El director de compras de Las Condes, Pedro Carrasco, fue suspendido de su cargo tras el reportaje de CIPER que reveló que recibió cientos de depósitos en efectivo, además de que él y sus familiares utilizaban autos proporcionados por empresarios proveedores de la municipalidad. Desde el 15 de enero lo subroga Liliana Rojas, quien trabaja junto a Carrasco desde hace años. CIPER constató que la funcionaria también tiene familiares que utilizan un auto que pertenecía a uno de los fundadores de una sociedad que ha facturado más de $1.000 millones a Las Condes. La funcionaria dice que su hermana compró el vehículo para sus padres y que no supo de esa transacción.
El director de Compras de la Municipalidad de Las Condes, Pedro Carrasco, no solo está siendo investigado por el Ministerio Público y por la Contraloría General de la República. También fue suspendido de su cargo desde el viernes 12 de enero pasado. Esto, después de que un reportaje de CIPER revelara que él y algunos de sus familiares usaban autos que pertenecían a proveedores de la municipalidad. La misma nota mostró que muebles instalados en su casa fueron proporcionados por otro proveedor municipal y que entre 2018 y 2022 sus cuentas bancarias recibieron más de $107 millones en depósitos en efectivo realizados por caja en pequeños montos.
Liliana Rojas es la funcionaria que reemplaza a Pedro Carrasco desde el lunes 15 de enero. La contadora auditora llegó en 2004 a la municipalidad, durante gran parte de esos años ha trabajado directamente con el suspendido director de Compras y quienes conocen sus labores en el municipio indican que es una de las personas de mayor confianza de Carrasco.
CIPER constató que Rojas presenta una situación similar a lo ocurrido con Pedro Carrasco, pues sus familiares también utilizan un auto que originalmente pertenecía a Daniel Ossa Ortiz, uno de los socios fundadores de una empresa proveedora de vehículos para la municipalidad: la Sociedad Comercial Ossa Limitada. La empresa registra más de $1.000 millones en órdenes de compras con Las Condes.
Según el registro de anotaciones vigentes del Registro Civil, un Toyota Yaris que figura a nombre de la madre de Liliana Rojas fue transferido el 21 de septiembre de 2016 por Daniel Ossa Ortiz. De acuerdo con la versión proporcionada a CIPER por Liliana Rojas, fue una coincidencia que sus familiares adquirieran un auto relacionado con un proveedor municipal. Ella asegura que sus parientes vieron un aviso en el portal Chileautos y que por esa vía llegaron a un local de la Sociedad Comercial Ossa ubicada en la comuna de Independencia, donde compraron el vehículo. En su respuesta adjuntó un documento de compraventa para respaldar que se pagaron $5,8 millones por el auto.
“Ese vehículo fue comprado por mi hermana para el uso de mis padres, ambos adultos mayores. Por lo tanto, el vehículo no fue transferido, sino que adquirido con plan de pago que incluye un pie y cuotas. Adjunto documento notarial de compraventa”, indicó Liliana Rojas a CIPER. Sin embargo, según el documento que envió, la transacción se hizo al contado (vea ese documento). Consultada sobre esta incongruencia, respondió: “Las negociaciones las realizó mi hermana directamente con la automotora, razón por la cual el texto del contrato de adhesión escapa de mi conocimiento e injerencia”.
La adquisición del Toyota Yaris se concretó en septiembre de 2016, solo días después de que la municipalidad extendiera por otros cuatro años el contrato de arriendo de vehículos que había suscrito con Comercial Ossa en 2012.
Pedro Carrasco (Fuente: Municipalidad de Las Condes)
¿CONFLICTO DE INTERESES?
Consultada sobre si no analizó la posibilidad de que hubiera un conflicto de interés o negociación incompatible en la adquisición de un auto vendido por Ossa para su familia, considerando que la dirección municipal donde ella trabaja se relaciona con la contratación y la supervisión del servicio que prestan a Las Condes los mismos vendedores del vehículo, Rojas señaló que, a su juicio, no existe tal conflicto.
“El contrato original data del año 2012, año en el que ni Pedro Carrasco ni yo éramos parte del Departamento de Mantenimiento y Servicios Generales, ni nunca lo he sido”, dice Rojas, apuntando a la licitación inicial de vehículos que estuvo a cargo de la repartición que ella menciona. “Como consecuencia de ello, mal podría existir, como usted sugiere, conflicto de interés o negociación incompatible, pues no he tenido participación alguna en dicha contratación, dado que, reitero, la supervisión correspondía a un departamento distinto al que yo me desempeñaba como profesional”.
Pero, la consulta de CIPER no se refiere al contrato original de 2012, sino a su renovación en 2016, suscrita en fechas cercanas a la compra del auto por parte de la familia de Liliana Rojas. Sobre ese nuevo acuerdo, respondió: “La supervisión técnica de la renovación de contrato del año 2016 corresponde al Departamento de Mantenimiento y Servicios Generales, unidad distinta a la del Departamento de Administración, reitero, donde yo desempeñaba mis funciones”.
Según documentación pública revisada por CIPER, el jefe directo de Liliana Rojas en esas fechas, Pedro Carrasco, entonces también estaba a cargo del Departamento de Mantenimiento y Servicios Generales, unidad que debía supervisar la renovación del contrato con Comercial Ossa. Carrasco cumplía dos funciones: como jefe del Departamento de Administración -donde trabajaba Liliana Rojas- y, en paralelo, como titular subrogante del Departamento de Mantenimiento y Servicios General (lea el decreto que ordena su subrogancia). De hecho, en el decreto de renovación del contrato se cita un “certificado de enero de 2016 emitido por el Jefe del Departamento de Mantenimiento y Servicios Generales subrogante”, cuyo primer subrogante era Carrasco, y que fundamenta “la necesidad de proceder a la prórroga del contrato por un periodo de cuatro años” (lea ese decreto aquí).
Otro hombre de confianza de Carrasco, Celso Meza -hoy subalterno suyo en la Dirección de Compras- oficiaba en ese tiempo como segundo subrogante de Mantenimiento y Servicios Generales.
CIPER también se contactó con Comercial Ossa para consultar si no analizaron la posibilidad de que la venta del auto constituyera un conflicto de intereses. Las consultas se enviaron a un correo que figura en la última cotización hecha por la empresa para la municipalidad en diciembre de 2023 y, además, se llamó y se dejaron mensajes en un teléfono que figura en el mismo documento.
Sociedad Comercial Ossa Limitada arrienda vehículos a la municipalidad desde 2012. Ese año se adjudicó una millonaria licitación para arriendo por 4 años de 12 camionetas doble cabina, 4 camionetas cabina simple y 16 motocicletas todo terreno. Luego, en 2014, se solicitó que se sumaran otros modelos de automóviles, donde se incluían autos Toyota, modelo Yaris.
En febrero de 2016, cuando Liliana Rojas formaba parte de la Dirección de Administración y Finanzas, la directora de esa unidad, Irma González, propuso ante el Concejo Municipal la renovación del contrato con Comercial Ossa, el que fue aprobado en forma unánime. Rojas trabajaba en el Departamento de Administración de esa dirección y su jefe directo era Pedro Carrasco, quien también estuvo presente en ese concejo.
Solo un mes después de que se generara la primera orden de compra de esa renovación, la madre de Liliana Rojas firmó la compraventa con Daniel Ossa, socio fundador de la Sociedad Comercial Ossa Limitada. Aunque este último se retiró de esa sociedad en 2011, dejándola en manos de familiares directos, según la versión de Rojas el auto se habría vendido en un local de esa empresa.
El suspendido director de compras de Las Condes, Pedro Carrasco, ya había sido vinculado a Comercial Ossa. Para respaldar ante un tribunal los gastos de su familia, se presentaron los documentos (permiso de circulación, pago del seguro y revisión técnica) de una motocicleta Honda, modelo XR150L, de 2017. En esos papeles se acredita que el dueño de ese vehículo es la Sociedad Comercial Ossa Limitada.