PAL AIRLINES SIGUE BAJO LA LUPA DE LA DIRECCIÓN DE AERONAUTICA
La bitácora de problemas de la aerolínea que casi dejó a dos mil hinchas sin viajar a Brasil
11.06.2014
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PAL AIRLINES SIGUE BAJO LA LUPA DE LA DIRECCIÓN DE AERONAUTICA
11.06.2014
Quince son los vuelos programados a Brasil por PAL Airlines a contar de este viernes 13 de junio y mientras dure la Copa Mundial de la FIFA. En ese lapso la pequeña línea aérea, que opera principalmente vuelos charter para la gran minería, espera transportar cerca de 2.200 personas. Y si el representativo nacional avanza en el torneo, el entusiasmo de la hinchada podría dar pie a nuevos vuelos. El Mundial de Fútbol se convirtió en un negocio que le cayó del cielo a Aerolíneas Principal Chile S.A. (PAL), una compañía que ha evidenciado serios problemas financieros.
Retraso del pago de sueldos a sus empleados, la suspensión de la cancelación de finiquitos a sus trabajadores desafectados, el incremento de las denuncias en su contra en la Dirección del Trabajo y el atraso permanente de las salidas de sus vuelos, son parte de la bitácora no oficial de la aerolínea en los últimos meses. Un cuadro que se agravó con la suspensión temporal de su licencia como operador aéreo, medida precautoria decretada desde fines de mayo por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).
La decisión de la DGAC estuvo a punto de derribar el gran negocio que significa la Copa Mundial para las arcas de PAL. Durante las últimas dos semanas, su flota de cuatro aviones debió permanecer en tierra debido a la dura medida precautoria adoptada por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), la que suspendió la licencia de PAL para operar en Chile por los serios problemas detectados en el área de mantención de sus aeronaves.
El 28 de mayo la DGAC comunicó la suspensión del Certificado de Operador Aéreo (AOC) de PAL. El riesgo de enfrentarse a una multitud iracunda de hinchas varados en Pudahuel a contar de este viernes 13, jornada en la que están programados los dos primeros vuelos a Brasil, causó preocupación en el Ministerio de Transportes, en el aeropuerto internacional de Santiago y en la DGAC. “PAL mete miedo”, era el chiste que hacían los empleados de la misma aerolínea, parafraseando el eslogan publicitario mundialero.
Finalmente, no hubo autoridades obligadas a poner su rúbrica -y la cara- ante el desastre que se incubaba. En la tarde del miércoles 11 de junio, a sólo horas del inicio de la fiesta futbolera planetaria, la DGAC levantó la suspensión de la AOC de PAL. La empresa quedó en condiciones de volver a operar sus aviones. A sus clientes con pasajes para Brasil les volvió el alma al cuerpo. Pero a sus empleados, no.
La DGAC, organismo responsable de la seguridad aérea y del cumplimiento de la normativa aeronáutica, informó a CIPER que, producto de las fiscalizaciones permanentes que aplica a las aerolíneas, “detectó que la empresa (PAL) tenía dificultades en el control de gestión del mantenimiento de las aeronaves, lo cual obligó a suspenderle el Certificado de Operador Aéreo”. En otras palabras, PAL no pudo acreditar que su sistema para gestionar los procedimientos de mantención de los aviones, factor de primer orden en la seguridad de los vuelos, se aplicaba conforme a las reglas.
Para recuperar su licencia, explicaron en la DGAC, PAL debía cumplir con dos requisitos: “recertificar la o las aeronaves con las cuales pretende reanudar las operaciones” y “demostrar el sistema de gestión de control de mantenimiento que llevará a efecto en el futuro”.
Los problemas comenzaron a fines de diciembre del año pasado, cuando la DGAC le comunicó a PAL que debía trasladar sus instalaciones a otro hangar del aeropuerto de Santiago. La razón: la remodelación que se está llevando a cabo en el terminal aéreo incluiría el sector donde funcionaba la aerolínea. La nueva base de operaciones resultó más amplia, pero requería un gran trabajo para ponerla a punto, pues no contaba con red de computación, su sistema eléctrico era anticuado e, incluso, los baños no estaban utilizables.
Los trabajos se iniciaron recién en abril. De allí que, tras una mudanza ejecutada con apuro, la pequeña aerolínea que normalmente opera vuelos a Iquique, Antofagasta, Calama y Concepción, no pudo acreditar que sus procedimientos de mantención eran idóneos.
-Son muchos los factores que condicionan un traslado de este tipo, pero debemos reconocer que nos demoramos más de lo que teníamos planificado -explicó a CIPER el gerente de operaciones de PAL, el piloto y coronel (r) de la FACH, Luis Bolton.
Las inspecciones de la DGAC a las nuevas instalaciones detectaron desorden y falta de control sobre las operaciones de mantenimiento de las aeronaves. Con el Mundial de Brasil ya a la vista, los funcionarios de la DGAC tenían en consideración que PAL efectuaría vuelos internacionales a uno de los eventos que concita más interés a nivel mundial, por lo que resultaba imperativo que todo estuviese en orden. La situación no dio para más a fines de mayo y se procedió a la suspensión del Certificado de Operador Aéreo de la compañía, una de las medidas precautorias más duras que aplica la DGAC para preservar la seguridad de los vuelos.
-Es dura, porque una vez que te suspenden, eso significa una raya grave en la imagen pública de una compañía, porque el mensaje para la gente es que, aunque después te levanten la suspensión, en un momento determinado manejaste con tanto desorden tu trabajo que no fuiste capaz de mantener el control de la mantención de los aviones -señala un tripulante de PAL.
El director de PAL y miembro de la familia propietaria de la compañía, Carlos Musiet, no teme que la empresa sufra un daño grave en su imagen. Según dijo a CIPER, al igual que todas las aerolíneas fiscalizadas por la DGAC, han sido objeto de “observaciones” puntuales por situaciones anómalas, pero todas se han ido corrigiendo con la conformidad de la entidad reguladora:
-Lo importante es que tenemos la seguridad total de que nos van a levantar la suspensión y que vamos a dar los servicios que tenemos comprometidos en el país y hacia Brasil –afirmó Musiet a CIPER un día antes de que la DGAC anunciara que PAL puede volver a volar.
La familia Musiet también tiene negocios en el rubro gastronómico, pero de acuerdo con una nota de La Tercera publicada en noviembre de 2013, tenía proyectado que en 2014 su principal fuente de ingresos sería PAL. En sus cálculos financieros ya destacaba la operación de vuelos charter al Mundial de Brasil, una fórmula en la que tienen experiencia: llevaron hinchas en seis vuelos al Mundial de Fútbol de Sudáfrica en 2010 y realizaron una veintena de viajes a la Copa América disputada en Argentina en 2011.
Antes de que la DGAC suspendiera la AOC de PAL, la compañía ya evidenciaba problemas internos serios. Los archivos de la Dirección de Trabajo indican que las denuncias contra la aerolínea han aumentado fuertemente en los últimos seis meses. Muchos de estos incumplimientos se relacionan con impagos a sus empleados, lo que indica un problema en los flujos financieros. De acuerdo con la “tabla de denuncias, fiscalizaciones y multas” que involucran a PAL, enviada por la Dirección del Trabajo a CIPER, en los últimos seis meses la compañía ha enfrentado 58 procesos de fiscalización y reclamos (vea la tabla). Un incremento considerable si se considera que cuenta con 140 empleados y que en el semestre anterior solo anotaba 19 de estos procedimientos.
En el último semestre PAL ha registrado 30 multas por fiscalizaciones y reclamos. Entre las materias efectivamente sancionadas se cuentan vulneraciones al contrato de trabajo, a la jornada laboral, remuneraciones, protección a la maternidad y, en 27 casos, transgresión del DFL Nº 2.
Los despidos en PAL se han incrementado y con ello los reclamos por finiquitos impagos. A tal punto llegó esta situación, que el responsable del área de recursos humanos de la compañía se encuentra con licencia médica siquiátrica desde mediados de abril por estrés laboral, debido a que tuvo que enfrentar los reclamos y hasta amenazas de los trabajadores desafectados que exigen lo que se les adeuda. Además, este mismo ejecutivo lidiaba a diario con las protestas por el retraso permanente en el pago de los sueldos, cotizaciones previsionales y de salud pendientes e, incluso, porque no se cancelaban los bonos por sala cuna.
Este contaminado clima laboral también ha afectado a pilotos y tripulantes. Así quedó en evidencia en un correo electrónico enviado a comienzos de mayo pasado por uno de ellos al inspector de la DGAC, Rodolfo Ugarte, uno de los encargados de las fiscalizaciones a la compañía. En él se le explicaba a Ugarte que un vuelo se retrasó por los problemas que enfrenta la empresa para conseguir que los proveedores de combustible reabastezcan a sus aeronaves. En el mensaje también se mencionaban otros factores que afectan el delicado trabajo de los pilotos: atrasos en los sueldos y cotizaciones impagas. Y concluía el empleado de PAL afirmando que, esos problemas en el suministro de combustible, sumado a los atrasos en el pago de sus remuneraciones, generan un pésimo clima laboral en la compañía: “todo lo cual es un potencial riesgo para la actividad”.
Al respecto, y luego de puntualizar que la fiscalización de incumplimientos laborales no está dentro de su competencia, la DGAC informó a CIPER que no ha recibido denuncias de empleados de PAL relacionadas con la mantención de sus aeronaves, ni escritas ni verbales. Sin embargo, trabajadores de la compañía dijeron a CIPER que en reuniones bilaterales con funcionarios de la DGAC sí han comunicado problemas relacionados con la reutilización de neumáticos recauchados al límite de su vida útil. Y también retrasos en los vuelos por falta de servicio para cargar combustible, debido a que, según acusan, los proveedores le han suspendido el crédito a la compañía. Además, mencionan que en esas mismas reuniones con la DGAC reportaron una manipulación indebida de las bitácoras de los aviones (donde se anotan las anomalías que deben ser corregidas por los mecánicos de la empresa).
El gerente de Operaciones de PAL, Luis Bolton, desmintió a CIPER todas estas irregularidades:
-Los neumáticos se utilizan dentro de los límites establecidos por las normas y no es cierto que se hayan adulterado las bitácoras. Eso sería una falta gravísima. La DGAC realiza inspecciones y auditorias de manera permanente y lo habría detectado.
Respecto de los retrasos que han experimentado los vuelos de PAL de manera persistente desde hace un par de meses, Bolton dijo que en la operación de las aeronaves hay múltiples factores que condicionan el trabajo y que uno de ellos es la carga de combustible. El gerente de PAL acotó que no estaba dentro de su competencia pronunciarse sobre las formas de pago con que la compañía adquiere ese importante insumo.
La afirmación de Luis Bolton se contradice con el contenido de un correo electrónico que le envió un empleado de PAL –y al que CIPER tuvo acceso- en el que se le informó que, por problemas en el abastecimiento de combustible, debido a las limitaciones financieras de la compañía, en marzo de este año un avión habría volado bajo riesgo de no tener capacidad para alcanzar un aeropuerto alternativo en caso de emergencia.
En la DGAC informaron a CIPER que, “como resultado de la fiscalización (a PAL), se han iniciado procesos infraccionales”. Dos de las irregularidades que han dado pie a estas investigaciones en curso, son “el eventual transporte de carga por vía aérea sin el amparo de un contrato de manejo y servicios de carga” y “el eventual incumplimiento del procedimiento de traspaso de partes desde una aeronave fuera de vuelo a otras aeronaves de la flota”.
Los vínculos que existen entre los funcionarios de una entidad reguladora, como lo es la DGAC, y los directivos o ejecutivos de las empresas que deben fiscalizar, constituyen un tema recurrente en la aviación comercial. Varios de los altos funcionarios de la DGAC son oficiales en retiro de la FACH y es común que las compañías del rubro tengan en sus áreas técnicas -como las gerencias de Operación y Mantención- a ex miembros de la misma Fuerza Aérea.
Ese tipo de relación está presente en la situación que está enfrentando PAL Airlines. Tanto el gerente de Operaciones de la compañía, Luis Bolton, como el director de Seguridad Operacional de la DGAC, Lorenzo Sepúlveda, máximo responsable de aplicar y levantar una suspensión de licencia, como la que afectó a esta aerolínea, son ex altos oficiales de la FACH. Para quienes conocen de esa relación, los une incluso una amistad forjada en sus tiempos en la Fuerza Aérea.
Empleados de PAL dicen que, en reuniones de la compañía donde se han abordado problemas detectados por la DGAC, se ha escuchado al gerente Luis Bolton decir que conversará personalmente con Lorenzo Sepúlveda en busca de una solución.
Sobre su relación con Sepúlveda, Bolton dijo a CIPER que efectivamente se conocen de muchos años, que en su juventud compartieron destinaciones dentro de la Fuerza Aérea, pero que en la actualidad no mantienen una relación estrecha: “El mundo de la aviación es pequeño y todo el mundo se conoce”, sostuvo.
En la DGAC señalaron que no tenían información sobre nexos entre Sepúlveda y Bolton y que los datos sobre eventuales destinaciones conjuntas mientras sirvieron en la FACH, debían ser solicitados a esa rama de las Fuerzas Armadas. Sepúlveda, informaron en la DGAC, se encuentra fuera de Chile en comisión de servicio.
El coronel (r) Luis Bolton fue investigado en 2009 en el proceso judicial por las coimas pagadas en la compra de aviones Mirage, debido a que recibió US$60 mil dólares de una cuenta de Conrado Ariztía (en el Banco Espirito Santo de Miami), representante en Chile de empresas de aviación y acusado de haber cobrado comisiones irregulares por la venta de esas aeronaves. También estuvo involucrado en el escándalo por la importación irregular de artículos personales, los que fueron internados como “pertrechos” de la FACH bajo la comandancia en jefe del general Fernando Rojas Vender.
Como piloto de PAL, Bolton estuvo al mando de los vuelos para transportar a la selección chilena de fútbol durante la clasificatoria al Mundial de Sudáfrica y en las últimas eliminatorias. PAL tenía la misión de llevar a la Roja a Brasil, pero la suspensión decretada por la DGAC abortó la misión. Ahora que la DGAC levantó la medida, Luis Bolton no descarta que le encarguen a su compañía el retorno de la selección.