CARTAS: Diez años del PACE para la Educación Superior

Estimado director: En estas fechas se cumplen diez años del Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo a la Educación Superior (PACE), cuyo objetivo es proporcionarles herramientas y estrategias académicas a aquellos estudiantes que históricamente han sido excluidos de esta área. Se busca que, mediante una administración, docencia y gestión efectivas, quienes acceden al PACE alcancen mayores aprendizajes y logros. 

Dicho programa ha sido ejecutado en 29 instituciones de Enseñanza Superior (ES), y en una gran cantidad de establecimientos educacionales desde Arica hasta Punta Arenas, con el objetivo de avanzar en una educación más inclusiva y acompañar a cada estudiante según su contexto específico. Sin embargo, el programa ha enfrentado y sigue enfrentando una serie de desafíos a lo largo del tiempo.

Uno de estos desafíos es la crítica que hacen los estudiantes que son los primeros en ingresar a instituciones de ES, quienes mencionan que el programa tiene una comunicación deficiente y un trato despersonalizado, además de dificultades educativas y sociales (Guerrero y Rivero, 2022). Otro de los grandes problemas del PACE es que considera solo a los estudiantes talentosos que están en contextos vulnerables en establecimientos educativos públicos. ¿Pero qué sucede con aquellos estudiantes altamente talentosos de colegios con altos porcentajes de vulnerabilidad social? Una serie de investigaciones plantean que este tipo de estudiantes tiene problemas para adaptarse al ingresar y permanecer en la universidad, que presentan altos niveles de deserción en sus primeros dos años, así como bajo apoyo familiar y social, y problemas vocacionales (Pascarella, Pierson, Wolniak, Terenzini, 2004; Quaresma, Villalobos y Roa, 2002).

Por tanto, aunque el programa PACE ayuda a ingresar a la universidad, su enfoque académico debe considerar también aspectos sociales, tales como apoyo emocional, apoyo económico, promover salidas a universidades y ayudar a estudiantes talentosos de otros establecimientos con altos niveles de vulnerabilidad. De esta manera, estos estudiantes podrán permanecer en los espacios que históricamente les han sido negados.