CARTAS: El dolor anónimo de niñas y niños en el post incendio viñamarino

Señor director: Conforme van pasando los días y se va canalizando la ayuda a los sectores azotados por el fuego en distintas zonas de Viña del Mar, el foco noticioso también se va diluyendo: la muerte del expresidente Sebastián Piñera y los hechos de violencia en el inicio de la temporada del fútbol profesional masculino, parecen dejar atrás las urgencias de los sectores menos iluminados de la ciudad jardín. Ahí, lamentablemente, y como pasa tantas veces, hay un grupo de personas que son los más olvidados y relegados: la niñez sigue padeciendo un dolor anónimo en medio de esta catástrofe, y con todos los recaudos que hay que tener a la hora de tratarles a los menores en un contexto como este, siguen siendo escasos los espacios para ir desahogando su trauma e ir permitiéndoles continuar con su desarrollo psicosocial.

El llamado de Yael, la profesora de historia que hizo una urgente petición a través de las cámaras de Mega pidiendo ayuda psicológica y psiquiátrica para niñas y niños de las zonas afectadas, no hace más que evidenciar esta necesidad. “Si bien una herida o quemadura es importante, la salud psiquiátrica también lo es. Los niños no esperan, un adulto puede esperar, los niños no”, dijo Yael ante la cámara, exponiendo que, por ejemplo, a muchos niños les tocó ver morir a sus mascotas. Desde ahí es que iniciativas como “Escuelas Abiertas” en el Palacio Presidencial de Cerro Castillo constituyen una señal contundente y muy bien ejecutada, con el timing preciso. La apertura de este simbólico lugar de la región de Valparaíso para entregar un espacio de bienestar a los menores afectados por los incendios, congregando a Junaeb, Junji, el Ministerio de Deportes y UNICEF, entre otras instituciones, es un bálsamo en medio de todo lo que el fuego consumió y se llevó. Como fundación que trabaja hace más de 15 años con el deporte como una herramienta de desarrollo social en distintos contextos, entendemos y conocemos de cerca cómo el juego y el deporte se pueden transformar en aliados de resiliencia en un escenario como este. El deporte puede transformar realidades, y así nos hemos dado cuenta en el largo camino que hemos estado dispuestos a recorrer, con la metodología del Deporte para el Desarrollo como una bandera y haciéndolo mucho más que un slogan. Durante 2023 ejecutamos un programa junto a UNICEF en tres establecimientos viñamarinos de las zonas afectadas por los incendios de diciembre de 2022, y nuevamente estaremos desde donde podamos aportar para darle una voz y un espacio protegido a la niñez en medio del dantesco escenario que dejó el post incendio de este nuevo año.

No volvamos a relegar a la infancia a un segundo plano. Continuemos la senda de relevar sus problemáticas y sus necesidades. Que tengan sus rutinas y sus momentos de juego, es clave para aminorar el daño que han y están atravesando.

No olvidemos que el juego es una herramienta de sociabilización que nos permite expresar muchas cosas de las que nos pasan. Llevar a niñas y niños a espacios lúdicos, les permite a estos conectar con lo que les sucede y así ir buscando formas de expresar aquello. Y, como adultos, nos permite ver qué es lo que les está pasando: su forma de comportarse ante los juegos rutinarios puede ser distinta, por ejemplo, y eso es una señal de alerta a lo que tenemos que mirar respecto a otras necesidades y cosas que les están pasando a nivel sicológico o interno.