CARTAS: Derecho al juego y la recreación
04.03.2024
Hoy nuestra principal fuente de financiamiento son nuestros socios. ¡ÚNETE a la Comunidad +CIPER!
04.03.2024
Señor director:
¿Existe un plazo para que los niños y niñas puedan jugar o recrearse en igualdad de condiciones? La Encuesta Nacional de Discapacidad y Dependencia (ENDIDE) 2023 reveló que existen un 14,7% de niños, niñas y jóvenes de entre 2 y 17 años con algún tipo de discapacidad. Como fundación vemos con mucha preocupación el poco o casi nulo avance en temas de accesibilidad universal en nuestros espacios públicos, como plazas y parques urbanos, para que estos sean utilizados por todos los niños y niñas, incluyendo a toda su diversidad.
En el año 2016 se publicó el decreto supremo 50, estableciendo plazos para la aplicación de las nuevas regulaciones para que los lugares de uso público, o aquellos que presten un servicio a la comunidad, se ajusten en lo mínimo en materia de accesibilidad universal. Para el caso de las áreas verdes, ya sean plazas o parques urbanos, el plazo para este ajuste fue de 8 años y aquel se cumple el 04 de marzo de 2024. Pero, ¿qué es la accesibilidad universal? Para aquellos que presentan algún tipo de dificultad en su interacción con entornos físicos y/o sociales, la accesibilidad universal es la herramienta o condición que permite igualar las oportunidades y derechos, ya sea para transitar por un lugar de forma segura, tener acceso a información o simplemente recrearse o jugar. Sin embargo, la falta de conocimiento de estos temas en quienes gestionan los espacios públicos verdes han dejado que el derecho al juego y la recreación en estos lugares sean un privilegio solo para una parte de nuestros niños, niñas y jóvenes. No está de más recordar que este derecho está definido en el artículo 31 de la Convención sobre los Derechos del Niño, el cual Chile ratificó el año 1990.
Como organización que vela por estos derechos, nos preocupa seguir viendo parques urbanos en donde sólo el hecho de llegar sea todo un desafío. El transporte, veredas, las calles y la falta de información en sitios web oficiales o señaléticas en dichos espacios, funcionan como barrera de acceso. Y cuando por fin llegas, te encuentras con muchas otras barreras para hacer uso del recinto en igualdad que el resto de las personas. Por ejemplo, el maicillo presente en el suelo de la mayoría de los parques dificulta la movilidad de forma independiente y segura para las y los usuarios de sillas de ruedas manuales. También existe una carencia de servicios higiénicos accesibles para personas usuarias de silla de ruedas, lo que acorta la estadía de la recreación en las actividades que allí se realizan, como talleres o eventos, los que además tampoco son accesibles para personas sordas al no contar con interpretación en lengua de señas chilena.
La importancia de reconocer los espacios públicos verdes como lugares de encuentro social, en donde se abrace la diversidad desde la infancia, es urgente. Nuestra infancia es parte fundamental si queremos avanzar en inclusión real y efectiva, en donde mediante el juego y la recreación aprendamos a conocernos desde nuestras diferencias, a convivir y educarnos sin estereotipos que generan prejuicios. Todos tienen el derecho a disfrutar e interactuar en los espacios públicos verdes. Les invitamos a tomar conciencia de aquello y a trabajar en conjunto buscando la disminución o eliminación de obstáculos para conseguir la inclusión real, aquella que se encuentra en lo cotidiano del día a día. Todas las personas, especialmente los niños y niñas, merecen entornos públicos donde se potencien sus habilidades y no su instinto de supervivencia.