Prohibido por narcocorrido
26.05.2011
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26.05.2011
El gobernador de Sinaloa, Mario López Valdés, emitió un decreto donde prohíbe los narcocorridos en bares y cantinas o cualquier lugar público del Estado, ubicado al norte de México. La decisión fue apoyada por el gobierno central. «La violencia no solo se genera a balazos. La incorporación de ese tipo de canciones en lugares que han sido asolados por los criminales representa un intento de imbuir al tejido social de valores inadmisibles. Hay que impedir que los homicidas, secuestradores, extorsionadores y traficantes se apropien de la música norteña», reaccionó Alejandro Poiré, portavoz del Gobierno mexicano en temas de seguridad y narcotráfico.
Pero los mexicanos encuentran que la medida es absurda. Que prohibir estas canciones populares no tiene nada que ver con los temas de fondo a partir de los cuales se origina la violencia que los sacude hace años: pobreza, desigualdad, falta de oportunidades.
Según publicó El País de España, se realizó una encuesta sobre la medida en México. Un 75% de los entrevistados estuvo de acuerdo con que los jóvenes no se vuelven criminales por escuchar corridos, sino más bien por otros factores; y un 73% dijo que la violencia que genera el narco no tiene nada que ver con las preferencias musicales de la sociedad. Para decirlo en corto: solo un 35% de los mexicanos estaba a favor de que se prohibieran los narcocorridos en todo el país.
Según José Manuel Valenzuela, investigador mexicano, autor del libro Jefe de Jefes, los narcocorridos son una tradición popular no oficial que no puede prohibirse por decreto. «El corrido siempre contó la historia no oficial, la historia subalterna. Al principio tuvo una tradición juglaresca, pero en el siglo XX ya empezó a abordar los temas del contrabando, de la vida de frontera, de los bandidos sociales que se enfrentan a los gringos para saldar una afrenta», dijo a El País.
El conocido escritor Juan Villoro, en cambio, postula que estas canciones son parte de la nefasta influencia de una “narcocultura” manejada por los mismos que mandan a matar. “Aunque suene curioso o divertido o folklórico cantar las peripecias de quienes llevan ‘hierba mala’ al otro lado, los narcocorridos pertenecen a un sector que mueve el 10% de la economía (lo mismo que el petróleo) y causa decenas de asesinatos al día”, escribió hace años en Alfombra Roja, un interesante análisis del devenir mexicano de los últimos 50 años.