A.I. Dadeland Corp, cuyos directores fueron Jorge Rosenblut e Ignacio Hernández, y RM International Corp., en la que a los dos directores anteriores se sumó Raimundo Onetto. Una tercera sociedad fue creada el 12 de diciembre de 2002 por los mismos tres directores: A.I. Bayshore Corp.
La última operación se hizo el 16 de diciembre de 2002 y ella incluyó la creación de otras siete sociedades: Bahía Mejillones International Corp., Bahía Zapallar International Corp., Bahía Buena International Corp., Bahía Maullín International Corp., Bahía Mansa International Corp., Bahía Inglesa International Corp. y Bahía Grande International Corp. En seis de ellas aparecen como directores Jorge Rosenblut, Ignacio Hernández y Raimundo Onetto. Solo en una de ellas -Bahía Mejillones- Onetto no figura como director (vea la nómina de las sociedades offshore de Rosenblut, Hernández y Onetto).
A diferencia de la filtración del bufete panameño Mossack Fonseca, que dio paso a los “Papeles de Panamá”, la filtración de los “Offshore Leaks” no contiene el cúmulo de correos, certificados y documentos que den cuenta de la ruta que tomaron cada una de esas sociedades y tampoco de los montos de dinero que en ellas se manejaron. Pero algo hay. Y lo que se sabe de las diez sociedades offshore de Rosemblut, Hernández y Onetto, es que dos años después de su creación, experimentaron una reestructuración.
En efecto, en 2004 los registros indican que, en siete de las diez sociedades, los directores fueron cambiados y en el lugar de los chilenos apareció una sociedad con residencia también en las Islas Vírgenes Británicas: Corporate Services Group Inc. En otras dos –Bahía Zapallar y Bahía Mejillones– Jorge Rosenblut se mantuvo como director, en la primera solo y en la segunda acompañado de Ignacio Hernández y Raimundo Onetto.
Otro dato importante que arrojan los registros que ahora encontró CIPER, es que de las diez sociedades creadas en 2002 en las Islas Vírgenes Británicas, sólo ocho permanecían activas hasta 2010. A.I. Dadeland Corp. y RM International Corp fueron desactivadas antes.
Como los archivos filtrados que incluyen los “Offshore Leaks” datan de 2010, es imposible saber qué pasó con esas sociedades después de esa fecha. Sin embargo, bajo el rótulo de Corporate Service Group, el misterioso director que reemplazó a los chilenos en siete de las diez sociedades que estos crearon en las Islas Vírgenes Británicas, CIPER descubrió algunas pistas.
La primera, es que una de esas sociedades –RM International Corp.- aparece en 2009 como accionista de otra sociedad offshore y bajo el control de Highlands Interinvest Inc., la que está hoy activa y alojada en el paraíso fiscal de Panamá. Ese mismo año 2009, Highlands registra bajo su propiedad varias sociedades que hasta ese momento tenían como director a Corporate. La mayoría de ellas tiene nombres relacionados con Chile (como Monte Aconcagua, Lago Puyehue International, Cerro El Plomo Holdings Inc., entre otros).
La segunda pista es que Bahía Maullín, una de esas siete sociedades en donde los directores chilenos fueron reemplazados por Corporate Services Group, en 2009 aparece un nuevo directorio y conformado por chilenos: Alejandro Ergas, Sergio Motles y Óscar Acevedo. El registro de la sociedad Bahía Maullín revela quien fue uno de sus accionistas: Quantum Inv. Inc. El nombre ha sido utilizado dos veces antes por el grupo de Rosenblut, Hernández y Onetto. La primera fue cuando el 10 de marzo de 2000 los arquitectos crearon otra sociedad en Chile: la Inmobiliaria Quantum. En 2004, los arquitectos decidieron modificar su razón social y Quantum pasó a llamarse “Archiplan, Desarrollos Inmobiliarios”. En 2002, Quantum fue utilizado para bautizar uno de los proyectos inmobiliarios que el grupo levantó en Miami.
Las sociedades offshore de Jorge Rosenblut, Ignacio Hernández y Raimundo Onetto se desarrollaron al mismo ritmo que los éxitos en los negocios inmobiliarios del grupo, el que los llevó al Medio Oriente y el norte de África. En 2010, los arquitectos se asociaron con la oficina sudafricana Northpoint para desarrollar un proyecto en los Emiratos Árabes: un resort que incluyó un club de yates, restoranes, villas y el Hotel Emirates Palace, catalogado por el New York Times como el hotel más caro jamás construido.
Rosenblut también había subido a otra cima: fue presidente de Endesa entre 2009 y 2015, año en que fue designado presidente de Enersis y nuevamente se avecindó en Chile. Para Hernández y Onetto los vientos cambiaron en 2009 por los efectos de la crisis subprime que remeció la cartera de Archiplan. Los arquitectos volvieron a poner sus ojos en Chile, pero no para regresar, al menos así lo afirmó Raimundo Onetto a revista Capital.
En marzo de 2011, Ignacio Hernández le contó a revista Qué Pasa que para capear la crisis subprime pusieron en su radar a la industria minera que en esos años reportaba millonarias ganancias. Se contactaron con Antofagasta Minerals, del Grupo Luksic, y con la minera Doña Inés de Collahuasi, controlada por Anglo American Plc y Xstrata, para intervenir la arquitectura de sus instalaciones y cerraron millonarios contratos por más de US$150 millones en inversión.
En septiembre de 2015, fue el arquitecto Raimundo Onetto, quien reside hace 15 años en Miami, el que contó a revista Capital que Archiplan -que hoy tiene oficinas en Perú- contemplaba efectuar inversiones por más de US$100 millones en Estados Unidos.
Si Rosenblut y los arquitectos Hernández y Onetto pagaron los impuestos asociados a las diez sociedades en las Islas Vírgenes Británicas, es un asunto que deberá dilucidar el Servicio de Impuestos Internos (SII). Los nuevos antecedentes aumentan la presión sobre el SII para que profundice la investigación sobre el rol de Rosenblut en los aportes políticos ilegales del Grupo Angelini y Soquimich. Los montos involucrados y las rectificaciones hechas por esas dos empresas indican que es muy difícil que el SII pueda eludir una acción judicial que debiera involucrar a Rosenblut (ver reportaje de CIPER).
Es muy probable que esta vez nuevamente los caminos de Jorge Rosenblut y de los arquitectos Ignacio Hernández y Raimundo Onetto se vuelvan a cruzar. Ahora que el ex presidente de Enersis volvió a abandonar Chile para radicarse en Miami, está por verse cuál será su próxima incursión empresarial. Aunque si la investigación judicial del financiamiento ilegal a las campañas de Michelle Bachelet y Eduardo Frei (2009) llega a tribunales, deberá volver.
En 2008 un escándalo internacional puso el foco sobre la agencia utilizada por Rosenblut y los dos arquitectos para formar sus sociedades offshore en las Islas Vírgenes Británicas: Commonwealth Trust Limited (CTL), la que también había sido el intermediario de sociedades offshore que se utilizaron para robar US$230 millones del tesoro de Rusia.
Según la investigación desarrollada por el auditor de una empresa afectada por el fraude, Sergei Magnitsky, en el hurto estuvieron involucrados funcionarios judiciales, policías, banqueros y hasta la mafia rusa, las que utilizaron cuentas representadas por CLT en las Islas Vírgenes para cometer el fraude.
El asunto escaló cuando Magnitsky fue encarcelado, y luego de un año en prisión, murió en extrañas circunstancias. El sospechoso fallecimiento del audtor provocó que el Congreso de Estados Unidos aprobara la llamada Ley Magnitsky, la que impedía que los funcionarios supuestamente involucrados en su muerte ingresaran a los Estados Unidos o utilizaran su sistema bancario. Esa misma decisión fue tomada por países como Inglaterra y provocó variadas reacciones en la Unión Europea, transformándose en un conflicto global. En respuesta, a fines de 2012, el gobierno ruso prohibió las adopciones de niños de su país por parte de parejas estadounidenses.
Una investigación del ICIJ determinó que CLT permitió la creación de, al menos, 23 cuentas offshore en Islas Vírgenes utilizadas por los involucrados en el millonario robo al tesoro ruso. La misma investigación del consorcio periodístico reveló otras estafas perpetradas utilizando sociedades representadas por CTL en Estados Unidos (vea aquí el reportaje del ICIJ).