EN 2024 LOS AUC FUERON 16.280, LO QUE EQUIVALE AL 26% DE LOS 61.188 MATRIMONIOS OFICIADOS ESE AÑO
Acuerdo de Unión Civil cumple 10 años y 82.019 parejas lo han suscrito
23.01.2025
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EN 2024 LOS AUC FUERON 16.280, LO QUE EQUIVALE AL 26% DE LOS 61.188 MATRIMONIOS OFICIADOS ESE AÑO
23.01.2025
En la discusión parlamentaria que duró cinco años, hasta que se aprobó en abril de 2015, se argumentó que el Acuerdo de Unión Civil (AUC) impulsaría principalmente el enlace de parejas del mismo sexo. Pero, esas proyecciones del mundo conservador estaban equivocadas. Según los datos entregados a CIPER por el Registro Civil, la mayoría de las parejas que optan por esta vía para formalizar sus relaciones de convivencia son heterosexuales. Y en los casi diez años desde su promulgación, ha habido un crecimiento sostenido de este tipo de uniones.
En abril de este 2025, el Acuerdo de Unión Civil (AUC) cumplirá 10 años desde su publicación. Hasta diciembre de 2024, un total de 82.029 parejas habían acudido al Registro Civil a suscribir esta fórmula de enlace, y no el matrimonio, para formalizar legalmente sus convivencias. El AUC ha ido aumentando paulatina, pero sostenidamente, a lo largo de esta primera década de vigencia. Y, lejos de lo que auguraban sus detractores, son parejas heterosexuales las que mayoritariamente han obtenido la libreta azul característica de este tipo de uniones: el 84,01% de las que optan por este acuerdo están integradas por una mujer y un hombre, de acuerdo con los datos informados por el Registro Civil (ver tabla más abajo).
La Ley 20.830 nació de una moción parlamentaria realizada el 29 de junio de 2010 por el entonces senador Andrés Allamand, quien lo llamó Acuerdo de Vida en Común. Durante su tramitación mutó a Acuerdo de Vida en Pareja, para ser finalmente aprobada como AUC. Y, en esos días, el principal argumento de sus opositores era que esta norma estaba hecha para legalizar soterradamente las relaciones entre personas del mismo sexo, que sería la antesala del matrimonio homosexual (enlace que efectivamente se aprobó siete años después) y abriría la puerta a que este tipo de parejas adoptaran niños. El mismo sector anticipaba que pocas parejas heterosexuales iban a tomar este camino, por tratarse de una versión “light” del matrimonio.
Según los datos que entrega el Registro Civil, esta opción de formalización legal de la relación entre dos personas sigue siendo secundaria ante el matrimonio, alternativa que, en promedio, es casi cinco veces más solicitada.
La ley se discutió casi cinco años en el Congreso, con un fuerte lobby de las iglesias y de organizaciones de disidencias sexuales. Rolando Jiménez, vocero del Movilh en esos años, recuerda que, entre los argumentos esgrimidos especialmente por los credos, “señalaban que el Estado debía garantizar protección a las familias naturales hombre/mujer e hijos y que para ello estaba el matrimonio, y que otro tipo de convivencia debía ser vía contrato y ahí se incorporaban incluso las convivencias de hermanos e incluso mencionaban a una persona y sus mascotas… Así lo diferenciaban radicalmente del estatuto del matrimonio”.
El debate legislativo incluso generó divisiones entre organizaciones activistas de minorías sexuales. Jiménez dice que hubo grupos, como el liderado por Pablo Simonetti ,“que plantearon que aceptar la unión civil era congelar la posibilidad de matrimonio igualitario y nos acusaron de traicionar la demanda de matrimonio”.
En la sala, el debate fue intenso, siendo el principal argumento de quienes votaron en contra que el AUC estaba pensado para las parejas homosexuales. “Lo diré en forma clara, estamos en una discusión hipócrita, porque lo que la Sala debería estar discutiendo es el matrimonio homosexual y la posibilidad o no de que adopten hijos. Sobre ese particular podría haber distintas posiciones, pero siento que, con la creación de un cuasi matrimonio, sin decirlo, lejos de estar enfrentando el tema, lo estamos rehuyendo”, dijo el diputado Nicolás Monckeberg en la discusión, quien votó en contra.
Su colega Arturo Squella, entonces diputado UDI y hoy presidente del Partido Republicano, anunció: “Lo votaré en contra. Lo haré precisamente porque creo que una pareja heterosexual, un hombre y una mujer, que quiere tener un grado de estabilidad y un estatuto jurídico especial reconocido por el Estado, no puede tener una opción alternativa light (…). Creo que lo que deberíamos estar discutiendo es, precisamente, el matrimonio homosexual. Quienes creemos en el matrimonio entre un hombre y una mujer daremos nuestros argumentos al respecto, y quienes están a favor del matrimonio homosexual darán los suyos. Pero no se ha tenido el coraje para debatir un proyecto de ley en tal sentido. Eso es lamentable, porque nos dejarán de herencia una institución que seguramente no se utilizará mucho, pero que tendrá consecuencias negativas y nefastas para aquellas pocas parejas que lo utilicen”.
Las estadísticas muestran que Squella se equivocó: el AUC ha sido usado por más de 80 mil parejas sin acarrearles “consecuencias negativas y nefastas” y quienes optan por este enlace no han dejado de aumentar desde 2015, a excepción de una leve baja en 2017 y otra más significativa en 2020, en la peor fase de la pandemia. De hecho, en 2024 hubo un 38,6% más que en 2023.
Los registros indican que en 2024 los matrimonios sumaron 61.188 y los AUC totalizaron 16.280. Esto significa que los AUC suscritos el año pasado equivalen al 26,6% de los matrimonios oficiados en el mismo periodo.
En 2022 comenzó a regir el matrimonio igualitario y pese a ello las parejas entre personas del mismo sexo han seguido optando por el AUC. Según cifras del Registro Civil, en los tres años de vigencia de éste, se han casado legalmente bajo esta modalidad poco más de seis mil parejas. En el mismo período, 3.619 parejas hombre-hombre o mujer-mujer prefirieron el camino del AUC.
Jiménez reconoce que el matrimonio igualitario era el objetivo final de las organizaciones de disidencias sexuales. “Fue todo un hito, ya que en nuestra planificación estratégica la aprobación de la ley de unión civil era el paso decisivo para conseguir el matrimonio igualitario, tal como había ocurrido en todos los países donde se habían legislado ambas normativas”.
La arremetida de grupos conservadores que han anunciado que pretenden derogar la Ley de Aborto en Tres Causales preocupa a movimientos como el Movilh, pues sospechan que en caso de llegar al poder, la derecha más conservadora también tendría entre sus objetivos terminar con la ley del AUC o la de matrimonio igualitario.
“Evidentemente, la ola de restauración neoconservadora en Chile y el mundo nos hace tener la convicción de que intentarán derogar las leyes y desarticular políticas públicas, vía negación de recursos. En la discusión presupuestaria veremos campañas violentas, mentirosas, para desacreditar leyes y políticas públicas pro diversidad”, sentencia Jiménez.