El Gran Hermano: Historia de una simulación

“Debemos seguir a las obras hidroeléctricas y llegaremos a Fabricio”.

Así comenzaron su investigación en 2008 Juan Carlos Calderón y Christian Zurita, junto al equipo periodístico del diario Expreso de Ecuador. La misión: encontrar las relaciones contractuales que sostenía el hermano mayor del presidente Rafael Correa, Fabricio, con organismos del Estado. Estas relaciones están prohibidas por la Ley de Contratación de ese país, que establece que no se pueden contratar a parientes de funcionarios públicos.

La investigación, que duró más de un año y reunió más de 5 mil páginas de documentos, concluyó con una invitación del abogado de Correa: “Fabricio quiere hablar”. Pero al momento de concretar la entrevista, el hermano del presidente se negó a hablar. Incluso hizo amenazas: “Si publican una palabra que no sea cierta nos vamos a juicio”. Hasta que los periodistas le pidieron comenzar conversando sobre sus empresas panameñas.

A partir de ahí, el hermano del presidente se soltó y el resultado fue una conversación de seis horas, publicada íntegra en el libro, que confirmó los datos de los periodistas y aportó con muchos otros. Todo esto, pocos días antes de la publicación del reportaje que desnudaba las redes empresariales que sostenía Fabricio Correa, a través de empresas externas, con organismos del estado, por una cifra indeterminada, que según distintos organismos, oscila entre los 160 y los 300 millones de dólares.

Toda esta investigación se recopila en el libro “El Gran Hermano: Historia de una simulación” (Paradiso Editores), incluyendo las cinco partes del reportaje, más la entrevista hecha a Fabricio Correa y todo lo que sustenta la investigación. Si bien el tema es complejo, los autores se las arreglan para explicar claramente la red de corrupción que permite los negocios entre el hermano del presidente y los organismos públicos.

El libro, lanzado en agosto del año pasado (y que ya va en una tercera edición), se encuentra hoy en medio de un fuerte debate sobre la libertad de expresión en Ecuador, ya que el Presidente Correa los demandó por daños morales el pasado 28 de febrero, por US$10 millones. Según Correa, la obra le provocó “una gran humillación, grave aflicción social y moral y desprestigio, lo que le causa gran sufrimiento, angustia y dolor”. Incluso ofreció retirar la demanda si los autores reconocían que realizaron la obra sin pruebas, a lo que los periodistas se negaron, afirmando que tenían pruebas de todo lo que publicaron.

El miércoles 27 de abril, los periodistas anunciaron que fueron objeto de una nueva demanda, presentada por la ministra de Transporte María de los Ángeles Duarte, también por daño moral. “Esta nueva demanda es una clara intención de persecución”, afirmó Juan Carlos Calderón, ratificando la defensa de su libro y de la libertad de publicación de los periodistas ecuatorianos.

*Lea el contexto de la entrevista a Fabricio Correa y la primera entrega del reportaje original, en el capítulo «El Holding».