“Reforma” a la reforma procesal penal: ¿avance o retroceso?

Felicito al diputado Jorge Burgos por su claridad y franqueza sobre una cuestión tan delicada como las posibles modificaciones a nuestro sistema procesal penal. Concuerdo plenamente respecto a la forma tan descuidad que se le ha dado a esta "reforma de la reforma". Para comenzar generan importantes reparos la poca amplitud de la comisión de estudio, y el poco tiempo propuesto, sobre todo si se le quiere dar la palabra "reforma". En nuestra historia republicana gran parte de aquello que se ha llamado reforma y a tendido a ser exitoso, se realizo en base a comisiones heterogéneas de hombres notables con una cantidad de tiempo razonable para tratar temas tan delicados con es este tan en boga. Para dejar de lado toda la mitología y clichés como "conjunto de garantías" "jueces garantistas" "el lumpen se han tomado Chile", etc. Hay que señalar que en primer lugar que la función punitiva del estado es una función ex post de los hechos, o sea, nuestro sistema penal actúa después de la comisión de los delitos no antes, es precisamente lo anterior al delito, lo que ha estado totalmente fuera de la discusión nacional. A diferencia de lo que piensa el señor Sagua, los países con baja delictividad no se debe por sus severas penas, las cuales distan mucho de aquello, por ejemplo el psicópata de Utoya, recibió sólo 21 años de presidio por asesinar a 77 personas, tomando en consideración que Noruega es uno de los países con mayor calidad de vida del mundo. La principal razón de porque es tan baja su delictividad es porque se han preocupado de construir una sociedad inclusiva y de oportunidades. El caso contrario es EE.UU., en el cual se da la extraña paradoja que en los estados con presencia de la pena de muerte, son los estados con mayores índices de homicidios. Sobre 100 ejecuciones pueden verse al año en el país norteamericano, y es una de las naciones con niveles más altos de sensación de inseguridad y de presos per cápita. Este ejemplo es uno de los que más interesa ya que es similar al chileno, en Chile tenemos una alta sensación de inseguridad, pero tenemos una de las tasas más altas de presos por habitante en Latinoamérica. Cuando se mira este último dato da para pensar si nuestros jueces son tan garantistas y el sistema persecutorio tan ineficiente. Una de las principales confusiones en la gente, son términos como la prisión preventiva. Cuando la prensa en muchas ocasiones señala que han liberado a Fulano o Zutano, lo que ha ocurrido es una cuestión propia de libertades que para todo hombre son inherentes, como es la presunción de inocencia o la inadmisibilidad de la confesión como único medio de prueba para la condena para un delito y por ende la libertad como regla general mientras no exista una sentencia firme y ejecutoriada de condena. Principios universales y aplicables en toda democracia. Otro término confuso para la gente son las garantías o su aplicación como "jueces garantistas", no que no es otra cosa que la aplicación de la constitución y las leyes (en el caso de la primera promulgada durante un régimen autoritario, así como la ley que otorga beneficios carcelarios (ley 18.216) que permite gran parte de las salidas alternativas o las suspensiones de procedimiento). Comparto las aprensiones del diputado Burgos de que esta reforma termine dejándonos dos pasos más atrás como lo era nuestro antiguo y decimonónico sistema procesal penal, sistema extendido por más tiempo que el que sus mismos promotores habían tenido en mente, duramente cuestionado por cortes internacionales y que además tenía el severo problema de dejar a muchos sujetos en prisión en etapas tempranas de la investigación, pero ser totalmente ineficiente al momento de las condenas (como dato menos del 10% de los casos terminaban con sentencia definitiva, y un porcentaje aún menor con el sujeto cumpliendo condena). Porcentajes que hoy en día son muy superiores. Todo lo anterior no significa que no deban hacerse cambios a nuestro sistema persecutorio, claro que deben hacerse, ya que no hay ley inmutable ni perfecta, el problema son los motivos y las razones (como la nula discusión sobre la exigua dotación de fiscales y su evidente sobre carga). Pero creo que hay una reforma que es mucho más urgente y es la que debemos hacer como sociedad, lo aislados y temerosos que estamos del otro y la poca capacidad de hacernos cargo de la verdadera razón de los problemas.

Los delincuentes y el lumpe se han tomado Chile pues tienen un conjunto de garantías que hace de este país el lugar perfecto para esta profesión! Si los arrestan entran a un hotel llamado cárcel donde comen, duermen, planean sus nuevos proyectos, estudian como en una universidad del crimen y luego vuelven a salir te potenciados! Algunos hasta novios tienen al inerior, y lo mejor es que todo sale del bolsillo de las víctimas. Acaso faltan seres humanos pensantes en el Senado o estarán más preocupados de mantener sus cargos y seguir aprovechándose del sistema, es cosa de planificar un modelo tan simple como el de otros países donde a todos los presos se los hace trabajar para pagar su estadía, en el norte de este país se requieren fronteras antidrogas, para ello construir una MURALLA Chilena sería de gran ayuda en fronteras con Perú y Bolivia. Existe mucha mano de obra osciosa en las cárceles a lo largo de todo el país, por que no construir mega cárceles privadas en zonas extremas como el desierto de Atacama y dar ocupación a esta masa delincuencial para q no tengan tiempo de usar se creatividad en robar desde su HOTELl CERO Estrella? De paso se detendrían los múltiples pasos fronterizos de la RUTA de la DROGA, además de tener una Nueva construcción turística la MURALLA CHILENA, hecha a MANO sin Maquinara sólo con pala, picotas y carretillas por la población de REOS Chilenos!