Investigan a presidente de Falabella en Argentina por presunta participación en trata de personas

Juan Luis Mingo Salazar, presidente de Falabella en Argentina, se ha convertido en los últimos días en el centro de una investigación judicial en su contra. El motivo: fue acusado del “presunto delito de trata de personas”. Así [shorturl url=»http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-220992-2013-05-28.html» title=»» fuente_url=»http://www.pagina12.com.ar» fuente_nombre=»pagina12.com»]lo consignó esta mañana Página 12[/shorturl], que en su edición online publicó que el fiscal federal Federico Delgado solicitó el lunes 27 de mayo que Mingo fuera sometido a una declaración indagatoria, luego de que se comprobara que el holding chileno tercerizaba la confección de prendas que se comercializan en sus tiendas a talleres textiles “donde se explota laboralmente a inmigrantes en situación de vulnerabilidad”.

De acuerdo al fiscal Delgado, fueron las decisiones del directivo las que hicieron fluir “el trabajo esclavo que se objetivó en prendas ofrecidas a los consumidores”. Por lo tanto, según la tesis del persecutor, Mingo tendría responsabilidad directa en los delitos que se investigan, lo que, a su juicio, marca una profunda diferencia con cualquier otro caso similar.

El fiscal cuenta que la importancia del caso radica en que “no siempre es sencillo hallar el amo” que está detrás de los talleres clandestinos. Y agrega: “Es más, muchas veces las causas fracasan por esa razón, porque tan sólo se logra descubrir el taller, mas no a quien se apropia de ese trabajo. Aquí las cosas fueron diferentes”.

La solicitud que hizo el fiscal para que Mingo preste declaración se realizó en el contexto de “una causa penal por trata de personas para explotación laboral y reducción a la servidumbre” que tiene a cargo Delgado. El fiscal realizó el pedido ante el juez Claudio Bonadío, quien ya en marzo pasado había confirmado el funcionamiento de los dos talleres textiles, tras haber ordenado sus respectivos allanamientos, según informó [shorturl url=»http://www.eldiariodebuenosaires.com/2013/05/27/citan-al-dueno-de-falabella-por-presunta-trata-de-personas/» title=»» fuente_url=»http://www.eldiariodebuenosaires.com» fuente_nombre=»El Diario de Buenos Aires»]El diario de Buenos Aires[/shorturl].

Esta investigación se inició el 20 de diciembre de 2012, luego de que un funcionario de la Asociación Federal de Ingresos Públicos (AFIP) denunciara el funcionamiento de dos talleres textiles clandestinos en Buenos Aires, donde se encontró ropa sin terminar con etiquetas de la empresa chilena y de las marcas Sybilla y Americanino, que se venden en sus tiendas.

En uno de esos talleres se detectaron condiciones precarias e inhumanas: trabajaban diez personas como “empleados cama adentro”, la mayoría peruanos, quienes casi nunca salían del recinto, donde las condiciones de higiene eran deplorables. Además, tenían una remuneración de 2.500 pesos argentinos ($230.000), de los que se les descontaban 1.000 para la comida y vivienda, por lo que sólo percibían 1.500 ($140.000).

El Diario Uno también hizo mención a las paupérrimas condiciones laborales bajo las que se trabajaba al interior de los talleres clandestinos. [shorturl url=»http://www.diariouno.com.ar/pais/Pidieron-indagar-al-dueo-de-Falabella-por-trabajo-esclavo-20130527-0093.html» title=»» fuente_url=»http://www.diariouno.com.ar» fuente_nombre=»www.diariouno.com.ar»]En su versión online[/shorturl], indica que uno de los testimonios de la causa describe uno de los talleres como “un lugar chico, sin televisor, mesa de comedor. No había privacidad en la casa. Trabajaban sin mucho descanso ni límite de horario porque en este tipo de talleres la gente cobra por cada prenda que confecciona».

Tras meses de iniciada la investigación, el fiscal federal destacó: “Logramos desentrañar qué empresas se apropian del trabajo esclavo a través de la cadena de explotación de seres humanos”. Por ello sostiene que las autoridades correspondientes deben responder penalmente por estos hechos. Para estos efectos debería hacerlo la firma Falabella S.A., por lo que sería imperativo realizar una declaración indagatoria a su presidente en Argentina, Juan Luis Mingo Salazar.

El modus operandi, descrito y resumido por el fiscal Delgado, que utilizó Falabella fue nutrirse “a través de terceros de talleres que explotan a personas vulnerables”, en este caso por medio de la firma proveedora Sifap S.A. Esta tercerización, que habría sido una elección deliberada, les permitía desvincularse de la “objetualización de seres humanos y bajar los costos para aumentar la tasa de ganancia”. De esta manera, la pesquisa puso al desnudo que esta dinámica de producción llegó “al  precio de lucrar con la explotación de personas en una situación de vulnerabilidad tal que se vieron obligados a consentir la apropiación de su fuerza de trabajo para subsistir, en condiciones infrahumanas”.
Vea el comunicado de Falabella difundido por el diario Clarín el 30 de mayo de 2013