Cómo se escucha la voz de la IA en la Educación
13.08.2024
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13.08.2024
Dos profesionales de la Educación evalúan las potencialidades y riesgos pedagógicos del modo de voz avanzado de ChatGPT-4o (versión alfa). En columna para CIPER describen su experiencia: «Los resultados iniciales son prometedores, demostrando que esta tecnología puede ofrecer explicaciones personalizadas y mediadas de manera efectiva.»
La educación, como un ecosistema dinámico y en constante evolución, se encuentra hoy en una encrucijada muy interesante, marcada por la irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) como una fuerza transformadora de potencial sin precedentes [JOSEPH & BINDU, 2023; LÓPEZ AGUADO et al., 2024]. En el ámbito educativo, entre oportunidades y desafíos, la IA puede democratizar el acceso al conocimiento y automatizar diversas acciones, facilitando los procesos de aprendizaje. Sin embargo, también plantea cuestiones de tipo ético, y el riesgo de que los estudiantes posterguen ciertas habilidades.
Hace unos meses, OpenAI presentó con gran entusiasmo una serie de funcionalidades multimodales de su nuevo modelo GPT-4o. Tras una espera de algunos meses, hace unas semanas se liberó, aunque solo para algunos usuarios, una de estas funcionalidades en su versión alfa: el nuevo modo de voz avanzado de ChatGPT-4o. Hemos tenido acceso a esta tecnología y explorado sus potencialidades pedagógicas, así como las oportunidades que podría ofrecer tanto para profesores como para estudiantes.
A través de una experiencia conversacional e inmersiva con esta tecnología [ver video de los autores], hemos sido testigos de cómo la IA puede convertirse en un factor crucial para potenciar los procesos educativos. Enriqueciendo la experiencia de enseñanza y aprendizaje, la IA abre un abanico de posibilidades para personalizar la educación y adaptarla a las necesidades individuales de cada estudiante mediante la interacción por voz.
Podemos imaginar un aula donde la interacción con el conocimiento trasciende las barreras tradicionales, y la voz de la IA se convierte en un guía personalizado que acompaña al estudiante en su viaje de aprendizaje. ChatGPT-4o, con su capacidad de interacción fluida y natural, podría convertirse en un asistente virtual que responde preguntas en tiempo real, proporciona explicaciones adaptadas a diferentes estilos de aprendizaje y guía al estudiante a través de un laberinto de conocimientos de manera dinámica y atractiva. Ahora bien, todo esto presenta, también, una serie de desafíos como parte de la interacción, y que todavía está en plena revisión de sus efectos, así como los consabidos problemas de alucinaciones, sesgos y discriminación; los que, sin la mediación de un profesional, pueden afectar el proceso de aprendizaje.
En nuestra exploración de las potencialidades pedagógicas del modo de voz avanzado de ChatGPT-4o (versión alfa), realizamos diversas pruebas para evaluar su capacidad en la enseñanza. Los resultados iniciales son prometedores, demostrando que esta tecnología puede ofrecer explicaciones personalizadas y mediadas de manera efectiva.
Un ejemplo claro de su potencial se observó al enseñar conceptos complejos, como la transposición didáctica. Al solicitarle que dramatizara una lección sobre este proceso, el Modo de Voz Avanzado lo comparó con un chef que adapta una receta complicada para cocineros principiantes, haciendo que el concepto sea más fácil de entender. Esta capacidad de simular emociones y dramatizar historias puede ser clave para captar y mantener la atención de los estudiantes, aunque se debe estar alerta en torno a los sesgos que puede aplicar en este tipo de situaciones.
De igual manera, al explicarle un proceso histórico, como la caída del Imperio Romano, observamos que el modelo inicialmente lo hacía de manera plana. Sin embargo, al pedirle que integrara mayor expresividad e interacción en una situación simulada con estudiantes, ChatGPT-4 asumió un rol más activo y dinámico, adaptando su enseñanza a diferentes estilos de aprendizaje y necesidades educativas especiales. A lo largo de las pruebas, ChatGPT-4o demostró su versatilidad al asumir roles específicos, como el de un profesor de historia, un tutor de idiomas o un profesor que enseña a un niño con necesidades educativas especiales. Si bien es fundamental proporcionarle instrucciones claras y datos contextuales para obtener resultados óptimos, estas capacidades demuestran un potencial significativo en su rol como asistente de procesos educativos, dado que, en general, el dominio de los contenidos no presenta problema, como tampoco la capacidad de adaptarlos según se requiera a un contexto o edad. Más bien, los problemas pueden estar en alucinaciones y sesgos que deben ser interpretados por los docentes.
Otra de las pruebas interesantes que realizamos fue evaluar la capacidad del Modo de Voz Avanzado para desarrollar habilidades de pensamiento crítico y resolución de problemas en una situación didáctica simulada y específica. Solicitamos que simulara un escenario de ramificación, una técnica en la que los estudiantes se enfrentan a situaciones complejas, toman decisiones y exploran las diferentes consecuencias de sus elecciones. En este caso, el modo de voz avanzado logró asumir el ejercicio propuesto, generando un escenario de toma de decisiones que podría fomentar significativamente estas habilidades en los estudiantes.
En términos evaluativos la capacidad del modelo para proporcionar retroalimentación inmediata y personalizada es un aspecto fundamental para el aprendizaje significativo. En la demostración, pudimos observar cómo ChatGPT-4o puede evaluar el conocimiento de un estudiante sobre un tema específico, guiándolo a través de preguntas y pistas para que descubra las respuestas por sí mismo, fomentando así un aprendizaje más profundo y autónomo.
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Si bien es cierto que esta tecnología aún se encuentra en fase de desarrollo, las potencialidades que ofrece, al menos desde nuestro punto de vista, son innegables. La capacidad de ChatGPT-4o para adaptarse a las necesidades individuales de cada estudiante, proporcionar retroalimentación inmediata, fomentar la participación activa y desarrollar habilidades de pensamiento crítico lo convierte en un recurso gravitante para la educación del futuro. [CARRASCO et al., 2022; MURAD et al., 2023; TAPALOVA & ZHIYENBAYEVA, 2022] Esto abre un escenario favorable para los procesos de autoaprendizaje y la democratización del conocimiento a nivel mundial, ya que solo requiere de acceso a la red. Sin embargo, también es necesaria una alfabetización digital que permita aprovechar las potencialidades de la tecnología y conocer sus límites actuales.
Es importante destacar que la IA no pretende reemplazar las tareas docentes, sino complementarlas y enriquecerlas. La figura del profesor sigue siendo fundamental para guiar el proceso de aprendizaje, fomentar la interacción social, promover valores y desarrollar habilidades socioemocionales. Sin embargo, la IA puede servir como un apoyo valioso, permitiendo a los docentes optimizar su tiempo y acompañar a los estudiantes en ciertos temas, especialmente en lo relacionado con el desarrollo de habilidades.
La incorporación de la IA en la educación es un desafío que requiere una reflexión profunda sobre su uso ético y responsable. Es fundamental que los profesores se capaciten en el uso de estas herramientas y que se desarrollen estrategias pedagógicas que permitan integrar la IA de manera efectiva en el aula.[HOLMES et al., 2021]. No se puede negar el rápido avance de esta tecnología y la adaptación de los estudiantes; por ello, es necesario que los docentes aprovechen sus ventajas, ajusten sus prácticas evaluativas y fomenten en los estudiantes el uso ético de la misma. Esto permitirá que los estudiantes sigan fortaleciendo habilidades clave en el entorno escolar, habilidades que podrían perderse o disminuir si se depende excesivamente del uso de la IA sin control y regulación.
Asimismo, es crucial concientizar a las familias y establecer procesos de formación en los establecimientos educativos. Estas instancias deben orientarse a proporcionar herramientas que faciliten la tutoría hacia los niños, y a exponer las fortalezas, oportunidades, desafíos y amenazas de esta tecnología. En definitiva, la IA se presenta como una herramienta con un gran potencial para transformar la educación y ofrecer nuevas oportunidades para profesores y estudiantes. El desafío ahora es aprovechar al máximo las potencialidades de esta tecnología, integrando la IA de manera responsable y ética en el aula para construir un futuro educativo más inclusivo, personalizado y efectivo.