CARTAS CAE: Cobrar para condonar o condonar para cobrar
01.11.2024
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01.11.2024
Señor Director:
El proyecto de ley que crea el nuevo sistema de financiamiento de educación superior (FES) estima importantes ahorros fiscales, desde el momento en que se implementa. ¿Cómo es posible que un proyecto que, establece un nuevo sistema con un pago contingente al ingreso, condona parte de las deudas estudiantiles y elimina el copago de los estudiantes, genere ahorros?
La verdad, el FES por sí solo es deficitario, el mismo informe financiero lo explicita; al año 10 de funcionamiento se desembolsarían alrededor de 310 mil millones de pesos más que los que se recuperarían. ¿Cómo se paga entonces? Fácil, se eliminan algunos beneficios actuales (las becas) y se restringe la expansión de otros (la gratuidad).
Recordemos que la gratuidad en educación superior aplica para los primeros 6 deciles (el 60% de la población más vulnerable). Adicionalmente, quedó dispuesto en la ley que establece la gratuidad, que esta se irá expandiendo a medida que el Gobierno vaya teniendo mayores recursos. Las proyecciones presupuestarias del estado sugieren que esta se expandiría al decil 7 el año 2028 y al decil 8 el 2030. Entonces, al decir que la gratuidad ya no ocurrirá estos años, sutilmente se puede considerar que existen ahorros desde el año 2028 por este concepto.
Por otro lado, irónicamente, el financiamiento de la condonación se sustenta de realmente cobrar a los deudores. A cambio de condonar una parte de la deuda, ahora no habrá escapatoria, los cobros se descontarán por planilla (similar al pago a las AFPs). En la práctica, se pasaría de una condonación implícita (actualmente no se realizan esfuerzos activos por recuperar la deuda de los morosos) a una condonación explícita de una parte de la deuda con una cobranza efectiva de la parte restante.
¿Qué pasa con la eliminación del copago estudiantil (exceptuando el decil 10), es decir, de donde proviene el dinero que antes pagaban los estudiantes para complementar sus créditos estudiantiles? Aquí también el proyecto lo soluciona de manera fácil; de ninguna parte. Simplemente las instituciones de educación superior dejarán de recibir estos ingresos y que se las arreglen como puedan.
Por último, existirían ciertos ahorros asociados a la eliminación de la banca en el nuevo sistema. En la realidad de los hechos, los últimos años el BancoEstado ha sido el único que participa de las licitaciones, por lo que el ahorro sería más bien un traspaso desde un ente estatal a otro.
Al final, parece que la única vía para lograr un sistema sustentable pasa por lograr cobrarle a los estudiantes, ya sea con condiciones más ajustadas a su situación o con mayores flexibilidades. Para algunos, no será sorpresa; la plata tiene que venir de algún lado.