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Comentarios (9)

Carlos Araya Vera | 10.04.2024
En el fondo, es el Estado quien financia toda la educación en Chile. Ya sea a través de estos seudos colegios privados, o becas, o crédito universitario. Hay padres que alegan que se debe otorgar a los subvencionados el derecho de elegir sus programas de estudios, comparto absolutamente su idea, siempre y cuando sean los padres quienes financien la totalidad de los aranceles. El Estado tiene la obligación de dictar las directrices de los programas educacionales. Si lo hicieran los privados, muchas partes de la historia sufrirían grandes cambios, como desconocer que SI en Chile hubo una cruel dictadura.
Manuel | 09.04.2024
¿Cuántos premios Nobel de literatura nos ha dado la educación subvencionada o privada?... Para los defensores del modelo educativo, la educación que sus hijos reciben es cara y mala... Los estudiantes llegan a las universidades y no saben leer ni escribir (literal observación en aula). Ahora claro, tienen toda la "libertad"para entregarles una educación mediocre basada en la simple iterancia. Los defensores de este modelo creen que el Estado "adoctrina" cómo si en los colegios privados no negaran la historia y enseñaran religión como si fuera verdad... Tan perdido este pobre país y tan pobre intelectualmente... Estamos condenados a la miseria y subdesarrollado eternos...
Luis Carretero | 08.04.2024
No logro entender como algunos siguen sosteniendo que es el "Estado" el que debe definir que se enseña y a que colegio o escuela se debe ir . Los padres han venido diciéndole al "Estado" que prefieren un tipo de colegio o escuela que otro. Pero el "Estado" quiere ponerle todas las trabas posibles. Si se le permitiera a los subvencionados y a los particulares ofrecer sus propios programas y que fueran los padres los que decidieran en vez del "Estado" que, cuando y como sus hijos reciben su educación, el "Estado" se quedaría sin alumnos a quien adoctrinar y con quien justificarse. Adicional a ello y como nos han tratado de concientizar, todo lo que hubiera hecho la "Dictadura" es malo, sin evaluar su mérito. La libertad conlleva responsabilidad. Cuando las decisiones las toman otros por nosotros (Estado, donde, que y cuando estudiar) se llama esclavitud, ya que nos libera completamente de la responsabilidad de la toma de decisiones.
JORGE BENAVIDES | 07.04.2024
Lo dije hace 30 años y lo mantengo ahora, con 35 años de experiencia, aumente la subvención en los colegios públicos, aumente los sueldos de los profesores no va a mejorar la calidad de los aprendizajes en los colegios públicos, los datos actuales dicen que existen un adulto por cada 9 estudiantes mientras que en los particulares subvencionados existe 1 adulto por cada 16 estudiantes, y estos últimos tienen mejores resultados. los colegios públicos cuentan como apoyo a la labor docente un gran numero de profesionales, entre ellos psicólogos, trabajadores sociales, educadores diferenciales, psicopedagogas, fono audiologas, terapeutas, asistentes de aula, equipos técnicos directivos completos y otros. la evaluación docente es un chiste, se prepara una clase especial solo para el día de la evaluación, nunca mas se repite, el portafolio se realiza con la ayuda de otros colegas que conocen los criterios de evaluación, este sistema no mejora la educación solo sirve para que los profesores mejoren su sueldo, no hay incentivo a la capacitación permanente, para ser mejores pedagogos, la formación de los profesores sigue siendo en muchos institutos de muy mala calidad y sumado a ello el excesivo intervencionismo con políticas educativas desde el ministerio de educación que siempre apuntar a disminuir las exigencias a los estudiantes, queda claro que a ninguna autoridad publica les interesa de verdad la calidad de la educación, comenzando por el propio presidente de la republica, que llego a la moneda juntamente por su lucha por la educación. no necesitan una comisión de expertos para arribar a estas mismas conclusiones
Jaime Liguencura | 07.04.2024
Además de lo dicho por la Profesora, en gran medida de acuerdo con su mirada del sistema educativo, agregar que es una aberración en el Sistema Público o Municipal, aún, que se le reduzca al Colegio, o se le descuente por el porcentaje de inasistencia mensual. A quién se castiga con ese descuento. Paradojalmente, se castiga a los que están asistiendo normalmente. Pues con menos plata mensual hay que cubrir los mismos gastos. Falten 5 o más estudiantes, igual hay que atender y financiar las necesidades permanentes del porcentaje que asiste normalmente a clases. Hay que cancelar igual los gastos de transporte, etc. Si faltan, ejemplo, 20 niños de ocho cursos. A caso hay que descontarle su renta a los docentes, acaso descontar ese porcentaje al servicio de transporte escolar. De dónde y cómo cubre el Municipio el descuento mensual que hace el Estado por la inasistencia escolar. Para mí lo más razonable es cancelar por la matrícula total del Colegio y no por la asistencia promedio mensual. O cancelar por la matrícula mensual. Por la matrícula y no por la asistencia media. Entonces se está haciendo lo que hace todo ser desvalido, marginado, esto es condicionar la matrícula a quiénes faltan demasiado a clases. Y cómo reacciona el apoderado/a, lo traslada a aquel colegio que lisa y llanamente omite la asistencia mensual real por otra sobredimensionada, es decir, altera la estadística, en caso contrario cae en "suicidio financiero mensual" Lo otro, Liceos Municipales con exceso impresentable de estudiantes por curso, etc.
lilian olivares lanas | 06.04.2024
Lo que plantea don Juan Salcedo es la triste realidad, sólo que independiente de si la procedencia del estudiante es de clase media (el sueño de muchos) o clase baja , según nomenclaturas antiguas (hoy sólo ricos y pobres), el sistema educacional debe replantearse en todos los niveles. Viví la experiencia de insistir en que los estudiantes, con los cuales debía compartir mis conocimientos y experiencia profesional, eran quienes debían incorporar nuevos conocimientos, por lo que la facilitación vía power point no la utilizaba a la vez que demandaba lectura de textos en forma permanente, me calificaron de "fregada" en términos elegantes, eran clases a nivel de instituto profesional en el cual una jefatura académica lisa y llanamente planteó y, por tanto, exigió, que "si la planilla de notas no era enteramente azul, era de exclusiva responsabilidad de quien impartía la clase". Fué impactante escuchar dicho planteamiento pues ese futuro profesional iba a enfrentar el mundo laboral sin las bases mínimas requeridas para su desempeño ya que, había que aprobarlo si o si. Total los padres ya habían firmado el pagaré de cuotas anual y el título debía ser otorgado pues la institución había "cumplido". Me encantaba hacer clases aunque no soy titulada como tal, pero todo tiene límites y no compartir una política de irresponsabilidad para con el proceso formativo de esos futuros profesionales me pasó la cuenta, no volví a ser convocada para realizar esa labor.
Jesica Donoso | 06.04.2024
La educación pública estatal cuenta con muchos más subsidios, que la educación particular subvencionada gratuita. Nuestro sistema tiene estudiantes de primera y segunda categoría, respecto de los fondos postulables y acceso a financiamiento para la mejora. La columna anterior contiene mucha ideología más que realidad!
Carlos Anriquez | 05.04.2024 | Socio/a poco
El profesor Donoso tiene razón en la descripción de los síntomas observables en el sistema educativo chileno y sus subsistemas público y particular subvencionado. Respecto de las causas, coincidiendo en que eso que llaman mercado educativo (que no es exactamente un mercado natural) es la causa principal de los problemas que resume, privando al Estado de una tuición efectiva sobre el sistema. En lo que no coincido, es que este modelo esté atado a la constitución vigente. Ningún artículo, inciso u oración de la constitución vigente señala que el financismiento de la educación deba ser via subsidio a la demanda. Esta foma de financiamiento está regulada por una ley ordinaria, ni siquiera tiene rango de ley orgánica constitucional. De modo que el modelo de mercado en educación podría terminarse sin ninguna necesidad de cambiar, o siquiera modificar la constitución. Por otra parte, es muy incoherente que un artefacto social como este modelo de mercado - que no es mercado natural, sino un cuasi mercado - haya dadolugar a la frondosa burocracia que lo rodea convarias consignas atractivas - equidad, derechos, calidad, inclusión, etc, - todos inclumplidos y no se haya hecho lo único que permitiría avanzar deverdad en el cumplimiento de esas consignas: terminar con el modelo de financiamiento y cambiarlo por otro que financie al prestador del servicio (podríamos incluso dejar de tratarlos como "proveedor" y "consumidor" de educación).
Juan Salcedo | 05.04.2024
Interesante reflexión, pero el papel aguanta mucho. La realidad en las escuelas públicas y subvencionadas es otra. Desde hace casi treinta años se fue perdiendo casi en su totalidad el "rigor" de había en el proceso de enseñanza. Es más, ahora estamos invadidos por el exceso de "derechos" que limitan el mismo proceso y la labor docente que año tras año vamos capacitando, aprendiendo, estudiando y entregando a nuestras y nuestros estudiantes (soy docente con más de 20 años en el aula básica y media). Las escuelas subvencionadas le restan recursos a la educación pública. La ley de inclusión llevó al suelo a las escuelas y liceos emblemáticos, la superintendencia de educación solo favorece a los padres y apoderados que generalmente son de aquellos estudiantes más conflictivos, sin normas ni hábitos y que van a la escuela para que los cuiden y no para que aprendan. El exceso de derechos va siempre, por sobretodo en estos últimos 15 años en lograr más con el menor esfuerzo y exigencia. Quiero dejar en claro que "no son todas/os los estudiantes así", pero hay un grupo que se hace muy fuerte en cada curso y en cada escuela. Reclaman por todo, no les gusta que les exijan, que les pongan límites, no cumplen con las fechas de pruebas y entregas de trabajo, siempre tienen una excusa, y reclaman y reclaman; y la dirección y equipo de gestión del establecimiento le carga la mano al docente (era que no) y nos obligan a bajar la exigencia, la escala, hasta que "alcance lo óptimo" y salve con una nota azul. Increíble por decir lo menos. Y a final de año te despiden o no te renuevan porque eres muy exigente. Y así, las y los estudiantes pasan de curso sin las competencias mínimas. Y al año siguiente lo mismo. Entonces el establecimiento baja casia cero las repitencias (de los que debieran realmente repetir) y se hace de un "buen prestigio"... "el colegio es bueno" se datean entre padres y apoderados. Y eso es falso. Cada día salen más y más jóvenes sin capacidades reales que le permitan enfrentar la vida del adulto y la vida laboral. No tienen hábitos de estudio ni de trabajo; no desarrollan el pensamiento crítico (que no es lo mismo que reclamar por reclamar); no comprenden lo que leen; no fundamentan su propio discurso; hablan mal, para que decir como va la escritura; y en lo que se trata de conocimientos generales, nada. Entonces, están saliendo muchas "mano de obra barata". Y con esto tampoco quiero quitar responsabilidad a la educación pública, donde pasa exactamente lo mismo. Ya no se puede ser riguroso en el proceso de aprendizaje, porque "el niño se estresa, se siente insultado". Me parece que la falta de rigor le pasó la cuenta a la educación de nuestro país. La educación chilena "es el único servicio que la gente paga (o el estado paga) para que sea malo. Mientras menos exigencia, mejor; mientras menos lecturas, mejor; mientras menos desarrollo de la mente, mejor; mientras no me "llamen la atención por llegar tarde, por faltar, por no hacer mis tareas y trabajos, por no copiar de la pizarra, por no trabajar y aprovechar las horas de clases, mejor, siempre mejor. Mientras menos para obtener más, eso es mejor". ¿Acaso alguien va al médico para que este haga mal su trabajo? ¿acaso alguien le paga al maestro para que deje la cañería chorreando? Obvio que no. Pero tratándose de educación, mientras menos desgaste y pase y pase de curso hasta obtener "un cartón" que no pesa ni lo que pesa la hoja misma, mejor. Así estamos mal. Entonces, más allá si el establecimiento es subvencionado o público, si no nos dejan hacer nuestro trabajo, que para eso estudiamos años y años en la universidad, no habrá política educativa que funcione. Y estamos en la OCDE. Como si eso nos hiciera mejores. Tenemos todos los números en rojo de cualquier tema relacionado con la OCDE. No por nada las universidades hace varios años que tienen que hacer nivelación en Lenguaje y Matemáticas a sus mechones. Entonces uno se pregunta ¿y que fue a hacer durante los 12 años de educación básica y media? Alguien me dirá "pero la familia es un pilar fundamental para que esa o ese estudiante logre sus metas y objetivos y aproveche su proceso educativo. Claro, son la media, pero con el resto no nos dejan hacer nuestro trabajo. Para que voy a explicar otra vez el por qué. En fin. sin rigor y las reglas bien claras, ni el establecimiento más caro o gratuito va a lograr realmente su objetivo natural: entregar enseñanza de calidad y equidad.
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