Porqué Chile necesita reducir urgentemente sus emisiones de gases de efecto invernadero
25.09.2013
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25.09.2013
Chile, como el resto del mundo, debería estar implementando un plan drástico de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Si el mundo sigue la trayectoria de crecimiento y emisiones actuales, se generarían alrededor de 20 Gigatoneladas de Carbono (GtC) por año hacia el 2100, más que duplicando las emisiones actuales de aproximadamente 9 GtC por año. A este paso es altamente probable la ocurrencia de cambios climáticos irreversibles en el mundo, lo que provocará sequias, inundaciones por el aumento del nivel del mar y extinción de especies que no serían capaces de adaptarse, entre otros.
Chile tiene mucho que perder, ya que posee zonas costeras bajas, ecosistemas de montaña, territorios áridos y semiáridos expuestos a la sequía y a la desertificación, porciones geográficas proclives al deterioro forestal, áreas propensas a desastres naturales, áreas urbanas altamente contaminadas y ecosistemas frágiles.
Actualmente, 97% de las publicaciones científicas concuerdan en que el cambio climático está pasando y es causado por los humanos. Esto se explica porque los GEI como el CO2 y el metano atrapan el calor en la tierra. Los GEI se crean naturalmente (la respiración de los árboles, la descomposición de materia orgánica, etc.) y son necesarios para permitir una temperatura adecuada para la subsistencia humana. El problema se crea cuando la quema de combustibles fósiles por las crecientes actividades del hombre genera un exceso de GEI provocando el calentamiento global. Los combustibles fósiles (carbón, petróleo y sus derivados, gas natural), como su nombre lo indica, están compuestos de materia orgánica fosilizada, rica en carbono, depositada hace millones de años. Su quema libera GEI a la atmósfera que supera la capacidad de la tierra para reducirlos por mecanismos naturales (fotosíntesis y absorción por el océano).
Las concentraciones preindustriales eran de 280 ppm (partes por millón) de CO2 (equivalentes). Se estima que al pasar los 450 ppm de CO2 se entraría a un punto sin retorno, en que el calentamiento global no se detendría aunque paráramos de emitir. Lamentablemente hace unos meses pasamos la barrera de los 400 ppm de CO2en la atmosfera. Si seguimos al mismo paso, nuestra generación verá efectos drásticos del cambio climático.
Para no pasar los 450ppm de CO2 debemos reducir las emisiones mundiales de 9 GtC por año a 3 GtC por año para el 2100. Un gran desafío, considerando el aumento en la población mundial y el desarrollo económico esperado. Estimando un peak en la población mundial de 9 billones de personas en el 2070, la cuota máxima de carbono a emitir por persona es 1 kg de carbono (kgC) por persona al día (equivale aproximadamente a recorrer 30km en un Toyota Yaris o 60K m en micro). Hoy en Chile emitimos alrededor de 3.5 KgC por persona al día, entonces la meta de Chile debe ser reducir en alrededor de un 70% las emisiones por persona actuales al año 2100.
Dado que este es un problema global, todos debemos actuar, no podemos esperar que el vecino parta, que los políticos tomen la iniciativa, que el mercado lo regule solo o que tengamos más pruebas. Como país debemos comprometernos y atacar el problema por muchos frentes, tales como:
(1) Impulsar cambios tecnológicos que permitan facilitar la generación de energía de manera sustentable (eólica, solar, mini hidráulica, etc.). Chile no tiene aún la pesada infraestructura de países desarrollados a los que les podría costar más cambiar sus sistemas energéticos. ¿Qué esperamos para dar los incentivos necesarios?
(2) Fomentar la eficiencia energética, es decir usar menos energía para lograr los mismos productos y servicios. Esto debería ser aplicado desde la industria de la minería a través de la mejora de procesos hasta el mejoramiento del rendimiento energético de nuestros hogares, oficinas, escuelas y vehículos.
(3) Promover una ética de conservación: la responsabilidad ciudadana de no consumir bienes innecesarios, el elegir andar en bicicleta en vez de usar el auto, el usar los electrodomésticos, la luz y el agua conscientemente.
Debemos tomar una actitud proactiva y comenzar un plan real de mitigación del cambio climático. Debemos hacerlo por nuestros hijos y nietos. Sabemos que Chile es un país solidario, ¿lo seremos con las futuras generaciones?