SU FAMILIA POSEE UN PREDIO AVALUADO POR EL SII EN $30 MIL MILLONES QUE EL SENADOR NO HA TRANSPARENTADO
El desconocido negocio inmobiliario que reportó $4.200 millones a la familia del senador Fidel Espinoza y su nexo con constructora
27.03.2024
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SU FAMILIA POSEE UN PREDIO AVALUADO POR EL SII EN $30 MIL MILLONES QUE EL SENADOR NO HA TRANSPARENTADO
27.03.2024
La familia del senador del PS tiene un predio en Puerto Montt con una tasación fiscal de $30 mil millones. Lo adquirió porque en la época de la UP su padre lideró una “toma” y logró que los dueños del terreno le firmaran una promesa de compraventa a bajo precio. Aunque fue ejecutado tras el golpe de Estado, su familia consiguió hacer efectiva la promesa y adquirió el terreno de casi 109 hectáreas. En 2009 cambió su uso de suelo de agrícola a urbano y su valor se disparó. En 2017 la familia vendió una parte en $4.200 millones. La compró el empresario José Miguel Martabid, hermano de un constructor con múltiples proyectos de vivienda social que han sido “apalancados” por Espinoza. En la EGIS que desarrollaba esos proyectos trabajaba un primo del parlamentario. El senador no ve conflictos de interés en estas relaciones, pero admite que no había declarado correctamente, hasta ahora, su participación en el valioso predio familiar.
En noviembre de 2017, la familia del senador Fidel Espinoza (PS) vendió una parte del terreno que posee en el sector de Chinquihue, Puerto Montt. El predio originalmente totalizaba unas 109 hectáreas y en esa compraventa los Espinoza Sandoval se desprendieron de 47. Hasta ahora, el parlamentario y presidente de la Comisión de Vivienda del Senado no había transparentado que ese negocio se selló por $4.200 millones pagados por dos inmobiliarias de José Miguel Martabid. Tampoco que proyectos de viviendas que él ha apoyado -agilizando subsidios y consiguiendo terrenos – son edificados por la empresa de Melcon Martabid, hermano del empresario que compró las tierras familiares. Además, el parlamentario tampoco ha transparentado que uno de sus primos, Claudio Flores Sandoval, fue lobbista de una Entidad de Gestión Inmobiliaria Social (EGIS) que ha desarrollado proyectos de Melcon Martabid.
Espinoza afirma que él no participó en las negociaciones de los terrenos que su familia vendió, porque fue su hermano Ramón -exalcalde de Frutillar, hoy asesor del gobernador de Los Lagos, Patricio Vallespín (DC) y concejal de Frutillar-, quien se encargó del negocio con Constructora Manitoba SpA e Inmobiliaria Quebec Limitada, ambas de José Miguel Martabid.
Tampoco se acordaba inicialmente del monto que recibió por la venta del terreno, ni del total que se pagó por la transacción. Ambas cifras las confirmó horas después de reunirse con CIPER el miércoles 13 de marzo en su oficina del Congreso.
Melcon Martabid posee Constructora Ararat SpA, empresa que se dedica al desarrollo inmobiliario en la Región de Los Lagos. A diferencia de su hermano José Miguel, él se aboca casi exclusivamente a la construcción de casas con subsidios. Ambos hermanos trabajaron juntos hasta 2014. De hecho, Melcon llegó a representar legalmente algunas empresas de José Miguel.
Tal como ocurre ahora en el Senado, Espinoza integró la Comisión de Vivienda de la Cámara cuando fue diputado. En esas instancias ha empujado proyectos de la constructora de Melcon Martabid. De acuerdo con información solicitada vía Transparencia al Serviu, desde 2017 el empresario ha trabajado en al menos 12 proyectos con la EGIS Casa Activa (vea esa respuesta), pero CIPER detectó uno más (Proyecto Villa Los Lagos, de Fresia). El primo del senador, Claudio Flores, por años fue lobbista de Casa Activa. Esta EGIS fue constituida en 2011 por la exsocia de Flores, Mónica López. Ambos tuvieron la EGIS Aseviv, la que tuvo que dejar de funcionar por una sanción de la Seremi debido a acusaciones de eventuales cobros indebidos a personas que integraban comités de vivienda.
El parlamentario y el empresario han sostenido reuniones con autoridades y comités de vivienda para “apalancar” proyectos de vivienda en más de una oportunidad. También ha habido reuniones de Flores con Espinoza o bien con Melcon Martabid con idéntico propósito. Y, en esa alianza, el senador juega un papel angular para agilizar proyectos, conseguir terrenos y empujar subsidios.
CIPER consultó al senador si, a partir del negocio que las sociedades de José Miguel Martabid realizaron con los Espinoza Sandoval, no consideró que había un conflicto de interés debido a que él ha hecho gestiones que sirven para que se concreten los proyectos desarrollados por su primo y el hermano del empresario con el que su familia pactó un millonario negocio.
Asimismo, le preguntamos por qué los terrenos que no fueron vendidos a Martabid, más de 62 hectáreas que todavía posee su familia, están subrepresentados en su Declaración de Interés y Patrimonio (DIP). Según el certificado del Servicios de Impuestos Internos (SII) el avalúo fiscal vigente del predio se cifra en $30 mil millones, pero el senador señaló en su última DIP que su valor fiscal es de solo $945 millones. En conversación con CIPER, el senador asumió que, sobre este punto, hay errores en sus declaraciones, pero descartó que haya querido ocultar su patrimonio.
En estos últimos días de marzo los funcionarios y autoridades públicas deben entregar su nueva DIP anual, ocasión en que el senador tendrá oportunidad de hacer las correcciones. En todo caso, su hermano Ramón Espinoza, sí hizo una corrección en su DIP de 2023. En noviembre pasado incluyó el avalúo fiscal correcto del terreno.
Según explicó el parlamentario a CIPER, su familia no está de acuerdo con la tasación fiscal de $30 mil millones calculada por el SII, por lo que presentaron una solicitud de reconsideración. Con ese valor, dijo, deben pagar cuotas trimestrales de $172 millones en contribuciones. De hecho, confirmó que no han pagado ese impuesto desde junio de 2023, porque esperan conseguir cambios en el cálculo. CIPER consultó el pago de contribuciones en la web del SII y el rol de ese predio registraba una deuda de $1.068 millones.
El senador dijo a CIPER que en su familia piensan que hay una “mano negra” en el SII: “Vamos a establecer un juicio contra Impuestos Internos porque nosotros creemos que hay una mano negra para subirle el valor a ese terreno, de tal manera que tú no puedas pagar las contribuciones. Esto, desde que yo denuncié los actos de corrupción, lo de las fundaciones, el Caso Convenios”.
Pero, las fechas no cuadran con las sospechas del parlamentario: el Caso Convenios estalló recién el 16 de junio de 2023 y la primera cuota que el SII le cobró a la familia con los nuevos valores vencía ese mismo mes, por lo que fue calculada mucho antes de que apareciera la denuncia por fraude al fisco contra la Fundación Democracia Viva, ligada al Frente Amplio.
Sobre los posibles conflictos de interés relacionados con la venta de terrenos hecha por su familia en 2017, el senador dijo: “No tuve participación de ningún tipo ni en la negociación ni con empresarios, ni me senté a conversar nunca con José Martabid”. Y agregó: “Si alguna vez fui a firmar a la notaría, fue con posterioridad. Ni siquiera estuve con él de frente”.
Reconoce que ha empujado proyectos de Melcon Martabid y de la EGIS Casa Activa y asume que no ha transparentado su relación con ellos ni la venta del predio familiar que se hizo en 2017: “Asumo que hay que tener más resguardos. Si el día de mañana le vendo a alguien, a una constructora, lo voy a dejar establecido”, señaló.
Agrega que él no es responsable de que la EGIS vinculada con su primo sea “la que mejor trabaja en la región” y que “más se gana subsidios”. Recalca que él trabaja con todas las entidades patrocinantes y constructoras de la zona. Y a Melcon Martabid lo considera un “empresario ejemplar”, “un amigo”, “un tipo correcto”, distinto a su hermano José Miguel, quien a su juicio carece de “sentido social” en su trabajo.
El padre del senador Espinoza también fue parlamentario. Luis Espinoza era diputado del PS cuando, en el gobierno de la Unidad Popular, fue dirigente de una “toma” de terrenos que agrupó a unas 40 familias que anhelaban la casa propia. Los terrenos tomados pertenecían a la Sociedad Ganadera de Aysén.
Así lo relató el propio Luis Espinoza desde su escaño en la Cámara de Diputados, de acuerdo con el acta de la sesión del 21 de junio de 1972: “A raíz de que no tengo casa en qué vivir, trasladé mi residencia al sector de Chinquío, en los terrenos donde hace mucho tiempo existió el fundo Chinquío, de la Sociedad Ganadera de Aysén”. Contó, además, que había tomado posesión de un inmueble en esos terrenos, tras firmar con la misma ganadera una promesa de compraventa. Explicó también, que el resto del predio que rodeaba esa casa sería destinado a las 40 familias que estaban “en toma” en ese sector.
Tras el golpe de Estado, Luis Espinoza fue ejecutado en diciembre de 1973. En medio de ese difícil momento, su familia decidió poner en marcha un procedimiento judicial para hacer valer el compromiso de compraventa que él había firmado con la Ganadera Aysén para que esa compañía le vendiera, a muy bajo precio, los mismos terrenos de Chinquihue que 50 años más tarde se convertirían en un patrimonio multimillonario para los Espinoza Sandoval.
La historia no la cuenta el senador Espinoza, quien dice que solo tenía tres años cuando ocurrió todo esto. La cuentan personas que conocieron el proceso judicial que se abrió para que se concretara la promesa de compraventa. Según esta versión, la viuda de Luis Espinoza, Marta Sandoval, le pidió al abogado Sergio Elgueta que asegurara en tribunales el cumplimiento de la promesa. Elgueta, quien después se convirtió en diputado (DC), consiguió materializar la transacción.
Sin embargo, la Ganadera Aysén, quizás porque el golpe de Estado cambió la correlación de fuerzas en su conflicto con la “toma” o por otras razones que todavía se desconocen, se arrepintió de su acuerdo con el diputado Luis Espinoza y presentó el caso a la justicia para deshacer la transacción.
Finalmente, en 1982 las 109 hectáreas fueron inscritas a nombre de la sucesión de Luis Espinoza y pasaron a ser patrimonio de la familia del ahora senador Fidel Espinoza. Originalmente, era una suerte de rectángulo que iba desde la costa del Canal de Tenglo hasta la Ruta 5 Sur. Pero, la familia cedió a la Armada la parte del borde costero. Entonces, el terreno quedó compuesto por cinco paños, los que finalmente fueron fusionados en 2012.
CIPER constató que no se cedió terreno para construir las viviendas de las familias “en toma”, por lo que no se cumplió el anuncio que hizo en el hemiciclo de la Cámara, en 1972, el diputado socialista que fue fusilado. Pero, según la versión de Ramón Espinoza, hermano del senador, vendieron un terreno al Serviu donde sí se instalaron familias: “La propiedad que se compró a Ganadera Aysén y que se adjudicó por sentencia judicial, incluía justamente una puntilla donde se instalaron familias, que serían unas 40 (…). Alrededor del año 86, que yo me recuerdo, mi madre, que era la que tenía la representación de todos nosotros que éramos menores de edad, hizo una transacción con el Serviu para poder regularizar eso, ya que la propiedad estaba a nuestro nombre. Lo vendió a un precio bajísimo”, dijo. CIPER revisó documentos que indican que esa transacción con el Serviu se hizo en septiembre de 1986. El servicio le pagó a la familia como expropiación de terrenos.
En 2009, bajo el gobierno de Michelle Bachelet y cuando el alcalde de Puerto Montt era Rabindranath Quinteros (ambos correligionarios de Fidel Espinoza en el PS), la fortuna tocó a la puerta de la familia Espinoza Sandoval: un cambio en el Plan Regulador Comunal dejó los terrenos dentro del límite urbano de la ciudad, permitiendo el desarrollo inmobiliario en la zona. Entonces, el precio de los terrenos se multiplicó.
El 13 de marzo de 2019, Fidel Espinoza mencionó en un oficio diversas acciones que realizó como diputado en 2017 y que son reveladoras del entusiasmo con que se involucraba en gestiones ante entidades públicas para impulsar un proyecto inmobiliario que desarrollaría Melcon Martabid:
“En el último año del mandato de la presidenta Michelle Bachelet, junto con el entonces diputado Sergio Ojeda, de Osorno, conseguimos con los servicios públicos de nuestra región, la gobernación, Bienes Nacionales y otros organismos, apoyo para que 86 hectáreas que pertenecían al Ejército, fueran traspasadas al Ministerio de Bienes Nacionales para que, posteriormente, este se los entregara al Ministerio de Vivienda para dar solución al grave déficit habitacional de Osorno” (vea ese documento).
Y, en otra intervención que hizo Espinoza en 2017, el parlamentario apuntó a que la ministra de Vivienda de entonces, Paulina Saball (PPD), y su subsecretario, Iván Leonhardt (PS), dejaran “consolidado el plan de traspaso” antes que asumiera el segundo gobierno de Sebastián Piñera (vea ese documento).
Leonhardt fue director del Serviu de Los Lagos en el segundo gobierno de Bachelet, pero renunció para ser candidato a alcalde de Puerto Varas en 2016. En esa campaña recibió un cerrado apoyo de Espinoza y apenas cinco días después de haber perdido contra el exalcalde Ramón Bahamonde, fue designado subsecretario de Vivienda de Paulina Saball.
Los terrenos del Ejército fueron traspasados y la empresa que desarrollaría el proyecto sería la constructora de Melcon Martabid. CIPER constató que, en varias oportunidades, Espinoza ha colaborado en destrabar proyectos que ejecuta la empresa de Melcon Martabid o bien ha participado en eventos (como entregas de viviendas o inauguración de obras) relacionados con esa constructora. Y desde 2017 esa empresa ha trabajado con la EGIS Casa Activa, entidad de la que fue lobista Claudio Flores Sandoval, primo del senador.
Los terrenos entregados por el gobierno de Bachelet no pudieron ser usados porque se detectó que en la zona había un humedal y tras una ofensiva de un particular, la justicia determinó la paralización de las obras.
Pero el senador insistió con que se hicieran las construcciones en esos terrenos. Prueba de ello fue lo que el 20 de enero de 2021, señaló: “Ayer denunciamos en la Cámara de Diputados que un particular, a través de una orden de no innovar, pretende paralizar la construcción de viviendas sociales en el predio Baquedano, en Osorno. Han sido años de lucha junto a los comités de vivienda de la comuna para hacer realidad este anhelado proyecto. Por ello, le solicitamos al Serviu que realice todas las acciones necesarias para echar abajo este recurso”.
Estas son las gestiones hechas por Espinoza, o eventos en los que participó, en apoyo a proyectos en los que interviene la constructora Ararat, de Melcon Martabid:
El senador señaló a CIPER que, como parlamentario integrante de las comisiones de Vivienda de la Cámara y ahora del Senado, ha empujado proyectos de diversas constructoras y EGIS. Y que no considera que exista conflicto de interés en su relación con Melcon Martabid y la EGIS donde participaba su primo:
“No veo ninguna incompatibilidad. Mi hermano Ramón era el que llevaba todos los temas del negocio (con José Miguel Martabid)”, dice. “Esa entidad patrocinante, la de la señora Mónica López, que es de la UDI, es la que mejor trabaja en la región, es la que más gana subsidios”.
– ¿Cuánto tiene usted que ver con que esa entidad patrocinante, Casa Activa, ligada a su primo, sea la mejor de la región?
– Nada. Y eso quiero que quede muy claro, se lo puedes preguntar a 100 dirigentes, a 500 dirigentes que han trabajado conmigo. Yo jamás les he impuesto que trabajen con una entidad patrocinante ni con una constructora. Esa es una decisión soberana de la asamblea. A veces me preguntan ¿qué nos recomienda usted? Y siempre les digo: ustedes determinen (…). Si lo hace la entidad patrocinante A, B o C, me da exactamente lo mismo, mientras se construya la vivienda. Tengo 20 años en esto y llevo más de 15 mil familias. Podrías hablar con la Cámara Chilena de la Construcción, que son todos de derecha.
Melcon Martabid es parte de Cámara Chilena de la Construcción de Los Lagos, fue presidente de la entidad y todavía integra la directiva. Según el registro de lobby, en marzo de 2021, una de las primeras actividades parlamentarias que tuvo Espinoza fue, justamente, con la CChC de Puerto Montt, en una reunión virtual en la que estaba Melcon Martabid. La asociación gremial lo destacó en su portal oficial.
El senador señala que, en el futuro, si vende terrenos a una constructora, lo explicitará a la opinión pública.
– ¿Y se inhibirá de empujar proyectos relacionados con la empresa que le compra a su familia o con la EGIS donde participa su primo?
– Con Ararat (la constructora de Melcon Martabid) no lo podría hacer, por una razón muy sencilla: Melcon en particular es una persona tremendamente correcta. Es de las personas que más trabaja con viviendas sociales. Su hermano, no (…). Yo no me siento amigo de Melcon, porque nunca he visitado su casa…
– Él sí lo considera un amigo.
– Es que eso te iba a decir: yo lo considero un amigo, un tipo correcto, que desde mi punto de vista es un empresario ejemplar (…). No así su hermano, su hermano tiene problemas en Osorno, que yo mismo estoy viendo con la delegada, tratando de mediar para que los gallos cumplan con los contratos de unas construcciones que dejaron en pésimo estado. No con él, sino con su gente (…). Porque, a diferencia de su hermano, tiene cero sentido social.
– Pero, entendemos que sí ha tenido contacto con José Miguel Martabid.
– Nunca me he tomado un café, nunca me he reunido con él, nunca he estado en una oficina con él. Sí, por teléfono le he tenido que hacer algunas consultas. Una vez lo tuve que llamar por una consulta respecto a la venta del terreno (de su familia).
– Acaba de decir que no formó parte de esa negociación.
– Fue después, cuando mi madre quedó interdicta, para preguntarle sobre una parte de la venta.
CIPER también conversó con Melcon Martabid, quien señaló lo siguiente sobre la relación de él, su hermano y Espinoza:
“No tuve relación con la venta de sus terrenos, porque (el senador) también lo conoce (a su hermano). Yo trabajé 10 años con mi hermano. En ese tiempo, mi hermano, aparte de hacer viviendas privadas, hacía viviendas sociales. Y ahí también, el senador, en ese tiempo diputado, también estaba apoyando a las familias. Entonces, claro, así como lo conocí yo, lo conoció mi hermano. Después, yo seguí con mi empresa y yo soy pura vivienda social y siempre me lo encuentro en los proyectos (al senador) porque siempre apuntala proyectos”, dice el dueño de la constructora Ararat.
Melcon Martabid resume de la siguiente forma el rol del senador Espinoza: “Él consigue y hace gestiones para que se viabilicen los proyectos del comité hasta que se asignan los subsidios, después no participa y aparece en la inauguración”.
También confirma que trabaja permanentemente con la EGIS Casa Activa: “Desde que yo empecé que he trabajado con ellos”, dice, consciente de que Claudio Flores, el primo del senador, antes de padecer una enfermedad que lo alejó del trabajo, fue importante en el desarrollo de sus proyectos. Sin embargo, no cree que haya conflicto de interés. Aunque, entiende que se benefician partes que tienen un grado de relación y que eso puede ser cuestionado: “Justo hay una empresa que es de su primo, que tiene una entidad patrocinante que, claro, indirectamente se beneficia la entidad patrocinante también. Pero él apoya a comités de todo tipo”, asegura.
El abogado de Empresas Martabid, ligadas a José Miguel Martabid, Álvaro Gómez, señaló a CIPER que fue Ramón Espinoza quien se acercó en enero de 2017 a la inmobiliaria y manifestó su disposición a vender los terrenos familiares. Según explicó, esto ocurrió porque la empresa ya había adquirido años atrás, alrededor de 2006, otros terrenos en Chinquihue, aledaños a la propiedad de los Espinoza Sandoval.
El 24 de julio de 2017, la familia Espinoza recibió el primero de los seis pagos por el terreno de 47 hectáreas, el que se terminó de vender en noviembre de ese mismo año: $90 millones pagó Inmobiliaria Quebec Limitada en la primera cuota, según consta en la escritura pública archivada en el Conservador de Bienes Raíces de Puerto Montt.
Luego, el 23 de octubre de ese año, hubo un segundo pago de solo $5 millones. El 15 de noviembre, Quebec desembolsó otros $8 millones. Y el 17 de noviembre, culminó sus pagos traspasando $992.630.648.
Por su parte, Inmobiliaria Manitoba, el mismo 17 de noviembre, pagó un total de $3.086.369.352.
Según la última Declaración de Intereses y Patrimonio (DIP) que el senador oficializó en marzo de 2023, su parte del terreno corresponde al 20%. Sin embargo, en conversación con CIPER señala que lo pagado por Martabid se dividió en 50% para su madre -fallecida en septiembre del año pasado- y otros 50% para los cuatro hermanos. Cada uno recibió el 12,5% y según explica, lo que a él le correspondió del negocio fueron $523 millones. Aunque Ramón Espinoza se comprometió a enviar a CIPER documentación que respaldara el porcentaje del monto que recibió el senador, hasta el cierre de este reportaje eso no había sucedido.
Asimismo, Fidel Espinoza reconoce que sus DIP no se han ajustado a la realidad en lo relacionado con este bien raíz. En la última DIP (la de marzo de 2023) señaló tener el 20% de la propiedad, aunque ahora, en conversación con CIPER, reconoció que no era así. Además, en esa declaración se subrepresentó el valor fiscal del paño que todavía posee junto a sus hermanos.
De acuerdo con esa DIP del año pasado, el terreno completo tendría una tasación fiscal de $945 millones. Sin embargo, según el SII el predio posee un avalúo fiscal de casi $30 mil millones. A marzo de 2023, cuando hizo esa declaración, su madre todavía estaba con vida, por lo que, a él, como dice, le correspondía un 12,5%. Entonces, debió anotar en su DIP que su parte ascendía a $3.816 millones según el avalúo fiscal. Y se debe tener en cuenta que esa tasación fiscal siempre es más baja que el valor de mercado.
El parlamentario asegura que sólo se trata de errores y que no han intentado ocultar su patrimonio: “Jamás en la vida. No tiene ningún sentido esconder tu patrimonio. Todo el mundo sabe, por ejemplo, que tengo mi casa en Llanquihue y que mi casa se la entrego gratuitamente a las organizaciones sociales. Todo el mundo sabe que estoy construyendo un proyecto en Chinquihue con mis hermanos y que no tendríamos ninguna obligación de hacerlo. Pero con esto (las preguntas de CIPER), la verdad, me desmotivo totalmente de seguir armando algo así. Nunca he tenido afán de ningún tipo de esconder mi patrimonio (…) Cuando sepamos el valor real de los terrenos, lo vamos a consignar”.
Hoy la familia Espinoza Sandoval se encuentra en proceso de sucesión de esos bienes, lo que significará que de los terrenos que el padre del senador negoció con Ganadera Aysén, él poseerá el 25%. Aplicando el avalúo fiscal vigente, la parte del senador estaría avaluada en $7.632 millones.
Espinoza explica que con sus hermanos desean vender esos terrenos, pero que se encuentra en una disputa con el SII, porque a su juicio el avalúo del terreno es excesivo. Y por lo mismo, cuenta, hace ocho meses no pagan contribuciones:
“Estamos en un problema grave como familia, porque mi mamá murió en septiembre y nosotros como hijos hoy día estamos en proceso incluso de poner en riesgo nuestro patrimonio, porque nos están aplicando una contribución que sería impagable para cualquier ciudadano. Si no me equivoco, trimestralmente es más de $100 millones y nosotros consideramos que eso es un error que no se lo hacen a nadie y nosotros creemos que hay manos negras (…) Cuando ya sepamos nuestra deuda tributaria, vamos a tener que dejarlo absolutamente al día y eso va a significar tener que vender un paño de 10 a 20 hectáreas para poder cumplir con el SII”.
CIPER consultó al SII si se ha presentado un requerimiento para recalcular el avalúo fiscal de los terrenos. El servicio confirmó que efectivamente se presentó uno el pasado 20 de marzo, 7 días después de la entrevista entre CIPER y el senador Espinoza. Asimismo, en ese servicio confirmaron que la cifra de casi $30 mil millones de avalúo es correcta, explicando que el aumento se debe al acelerado desarrollo inmobiliario en esa zona: “En 2018 se aplicó un reavalúo no agrícola, que incorporó los nuevos valores reflejados por el mercado, considerando que el área en la cual se ubica este predio corresponde a un sector de desarrollo urbano en rápido desarrollo”, señalaron.
Requerido sobre el valor comercial del terreno, el senador dijo a CIPER: “Una hectárea hoy debiese estar sobre los $300 millones. Es lo que nosotros creemos debiese valer, pero no las 60 hectáreas son para ámbito habitacional, porque hay mucho terreno que tiene pendiente, quebradas. Entonces, hay un paño de 15 o 20 hectáreas que son inutilizables para habitación”.