CARTAS: Acceso 360° en Educación Inicial

Señor director:

Hace unos días, el Ministerio de Educación presentó la plataforma “Anótate en la lista”, la cual tiene como propósito que las y los apoderados puedan solicitar una vacante en un establecimiento educacional público o particular subvencionado, tras los procesos regulares de admisión del Sistema de Admisión Escolar (SAE). Desde el mundo educativo no podemos sino valorar esta medida, que permite modernizar la gestión de listas de espera de la educación pública, aportar con un instrumento idóneo para la caracterización de variables y la digitalización de procesos para facilitar el acceso.

Por si fuera poco, la misma plataforma considera la georreferencia de las escuelas, las vacantes disponibles, la categoría de desempeño de la escuela y hasta la probabilidad de admisión. Todas son variables clave a la hora en que las familias toman decisiones racionales respecto al futuro de miles de estudiantes, que por diversas razones requieren con urgencia un cupo. Esta misma información y datos también la requieren miles de familias que anualmente postulan a los cupos para salas cuna y jardines infantiles públicos. Familias que, al igual que en la educación escolar, requieren tomar decisiones informadas, racionales y con datos.

Pero lo anterior es prácticamente imposible en este nivel educativo porque no existe un único sistema de admisión público que contenga la oferta de JUNJI, Fundación Integra y VTF. De este modo, cada sostenedor tiene su propia plataforma, sus mecanismos de priorización y su propio algoritmo de selección. Mientras que para postular a la Fundación Integra las familias pueden integrar más de una preferencia —es decir, hacer una multipostulación—, quienes postulan a través de JUNJI (incluye jardines VTF) solo pueden
hacerlo a un único jardín infantil, jugándose por completo un proceso de postulación al cual acceden sin conocer las vacantes disponibles. Asimismo, los procesos de postulación no consideran información relevante de los centros educativos ni las probabilidades reales de acceder al cupo, en base a diversos criterios de priorización regulados por las entidades del Estado.

Contar con información es clave a la hora de que el Estado pueda identificar las preferencias de las familias y fortalecer la oferta pública, estableciendo una mejor usabilidad de los cupos y movilizando las demandas en base a preferencias declaradas por las familias. Un ejemplo de esto se constató en el proceso de postulación masiva del 2023 (octubre 2022 a marzo 2023). A nivel país solo fueron seleccionados para utilizar una vacante el 50,7% de los niños, niñas y sus familias postulantes, quedando 57.607 vacantes sin utilizar y 43.554 párvulos en lista de espera (Ord. 544/2023, Subsecretaría de Educación Parvularia).

Cualquier mejora educativa para la primera infancia, pasa por establecer mejoras estructurales y modernización integrada del sistema de postulación y matrícula. Limitar la información hacia las familias y no integrar las plataformas del Estado, sólo reduce las opciones de miles de familias para acceder a espacios de bienestar integral de las infancias, en tiempos donde la cuna sigue marcando el destino de nuestros estudiantes. En un escenario de déficit fiscal y muchas prioridades en educación, la modernización de sistemas para facilitar el acceso viene a ser una medida de gestión clave para equiparar las brechas por nivel socioeconómico que se presentan a temprana edad, promoviendo espacios de justicia educativa y distributiva para asegurar la educación parvularia pública.