Masculinidades en la escuela: un desafío pendiente este 8M
14.03.2025
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14.03.2025
Señor Director:
Como profesoras, hemos observado un creciente compromiso pedagógico por parte de las comunidades educativas en conmemorar con sentido el Día Internacional de la Mujer. Este esfuerzo se refleja en espacios de diálogo, actividades reflexivas y propuestas que invitan a repensar el rol de la educación en la construcción de una sociedad más equitativa. Incluso, las nuevas generaciones han mostrado un mayor protagonismo en la promoción de la equidad de género, entendiendo que esta responsabilidad social no se reduce a una sola fecha, sino que debe estar presente en todos los ámbitos de la vida cotidiana.
Sin embargo, este avance trae consigo nuevos desafíos, entre ellos, la incorporación de las masculinidades en esta lucha, históricamente encabezada por las mujeres. En muchas escuelas, aún se mantiene la idea de que el 8 de marzo es un tema que involucra exclusivamente a las mujeres, dejando en segundo plano el rol de los niños, adolescentes y profesores en la transformación de las estructuras que perpetúan la desigualdad de género.
Ya no es suficiente con que las profesoras y las estudiantes sean quienes lideren este discurso y esta práctica. Necesitamos fomentar una comunidad educativa en la que las masculinidades asuman un compromiso permanente con la equidad de género. La participación y el compromiso de todas y todos es fundamental en esta lucha, y es en los espacios educativos donde debemos potenciar la reflexión sobre las brechas de género aún existentes para un futuro más justo y equitativo.
Dicho esto, es necesario preguntarnos ¿cuál es el rol de las masculinidades en un día como este? La equidad de género no es solo un desafío para las mujeres, sino un compromiso de toda la sociedad. En este sentido, las escuelas tienen el potencial de fomentar masculinidades positivas que cuestionen el machismo, promuevan el respeto y fortalezcan vínculos basados en la igualdad. Solo a través de una participación conjunta, donde todas las personas asumamos un rol en este proceso, podremos avanzar hacia una educación verdaderamente inclusiva y transformadora.