CARTAS Rechazo al presupuesto del PAIG: una luz de esperanza
15.11.2024
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15.11.2024
Señor Director:
En relación con la situación presupuestaria reciente y el contexto de (des)crecimiento económico, ha surgido una luz de esperanza: el rechazo al presupuesto destinado al Programa de Acompañamiento a la Identidad de Género (PAIG).
Como profesional de la salud mental, considero que la ética debe ser el pilar de toda intervención que afecte a nuestras juventudes. Nos enfrentamos a la realidad de que más de 600 niños, niñas y adolescentes, de entre 3 y 17 años, están recibiendo terapia hormonal para el cambio de sexo o bloqueadores hormonales de la pubertad, sin evidencia clara de que estos tratamientos realmente mejoren la salud mental o prevengan el suicidio en este grupo etario. Países como Suecia, Finlandia e Inglaterra, tras revisar sus propios resultados, ya han comenzado a restringir la promoción de estas terapias, recomendando en cambio un acompañamiento en salud mental que sea más extenso y consistente que el enfoque afirmativo-hormonal, el cual ha demostrado tener serias limitaciones.
Quisiera enfatizar que mi postura no es contraria a las diversidades sexuales, sino que cuestiono los métodos y alcances de este programa. Resulta alarmante que se judicialice a los padres y apoderados que expresen reservas y que se permita que menores firmen consentimientos sin la autorización de sus cuidadores, ignorando las posibles repercusiones a largo plazo de estas decisiones. Tampoco existen garantías de que el apoyo psicológico que se ofrece esté a la altura de estas intervenciones tan complejas.
¿Estamos, entonces, dispuestos a permitir que el Estado intervenga en decisiones tan delicadas que afectan a niños, niñas y adolescentes? Considero fundamental que se les permita tomar decisiones conscientes y bien fundamentadas una vez que hayan alcanzado un desarrollo maduro y completo. No deberíamos imponer agendas ideológicas que puedan condicionar la libertad de estos jóvenes y su derecho a crecer sin intervenciones invasivas en su identidad.
Defendamos la niñez y defendamos la libertad.