CARTAS: Paremos la chacota; esto NO es un jardín infantil

Señor director: Diversos políticos y figuras de la esfera pública recurren con frecuencia a la metáfora poco afortunada del «jardín infantil” para ilustrar algo que perciben como desordenado, improvisado y desorganizado en el debate político. ¿Sabrán, acaso, cómo es realmente un jardín infantil? Estos centros son espacios educativos complejos y cuidadosamente diseñados de manera inclusiva para potenciar los aprendizajes en entornos saludables, familiares y sanos; fomentando, en base a experiencias enriquecedoras, la construcción de aprendizajes significativos. Los jardines permiten que niños y niñas descubran su entorno y a través del juego sean constructores de su aprendizaje.

No hay, entonces, ninguna relación entre esta frecuente analogía y el bajo nivel del debate político actual.

En un país en en el que consolidar niveles de excelencia en Educación Inicial es un desafío, este tipo de comparaciones no ayuda; por el contrario, banalizan el trabajo que realizan todos los profesionales en pro de la educación de las primeras infancias de nuestro país. Si la intención es destacar la desorganización del debate político actual, esta analogía no podría estar más lejana de la realidad, ya que la organización, conocimiento y complejidad que se requiere para potenciar los aprendizajes en primera infancia distan bastante de ser desordenas o improvisadas.

Debemos como sociedad exigir que nuestros representantes políticos aborden el trabajo de los jardines infantiles en serio, respetando la labor de aquellas profesionales y técnicos que velan por el bienestar de los millones de niños y niñas que día a día ven en el jardín el espacio acogedor y seguro que necesitan.