CARTAS: Escuela y corrupción

Señor director: Es de mi interés comentar los temas de corrupción en el actual gobierno, pero con una mirada desde la escuela. Muchos teníamos la esperanza en el Frente Amplio como una nueva generación política con grandes promesas en educación y probidad para Chile, pero hoy tengo la sensación de que su gobierno aprendió muy rápidamente de sus antecesores prácticas que debían ser erradicadas.

Como profesor de Matemáticas, veo los problemas de probidad del gobierno, y entiendo que muchas veces este tipo de acciones parten desde la escuela, en las salas de clases. Le invito a imaginar que estamos en el colegio “República de Chile”, en un curso compuesto por los personeros de gobierno y personajes de la sociedad civil. Al finalizar la clase, le pedimos a la directiva que se quede para escuchar frases como las siguientes:

—Gabriel, usted prometió un gobierno con mayor probidad. ¿Podría explicarme cómo su compañero Hermosilla logró negociar arreglines para que algunos de sus pares no paguen las cuotas del curso sin recibir sanción alguna?

—Cuidado, Gabriel, parece un Poder Judicial paralelo: más atención y transparencia en los gastos. Recuerde lo que pasó en ese colegio de Maipú, donde la representante estudiantil se gastó las cuotas del curso comprando peluches.

—Es difícil la situación si recordamos lo ocurrido con su amigo, ese al que no le bastó con cambiar de curso, sino que lo tuvimos que expulsar de la escuela, porque al parecer sabía que otros compañeros estaban usando la plata del curso para armar carretes.

—Si la situación sigue así se abrirá espacio a los populismos del sector que sea. Es importante que tome conciencia de que sus compañeros de curso están cansados de tanto parafraseo y poca acción de su parte, quizás para la próxima elección se presente un candidato prometiendo lo mismo que usted, pero sin sus buenas intenciones.

—Les voy a dejar tarea para la casa: volver a conversar con su directiva; desvincular a quien sea necesario y comprender que no debe permitir una justicia paralela a precio de mercado.

Estoy convencido, por la experiencia cultural en Chile, que se deben aplicar todas las condenas punitivas y/o de reparación que estén en el reglamento interno de cada colegio, para incentivar a los estudiantes a actuar de forma correcta y con firmeza. El problema de la indisciplina está generando escuelas más violentas. Por lo anterior, es necesario que en el Colegio República de Chile el reglamento interno se haga carne para que el resto de los compañeros de curso sientan paz, ya que con carencia de justicia y sensación de impunidad no habrá tranquilidad en esta comunidad, y podremos ver más hechos irregulares saliendo a flote.

Las escuelas son los espacios en los que se forma la sociedad, y es ahí donde se implementen medidas de prevención, apoyo y sanciones con amor que permitan corregir conductas, teniendo en consecuencia una relación más armoniosa en la comunidad educativa. No olvidemos que nuestros estudiantes serán quienes después tomarán las riendas del país, y quién sabe si las medidas implementadas en el Colegio “República de Chile” darán el resultado que todos necesitamos para una mejor comunidad que se preocupa y cuida su democracia. Muchas gracias por su atención.