Guerra de columnistas deja un lesionado

Los grandes diarios de España, El País y El Mundo, han sido escenario de una ácida polémica entre dos de sus más connotados columnistas. Todo partió en la tribuna dominical del escritor Javier Cercas (autor de Soldados de Salamina), el periódico del grupo Prisa, donde escribió:

El mejor lugar donde asediar la verdad factual del presente es el periódico. ¿Quiere esto decir que hay que exigir que todo lo que se cuenta en el periódico responde a la verdad de los hechos? A mi juicio, no (…) quizá debamos aceptar también que el periodismo es un ensayo de comprensión imaginativa del presente. La palabra clave es «imaginativa». La ciencia no es una mera acumulación de datos, sino una interpretación de los datos; del mismo modo, el periodismo no es una mera acumulación de hechos sino una interpretación de los hechos.

La respuesta tardó dos días en llegar, disfrazada de columna solidaria de Arcadi Espada , periodista que en su columna de El Mundo y en su blog despedaza al periodismo español, así como lo hizo en su libro El Raval, donde desnudó las fallas del de la prensa en lo que resultó ser una falsa red de pedofilia. Esta vez volvió sobre la explotación sexual, a propósito de una redada policial, en la que dijo, había caído Cercas:

Es por completo miserable que alguien haya querido mezclar a Cercas con el tráfico de personas; y hablo perfectamente en serio y no quiero que nadie vea, ni ensartada, mi punta polémica sobre sus manejos con personas y personajes. Cercas podrá ser cualquier cosa, de hecho lo es; pero jamás un malvado.

Tal como [shorturl url=»http://www.periodistadigital.com/periodismo/prensa/2011/02/15/arcadi-espada-mundo-javier-cercas-pais-detencion-prostitucion-batalla-eta-articulo-columna.shtml» title=»Ver Periodista digital» fuente_url=»http://www.periodistadigital.com/» fuente_nombre=»periodistadigital.com»]explica[/shorturl] Periodista Digital, se trató de una batalla más en una guerra que ambos escritores libran hace semanas: Cercas nunca estuvo preso. Pero esta vez la osadía de Espada parece haber ido un poco lejos. Él mismo explicó por qué lo hizo:

Pensé que merecía una lección y que iba a dársela. La lección consistiría en aplicar sus premisas a un caso concreto. A una ficción concreta. Me iba a tomar con él alguna licencia, como tan graciosamente las llama.

Es probable que la polémica lo acompañe hasta Chile, donde en las próximas semanas Espada debe participar como jurado en el Premio Periodismo de Excelencia que entrega la Universidad Alberto Hurtado.

Mientras, el debate sobre los límites del periodismo sigue en España, donde Random House Mondadori acaba de lanzar una colección llamada “Crónicas, la ficción real”.