Alejandro Hasbún, empresario educacional y director de la U. Miguel de Cervantes:
«La autoridad no quiere sostenedores con varios colegios»
19.11.2014
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Alejandro Hasbún, empresario educacional y director de la U. Miguel de Cervantes:
19.11.2014
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Sostenedores vinculados a la DC recibieron en 2013 más de $41 mil millones en subvenciones escolares
Alejandro Hasbún Ramírez representa al grupo de colegios particulares subvencionados que recibe más recursos estatales en la Región Metropolitana: los registros del Ministerio de Educación dicen que en 2013 esta red de establecimientos recibió subvenciones que sumaron $15.166 millones y que sus apoderados, mediante el “copago”, cancelaron $2.771 millones. En total, los ingresos del grupo alcanzaron los $17.937 millones.
Controlado por las familias Hasbún Ramírez y Ramírez Caselli, el grupo gestiona 19 colegios a través de 14 sociedades sostenedoras. Todos los establecimientos tienen fines de lucro y están agrupados bajo la Corporación San Isidoro. Actualmente, atiende a casi 23.000 alumnos repartidos entre Santiago, La Florida, La Cisterna, El Bosque, Puente Alto, Quilicura, Maipú, San Miguel, Peñalolén y Estación Central.
El grupo estaba gestionando la compra de un terreno en San Bernardo para instalar otro colegio, pero en medio del debate sobre la reforma educacional decidieron congelar el proyecto. Así lo comentó a CIPER el vicepresidente de la Corporación San Isidoro, el abogado Alejandro Hasbún Ramírez, quien también es el segundo al mando de la Conacep, la asociación de empresarios de la educación subvencionada. Políticamente independiente, comparte allí la testera con el DC Hernán Herrera (presidente) y el PPD Rodrigo Ketterer (secretario general). Además forma parte del directorio de la Universidad Miguel de Cervantes, cuyo rector es el ex presidente DC Gutenberg Martínez.
Alejandro Hasbún dice que mantiene la esperanza de que se logre un «acuerdo nacional» en la reforma, que es una manera alternativa para plantear que se modere el proyecto prometido en el programa de gobierno. En el sensible tema de los arriendos que los colegios cancelan a sociedades relacionadas y que promete ser uno de los puntos más controversiales del debate en el Senado, Hasbún propone que si finalmente se fija un rango para esos alquileres, que este sea del 11% del valor comercial de la propiedad y no del avalúo fiscal. El sostenedor respondió por escrito las consultas de CIPER.
-¿Espera modificaciones al proyecto en el Senado? ¿Cuál es el «mínimo» que permitiría mantener la continuidad de los servicios del sector particular subvencionado?
Nosotros participamos en educación hace más de 60 años, por lo que me cuesta imaginar la salida total del sistema. Por lo mismo, en nuestro caso sólo podríamos convertirnos en corporación (sin fines de lucro) en algunos proyectos, no en todos
Lo que más nos gustaría en materia educacional es un amplio acuerdo nacional que permita recuperar las confianzas y que nos posibilite apuntar todos como sociedad en un mismo sentido: el de la calidad e inclusión (…). Solicitamos que el marco normativo sea claro, para que pueda coexistir una educación pública potente con una educación privada de muy buena calidad. Es fundamental que se establezca algún mecanismo para que se efectúen a futuro inversiones en los colegios, ya que será muy difícil que los bancos o que inversionistas privados las financien, lo que condenaría a los establecimientos a su obsolescencia. Finalmente, pienso que es muy injusto que se busque una solución para colegios confesionales, donde se permita que se les pague un arrendamiento al 11% del avalúo y que en colegios como los nuestros ese mismo valor sea el que se pague como precio de venta. En síntesis, para nosotros un mínimo es que las normas sean iguales para todos los sostenedores.
-¿Cree factible que sociedades como la de su familia se constituyan en corporaciones o fundaciones sin fines de lucro como lo plantea el proyecto?
Nosotros participamos en educación hace más de 60 años, por lo que me cuesta imaginar la salida total del sistema. Por lo mismo, en nuestro caso sólo podríamos convertirnos en corporación (sin fines de lucro) en algunos proyectos, no en todos. Ahora, en estos casos, es decir, donde sea factible continuar, no tengo dudas que el colegio existente nunca será el mismo, ya que la administración a través de corporaciones ha demostrado ser menos eficiente. Ahora, para tomar una decisión final, es imprescindible esperar el texto definitivo de la ley.
-Algunos sostenedores señalan que el Mineduc les ha expresado que los colegios podrán seguir pagando arriendos a las corporaciones o fundaciones sin fines de lucro, aunque sean entidades relacionadas. ¿Es la misma información que ustedes tienen?
Este año los sostenedores hemos recibido todo tipo de rumores, lo que probablemente se debe a que aún en el Mineduc no existe unanimidad en esta materia. Respecto de los arrendamientos, pienso que si se quiere terminar con el lucro en educación, no debiera apuntarse a éstos, ya que los arrendamientos no son lucro, sino que un gasto imprescindible para el colegio, el que para impedir abusos, es adecuado regular. El valor del arrendamiento podría ser el 11% del valor comercial del inmueble, ya que las tasaciones fiscales están muy desactualizadas. Esperamos que en el Senado se encuentre una justa solución en este tema.
-¿Hay proyectos educacionales de su familia que se detuvieron por la reforma?
Durante muchos años nuestra familia tenía la percepción de que lo que se nos pedía era crecer, ampliar la matrícula, ampliar y mejorar los espacios de los colegios para ofrecer alternativas de calidad creciente a las comunidades educativas. Por ello hemos concentrado gran parte de nuestro esfuerzo en esta área. Hoy, en cambio, sentimos que la señal es que la autoridad no quiere sostenedores con varios colegios, por lo que naturalmente miramos atentos el debate educacional para adaptarnos a las nuevas condiciones. Seremos respetuosos de lo que finalmente la ley diga (…). Estábamos comprando a través del banco un terreno en San Bernardo para un proyecto educativo. En las actuales condiciones, hemos decidido no ejecutarlo. Además, teníamos pensado poner drenajes y graderías a una cancha de fútbol, pero ese proyecto se ha detenido por falta de financiamiento bancario.
-Varios sostenedores de colegios, como usted, son miembros del directorio de la Universidad Miguel de Cervantes. ¿A qué se debe ello, es por afinidad ideológica con la DC o un sector de ella?
-Soy independiente en materia política, pero respeto lo que la UMC realiza, especialmente por su vocación social, la que comparto y me identifica. También me motivó a ingresar como director la posibilidad de encontrar un camino que acercara a los estudiantes de nuestros colegios a la educación superior para incentivar su continuidad de estudios, ya que nuestros alumnos no tienen los medios para ingresar a universidades que no tengan esta vocación. Además nos interesa la posibilidad de celebrar convenios de capacitación y perfeccionamiento para nuestros docentes.