Médicos sin control: Los libros de asistencia de los doctores en hospitales de Santiago
27.09.2010
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27.09.2010
Durante un año, CIPER investigó los mecanismos de control a los que son sometidos los médicos en cinco hospitales de Santiago. El trabajo culminó con la publicación del reportaje Médicos sin control: Los dueños de la salud pública en Chile. Para obtener los datos necesarios, a través de la Ley de Transparencia se solicitó los registros de asistencia de los médicos correspondiente a 2009 en sus principales establecimientos hospitalarios. Pero obtener la información no fue fácil.
El 27 de julio de 2009 se realizó la primera solicitud de acceso a información pública al Ministerio de Salud. Veinte días después respondieron informando que esos datos había que solicitarlos directamente a cada servicio de salud. Ese mismo día, el 17 de agosto, le hicimos llegar a cada uno de los seis servicios de salud metropolitanos (Norte, Sur, Oriente, Central, Occidente y Sur Oriente) el formulario en que se solicitaba el registro de asistencia de los médicos de todo el año en curso, las listas de espera actualizadas, el número de derivaciones desde otros centros de la red asistencial, la cantidad de reclamos recibidos entre 2005 y 2009 y la cifra de intervenciones quirúrgicas realizadas durante el mismo período. Las respuestas empezaron a llegar en septiembre del año pasado, pero no todas fueron satisfactorias.
El día 11 de ese mes, los Servicios de Salud Metropolitanos Central y Sur respondieron por las solicitudes hechas con respecto a los hospitales San Borja Arriarán y Barros Luco, respectivamente. En ambos se pedía una prórroga de 10 días hábiles para la entrega de la información, debido a la gran cantidad de volumen que implicaba. Tres días después, El Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente nos hizo llegar toda la información solicitada sobre el Hospital Sótero del Río, a excepción de la copia de los libros de asistencia. Y esa misma semana el San Borja haría lo mismo: además de los datos pedidos, en vez de entregar copia de los libros –cómo se había solicitado en un contacto para especificar la petición–, enviaron un informe sobre la asistencia de los doctores. El 1º de octubre, después de haber pedido que de ese hospital se enviaran los documentos solicitados, respondieron que la información correspondía a “34 libros por 365 días”, y que equivalía a 12.410 páginas. El 13 de ese mes partió el fotocopiado.
Antes de esa última respuesta, el 25 de septiembre CIPER había recibido la información del Servicio de Salud Metropolitano Occidente (Hospital Félix Bulnes) en un CD, pero lo relativo a la asistencia sólo correspondía a los pocos doctores que están controlados por el sistema biométrico. El resto de la información la obtuvimos una semana después de que avisaran el 8 de octubre que el fotocopiado de las 6.400 páginas de los libros de asistencia había comenzado.
El 30 de septiembre de 2009, un día después de cumplido el plazo para la entrega de los datos que faltaban en el Hospital Sótero del Río, en vez de enviar la copia de los libros, sólo mandaron un mail firmado por el director del área sur oriente que decía: “En el Complejo Asistencial Dr. Sótero del Río actualmente hay dos modalidades de registro la asistencia: libro de firmas y registro biométrico, proceso que se encuentra en su fase de enrolamiento. Es así que de los 538 médicos a la fecha se han enrolado 41. Este último sistema, reemplazará a la firma de libro.” Pero de las copias solicitadas, no hubo nada hasta el 8 de enero de este año.
Y ese mismo día a fines de septiembre, el Servicio de Salud Metropolitano Oriente informó que la solicitud de información referente al Hospital del Salvador nunca había sido ingresada. El plazo de respuesta ya había expirado hace 11 días. Pero el 7 de octubre, la solicitud entró en curso y no habría problemas para acceder a la información.
Mientras las solicitudes de cuatro de los seis hospitales elegidos inicialmente para la investigación avanzaban, en dos casos se vería entrampada. El 5 de octubre de 2009 el Servicio de Salud Metropolitano Sur (SSMS), el mismo que en septiembre había pedido una prórroga de 10 días hábiles para entregar la información debido al gran volumen de ésta, se negó a entregar cualquier dato solicitado. Ni registros de asistencia ni listas de espera ni información estadística ni nada.
El 22 de ese mes, al mismo tiempo que el Servicio de Salud Metropolitano Norte (SSMN) informaba a CIPER que sólo proporcionaría la información estadística y se reservaría la copia de los libros de asistencia del Hospital San José por tratarse de información de terceros, ingresamos una apelación ante el Consejo para la Transparencia para que la entidad se manifestase sobre la negativa a del SSMS entregar la información. El 6 de noviembre ambos reclamos ya seguían su curso.
Ante el Consejo, el SSMS argumentó que se estaba solicitando información personal de los médicos. En cuanto a la información sobre las listas de espera, el servicio consideró que tenía carácter secreto o reservado.
El SSMN entregó ante el consejo un dato que da cuenta de la importancia de la investigación: hasta noviembre de 2009 los libros de asistencia del Hospital San José tenían hojas en blanco, sobre los cuales los médicos sólo firmaban, lo que hacía difícil individualizar de quién se trataba. Además, la información no era procesada.
Ambos servicios argumentaron además que entregar tal volumen de documentos distraería indebidamente a los funcionarios de sus obligaciones.
En una sesión ordinaria del Consejo para la Transparencia, el 27 de noviembre de 2009, se acogió el amparo y se requirió a la directora del SSMS la entrega de la información solicitada sobre el Hospital Barros Luco “dentro del plazo de 20 días hábiles desde que se encuentre ejecutoriada la presente decisión, bajo el apercibimiento de proceder de conformidad con los arts. 46 y siguientes de la Ley de Transparencia”. El fallo ratificó que se trataba de información pública y que la esfera de la vida privada de los funcionarios públicos es más restringida que la del resto de los ciudadanos por la función que ejercen.
El 3 de febrero de este año se acogió el amparo en contra de la decisión del SSMN de negar el acceso a los libros de asistencia de su personal médico. El resultado fue el mismo: el Consejo para la Transparencia le ordenó al SSMN que otorgara la información. Aún no se solicita la entrega de los datos del Hospital San José, los que según los cálculos del Consejo superan las 20 mil páginas.