A CINCO AÑOS DEL 18-O: ¿Qué piensan hoy los jóvenes sobre el Estallido Social?
05.11.2024
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05.11.2024
Al cumplirse un lustro desde el Estallido el autor de esta columna escrita para CIPER entrega los detalles de un estudio que revela qué piensan hoy los jóvenes sobre lo ocurrido en 2019. Concluye que «pese a los debates en torno a los relatos que buscan interpretar el sentido de estas manifestaciones, la mayor parte de las y los jóvenes encuestados considera que las protestas de octubre de 2019 fueron una respuesta legítima a los problemas políticos y económicos del país. Se destaca además que una parte importante de las y los jóvenes apoyó las movilizaciones y percibió que su participación en ellas podía impulsar cambios sociales y políticos, considerando que sus voces y demandas cobraron relevancia en ese momento».
Créditos imagen de portada: Mauricio Ávila
El pasado 18 de octubre de 2024 se conmemoraron cinco años de uno de los hitos sociales y políticos más significativos en la historia reciente de Chile. El llamado «estallido social» de 2019 no solo fue la movilización más grande en el país desde el retorno a la democracia, sino también marcó un punto de inflexión para comprender las diversas formas de participación ciudadana y su impacto en el sistema político e institucional.
Sobre este punto, el 18-O dio inicio a un ciclo político que culminó en dos procesos constituyentes, el cual puso en primer plano la relevancia de las formas de participación electoral y no electoral. Por un lado, las manifestaciones de octubre 2019 se posicionaron como una forma de participación capaz de tener impactos significativos a nivel político e institucional, siendo el llamado al cambio constitucional la máxima expresión de este impacto. Por otro lado, la participación electoral cobró una importancia no vista en décadas, evidenciando que, en momentos de alta contingencia política y posibilidades reales de transformación institucional y política, el voto se resignifica como una herramienta para incidir en los asuntos públicos y políticos.
Entre los principales actores de este ciclo de participación se destaca a la juventud chilena, que tuvo un protagonismo crucial tanto en las calles como en las urnas. En efecto, los últimos cinco años en Chile han sido un escenario único para estudiar la participación juvenil. Gran parte de las y los jóvenes encabezaron estos eventos políticos, marcando presencia manifestaciones durante las movilizaciones de octubre de 2019 y/o ejerciendo su derecho al voto en las distintas jornadas electorales del proceso de cambio constitucional.
A cinco años de esos hitos, resulta esencial reflexionar sobre cómo la juventud percibe su participación en estos eventos: ¿Qué miradas tienen las y los jóvenes sobre las manifestaciones de octubre 2019?, ¿qué impacto consideran que tuvo el 18-O en el sistema político?, ¿o cómo entienden sus formas de participación en la política hoy en día al cumplirse cinco años del 18-O? Estas preguntas son clave para comprender la resignificación que las y los jóvenes han dado a su participación política a la luz de estos acontecimientos.
Esta columna busca abordar estas preguntas en base a la reciente “Encuesta Jóvenes y resignificación de la participación política 2019-2024”, desarrollada en el marco de un proyecto Fondecyt. Este estudio ofrece un valioso conjunto de datos para profundizar en las percepciones de la población juvenil sobre la participación política, permitiendo explorar cómo tanto las movilizaciones de octubre de 2019 como los dos procesos constituyentes han marcado un proceso de alta politización en términos de participación juvenil.
En este contexto, los resultados permiten plantear que la población joven ha vivido un ciclo político en el que diversas formas de participación, desde las manifestaciones hasta el voto, se presentaron como herramientas con un potencial real para impulsar una transformación institucional y política en Chile; una visión que, al parecer, aún sigue presente en la percepción juvenil actual. Para profundizar en estas percepciones, se exponen a continuación los resultados de la encuesta, que revelan las actitudes juveniles hacia la participación política a la luz del 18 de octubre 2019.
Al momento de profundizar en las visiones juveniles sobre la participación durante las movilizaciones de octubre 2019, uno de los primeros elementos a destacar es la visión en torno a las manifestaciones como una expresión justificada del malestar social existente en la sociedad chilena debido a sus problemas sociales, políticos y económicos. Es importante destacar que esta percepción juvenil coincide con estudios recientes sobre el tema. Por ejemplo, un informe de CADEM señala que a “cinco años después, el Estallido del 18/O se sigue entendiendo como una reacción de descontento social acumulado”. Además, esta idea viene a ser reforzada por el reciente “Informe sobre Desarrollo Humano en Chile 2024” del PNUD, el cual identifica que las demandas sociales planteadas hace cinco años aún se encuentran vigentes.
A pesar de las tensiones y debates sociales que surgieron tras las movilizaciones, las cuales se enmarcan en una pugna entre diferentes interpretaciones del relato que se quiere instaurar en torno a octubre 2019, lo cierto es que la evidencia disponible muestra que el 60% de las y los jóvenes encuestados opina que las movilizaciones fueron una respuesta justificada a los problemas políticos y económicos que enfrenta Chile. Además, centrándonos en el apoyo declarado a las manifestaciones, el 63% señala que tuvo una posición de apoyo a las movilizaciones de octubre 2019.
Uno de los elementos relevantes a señalar es la percepción de las manifestaciones como una herramienta de participación que generó impactos en el ámbito político y público. El 57% de las y los jóvenes considera que las movilizaciones de octubre 2019 lograron que las autoridades prestaran atención a los problemas que realmente importan a la ciudadanía, y el 52% cree que tuvieron un impacto real en las decisiones de las autoridades políticas. Cabe mencionar que estos resultados coinciden con una tendencia a nivel global sobre la participación juvenil. Como bien destaca el informe de UNICEF “Youth, Protests and the Polycrisis. Exploring how youth protests can help to build public support for change”, la manifestación es percibida como una forma de participación caracterizada por su capacidad de incidir en el sistema democrático de forma dinámica; una tendencia de participación en las y los jóvenes que se venía apreciando desde hace más de una década en nuestro país.
Por último, uno de los resultados de mayor interés es la identificación de una importante percepción de eficacia ciudadana personal con respecto a su participación en las movilizaciones. Uno de los datos más reveladores es que el 57% sentía que su participación en las movilizaciones podía generar cambios significativos en la sociedad. Mientras que el 53% consideraba que su voz podía ser escuchada cuando participaba en ellas. Finalmente, el 50% afirmó sentirse bien informado sobre las demandas y temas para participar de las manifestaciones.
Uno de los aspectos más destacados del estudio son los datos que invitan a reflexionar sobre los impactos y proyecciones de las movilizaciones de octubre de 2019 en la visión actual que las y los jóvenes tienen sobre sus formas participación.
Si consideramos el reciente ciclo político, marcado por el “estallido social” de 2019 y su devenir institucional en dos procesos constituyentes, es posible plantear el desarrollo de un contexto de alta politización para la juventud. Este ciclo político se caracteriza precisamente por una percepción sobre cómo las distintas formas de participación en lo político tuvieron impactos y capacidades reales para lograr y consolidar transformaciones institucionales.
En este sentido, los resultados reflejan que, desde el inicio del proceso constituyente hasta el presente, las y los jóvenes encuestados aún conciben su participación como una herramienta clave para lograr transformaciones en el país. Un hallazgo relevante de este estudio revela que, desde el proceso constituyente hasta la actualidad, el 63% de las y los jóvenes encuestados expresa sentirse motivado a participar políticamente, ya sea votando o mediante otras formas de participación. Además, un 53% considera que se siente más comprometida/o con la política y los procesos de cambio s ocial.
Como indican los datos, este compromiso no se reduce solo al ejercicio del voto, sino que se extiende a otras modalidades de participación, como las manifestaciones, el activismo en redes sociales o el involucramiento en movimientos u organizaciones sociales. En efecto, el 56% cree que tanto votar como participar en manifestaciones son igualmente importantes para influir en cambios políticos. Es decir, las formas de participación podrían expresarse tanto en espacios formales como en los informales, donde el voto y las manifestaciones no se oponen sino que se complementan para fortalecer la incidencia política.
La percepción de las manifestaciones como una forma legítima y efectiva de participación se destaca como otro aspecto central. Frente a instituciones y autoridades políticas que no logran responder a las demandas sociales, el 65% de las y los jóvenes encuestados considera que las manifestaciones y protestas son formas válidas y efectivas de expresión ciudadana. Para muchos, estos actos de protesta representan una vía dinámica y visible para posicionar demandas sociales en el espacio público, particularmente cuando los canales tradicionales de participación se perciben como ineficaces o insuficientes. Esta visión refleja una disposición activa entre la juventud, con un 58% dispuesto a manifestarse si siente que las autoridades no responden adecuadamente a las necesidades de la gente, mostrando así un rol como actores en la vida pública.
Finalmente, otro elemento destacable que surge de los resultados es la confianza de las y los jóvenes en su capacidad de organización y acción. Más de la mitad de los encuestados (53%) afirma tener el conocimiento necesario para involucrarse de manera efectiva en manifestaciones, activismo digital o en movimientos sociales. Además, esta percepción de eficacia política se extiende al impacto que creen poder generar: el 53% de las y los jóvenes encuestados considera que su participación puede contribuir a cambios significativos en la sociedad, ya sea a través de manifestaciones, organizaciones comunitarias o redes sociales, evidenciando una autopercepción ciudadana como actores de cambio en el ámbito político y social.
Síntesis y reflexiones finales
A cinco años del 18 de octubre 2019, las y los jóvenes encuestados reconocen que estas movilizaciones tuvieron un impacto significativo en la política chilena, forzando a las autoridades a prestar mayor atención a los problemas reales que afectan a la ciudadanía. Pese a los debates en torno a los relatos que buscan interpretar el sentido de estas manifestaciones, la mayor parte de las y los jóvenes encuestados considera que las protestas de octubre de 2019 fueron una respuesta legítima a los problemas políticos y económicos del país. Se destaca además que una parte importante de las y los jóvenes apoyó las movilizaciones y percibió que su participación en ellas podía impulsar cambios sociales y políticos, considerando que sus voces y demandas cobraron relevancia en ese momento.
En el contexto actual, las y los jóvenes resignifican su participación como una herramienta central para impulsar transformaciones en Chile, mostrando un mayor involucramiento ciudadano a través del voto y de otras formas de acción política. En términos de participación, la percepción juvenil considera el voto y las manifestaciones como expresiones complementarias y justificadas de participación ciudadana. Además, el manifestarse se presenta como una forma de participar en política especialmente en situaciones en las que las instituciones no responden a las demandas sociales. Gran parte de las y los jóvenes también percibe que su involucramiento en manifestaciones, activismo digital o movimientos sociales tiene el potencial de generar cambios significativos en el sistema político, lo cual refuerza su compromiso con una ciudadanía activa y crítica.
Para terminar, se observa que para una importante parte de las y los jóvenes, el voto, las manifestaciones y el activismo digital representan formas de participación que no son excluyentes, sino que se fortalecen mutuamente en una expresión conjunta orientada al cambio social. Este enfoque resalta la complejidad y dinamismo de la participación juvenil, en la que el compromiso con los asuntos públicos trasciende los límites de lo institucional, recordándonos el valor de las diversas formas de participación en democracia.