EL PROMEDIO DE AUSENTISMO POR LICENCIA MÉDICA ES DE 17,5%
¿Dónde están los carabineros?: en fiestas patrias el 30% del personal de la 20ª comisaría presentó licencia médica
04.10.2022
Hoy nuestra principal fuente de financiamiento son nuestros socios. ¡ÚNETE a la Comunidad +CIPER!
EL PROMEDIO DE AUSENTISMO POR LICENCIA MÉDICA ES DE 17,5%
04.10.2022
Si a los carabineros ausentes por licencia médica se les suman los que figuran destinados a otras labores -como apoyo a seguridad en recitales, resguardo de personas políticamente expuestas u operaciones especiales-, la cifra de efectivos que no están disponibles para enfrentar asaltos o resguardar la seguridad ciudadana se acerca al 40%. Esos números se registraron la semana pasada en la 20ª comisaría de Puente Alto. Los vecinos de esa comuna resienten la falta de resguardo policial y enumeran casos donde la policía simplemente no se presenta. Desde la Subsecretaría del Interior oficiaron a Carabineros para conocer el número de licencias médicas presentadas. En todo caso, es un problema nacional. Desde la institución reconocieron a CIPER que el promedio de funcionarios ausentes por licencia médica es de 17,5%.
La noche del 21 de septiembre, Scarlet (32), vecina de Puente Alto, sufrió un violento robo en su casa. La joven recuerda que poco antes de las ocho de la tarde, al menos dos personas ingresaron a su domicilio y extrajeron televisores, celulares y balones de gas, entre otros artículos.
Apenas se percató del robo se comunicó con la 20ª Comisaría de Puente Alto, ubicada en calle Balmaceda. Allí le dijeron que tendría que ir a denunciar presencialmente en la unidad. La respuesta no la sorprendió:
-Me dijeron que la única patrulla disponible estaba realizando un procedimiento policial en otra parte de la comuna, así que no tenían gente ni tiempo para ir a mi casa. Por eso, la única solución era dejar una denuncia presencialmente y que después ellos verían lo que podrían hacer.
Ella alertó a la policía del robo a las 21:00, y recién cinco horas después una patrulla de Carabineros llegó a su casa.
La situación evidencia un problema de seguridad grave. Documentos internos de las comisarías revisados por CIPER muestran que la falta de personal policial para atender emergencias de seguridad no es algo puntual de esa noche del 21 de septiembre. Y el problema no se reduce solamente a la falta de dotación de policías. El uso y abuso de las licencias médicas al interior de los cuarteles es un fenómeno que hasta ahora había pasado desapercibido.
Una tabla de servicios de la 20ª Comisaría, por ejemplo, evidencia que el domingo 25 de septiembre se encontraban con licencia médica 59 uniformados, el 27% de los 220 efectivos con que cuenta esa comisaría que atiende la zona centro sur de Puente Alto, la comuna más poblada de Chile. Los uniformados que estaban con licencia casi duplicaban a los 32 que estaban operativos durante esa jornada.
Dos días después, el martes 27 de septiembre, se anotaron 59 carabineros ausentes por licencia médica (50) o por permisos y feriados (nueve). Ese día hubo 52 policías operativos. La cifra total se completa porque hay otros en comisión de servicio, de franco o realizando labores administrativas.
El detalle de las licencias presentadas por los carabineros de la 20ª comisaría muestran que la gran mayoría son por “enfermedad común”, y que la extensión de las licencias varía entre siete y 60 días.
Si a los carabineros ausentes por licencias se les suman quienes no están operativos por “comisión de servicio” (destinados a otras labores), el problema muestra su magnitud real. El domingo 25 de septiembre, 24 carabineros estaban en labores fuera de Puente Alto y 59 estaban con licencia, lo que suma 83 efectivos no disponibles para atender emergencias de seguridad: el 37,7% de la dotación de la 20ª comisaría.
Dos días después la cifra no había variado mucho. 87 efectivos estaban fuera de combate: 50 con licencia, 27 en comisión de servicio, nueve de vacaciones o con permiso, y uno en proceso de retiro o baja.
De manera oficial, Carabineros dijo a CIPER que los números presentados en Puente Alto escapan de la norma. Un ejemplo: durante la celebración del 18 de septiembre, el 30% del personal de la 20ª Comisaría presentó licencia médica. En todo caso la cifra promedio a nivel nacional también es preocupante. La institución estima que el promedio de ausentismo por licencia médica es del 17,5% de la dotación.
Un efectivo de Carabineros de la 20ª comisaría, que habló con CIPER bajo reserva de identidad, admitió que existe un problema grave de contingente policial en Puente Alto. La situación es alarmante, pues se trata de una zona que –de acuerdo con la última medición disponible– acoge a más de 655 mil habitantes.
El uniformado dijo que la mayoría de las licencias que se solicitan en las unidades policiales de la comuna se explican por la “mala gestión de los mandos” y sobrecarga laboral, basada en jornadas de 12 horas diarias.
Si bien CIPER solo accedió a tablas de servicio de la 20ª Comisaría, pobladoras y dirigentes sociales de Puente Alto señalan que la falta de dotación policial también aqueja a las otras unidades de la comuna: la 62ª, de San Gerónimo, la 38ª, emplazada en Concha y Toro y la 66ª de Bajos de Mena.
El excandidato a alcalde en Puente Alto y fundador de la Coordinadora Social Shishigang, Matías Toledo, afirma que el escaso despliegue policial en la comuna produce “una sensación de abandono por parte del Estado”. Y escoge dos “excusas que entrega Carabineros” para ilustrar la magnitud del problema:
-Cuando tú los llamas, no llegan. Hay sectores y problemáticas donde no se meten debido a que hay mucho delincuente armado (…) Nos han dicho de todo (para no ir), desde que no tienen carros hasta que no tienen talonarios para sacar partes.
Después del asalto, a Scarlet no le quedó otra que seguir la indicación que le entregaron por teléfono desde la 20ª Comisaría. Su denuncia quedó estampada en un registro interno de la unidad, donde se tomó nota de sus datos personales, como su fecha de nacimiento, ocupación y estudios.
-Después del asalto, con mi pareja estuvimos en shock. Nos sentimos tremendamente vulnerados, no por lo material sino por la falta de seguridad. Pasamos días sin poder dormir pensando en que podían volver a entrar. Reforzamos rejas y puertas. Sentimos que estamos solos frente a este problema, dijo a CIPER.
Scarlet no creyó la excusa entregada por Carabineros. “Es raro escuchar eso, que no tienen gente ni tiempo para ir a una casa que fue recién robada, pero es lo que me dijeron”, sostiene. También le llamó la atención que le aseguraran que solo había un vehículo disponible.
La situación podría explicarse por la cantidad de bajas que registró la comisaría en los días posteriores a fiestas patrias. En su mayoría, esas ausencias fueron justificadas por licencias médicas.
CIPER le consultó por estos números y sus implicancias a Carabineros. Sobre las casi 60 licencias registradas el domingo 25 de septiembre, la institución señaló que, si bien la mayoría de las bajas corresponden a carabineros, hay “2 civiles” que “no cumplen funciones operativas”.
El día más complejo en este sentido fue el 18 de septiembre, cuando –de acuerdo con los datos entregados por la policía– “cerca del 30% de la dotación del personal” de la 20ª Comisaría presentó licencia médica, “segmentadas en actos de servicios, enfermedad común, pre y post natal”. El promedio nacional se sitúa en torno al 17,5% en esta materia. Para esa noche, la unidad dispuso de dos vehículos en las calles.
Según la respuesta enviada a este medio, esa cantidad de bajas no afectaron el trabajo de Carabineros en la zona, “toda vez que el control del orden público no se ve afectado en atención a que esa modalidad de servicio la absorbe la Prefectura COP (Control de Orden Público) y no el personal territorial”.
¿Por qué hay tantos funcionarios con licencias médicas en Carabineros?
Bajo la reserva de su identidad, un efectivo de una comisaría de Puente Alto accedió a hablar con CIPER y a entregar posibles respuestas. De acuerdo con su visión, la sobrecarga y el mal ambiente laboral son los principales factores:
-Se explica por la mala gestión del mando, pero no solo a nivel de comisaría, sino de Prefectura y a nivel nacional. Hay coleguitas que egresan y están un año sin salir de vacaciones. Entonces, tienes los dos años del curso, más el año de formación y el de egresado. O sea, son tres años sin vacaciones y sin recibir días de permiso por si tienen que viajar por problemas familiares, dice.
El uniformado explica que muchas veces se ven “obligados” a falsear licencias médicas debido a esas trabas. “Hay colegas que son madres, que vienen del sur, y que no las dejan viajar si por ejemplo se les enferma un hijo. ¿Qué pueden hacer en ese caso? Eso es un problema de mando y de gestión, nada más. Y si a eso le sumas cansancio mental, sobrecarga, jornadas laborales de 12 horas diarias, o de 60 a 70 horas semanales, y que nos entregan vales de $2 mil para almorzar… Es insostenible para nosotros”.
El funcionario agrega que la diferencia de condiciones laborales entre suboficiales y oficiales es grotesca. Dice que el poder que acumula la jefatura no tiene contrapesos y que son los carabineros de más bajo rango quienes cargan con la crisis que arrastra la institución desde que estallara la estafa del “Pacogate” y se evidenciara la violación a los Derechos Humanos durante la revuelta social.
Los suboficiales deben cumplir turnos laborales que los hacen trabajar de día o de noche, incluyendo los fines de semanas, y luego los compensan con días libres. En contraste, la mayoría de los oficiales cumplen turnos que se asemejan a las jornadas de trabajo de los civiles: ocho horas durante el día y fines de semana libres. Solo una vez al mes deben cubrir un turno durante los sábado y domingo. Un registro interno de la 20ª Comisaría muestra que el sábado 1 de octubre solo un oficial estaba de turno.
El efectivo de Carabineros que conversó con CIPER agregó un dato relevante. Dice que los funcionarios no tienen acceso oportuno a salud mental, lo que a su juicio debiera ser una prioridad: “Nosotros vemos morir gente, nos enfrentamos a situaciones violentas, estamos tensos… y también tenemos un arma”.
CIPER preguntó en el Ministerio del Interior por la elevada cantidad de licencias médicas que presentan los carabineros. La respuesta fue que ni la Subsecretaría del Interior ni la División de Gestión y Modernización de las Policías (Digempol) “tienen ni las atribuciones ni las facultades para cuestionar dichos documentos”. Pero sí indicaron que solicitaron los antecedentes.
En la Subsecretaría del Interior afirmaron que desde que entró en vigencia la ley que moderniza las funciones policiales en agosto pasado, Carabineros debe informar a esa cartera “al menos semestralmente la cantidad de personal de la institución”. Agregan que, luego de conocer los antecedentes aportados por CIPER, la Digempol solicitará que dentro de la información desagregada “se consideren datos relativos a la disponibilidad policial. Esto incluye la cantidad de funcionarios y funcionarias con licencias médicas”.
También oficiaron a Carabineros sobre la situación en la 20ª Comisaría de Puente Alto: “A raíz de los antecedentes solicitados, la Digempol ofició este lunes a la Secretaría General de Carabineros, requiriendo información sobre la situación en la 20ª Comisaría de Puente Alto, como también en el resto de la institución”, señalaron en una respuesta por escrito a CIPER.
En 2019, un artículo de La Tercera reveló que en ese entonces había 771 carabineros en Puente Alto. Es el último registro público al respecto.
El dato sorprendió al dirigente social Matías Toledo, quien dos años después participaría en la carrera a la alcaldía de esa comuna.
Toledo, quien además es fundador de la Coordinadora Social Shishigang, recuerda que esa información no calzaba con la impresión que se recogía en las calles:
-‘No, es que aquí somos 20, somos 10’, nos decían. Los 771 no se veían. ¿Dónde están los carabineros de Puente Alto, entonces? ¿En otras comisarías? ¿Están de baja? Eso fue lo que me pregunté cuando conocí la cifra.
Para responder esas dudas, Toledo solicitó por Ley de Transparencia que Carabineros desagregara la cantidad de uniformados en cada comisaría y subcomisaría de la comuna. Para no vulnerar la protección de datos personales, no pidió conocer la identidad de esos oficiales y suboficiales, solo su distribución en las distintas unidades de Puente Alto.
No hubo caso. Aludiendo que la entrega de esa información pondría en riesgo la seguridad nacional, Carabineros se negó a entregar una respuesta hasta que la Corte Suprema zanjó el asunto en favor de los argumentos de la policía.
La pregunta sigue abierta en la cabeza de Toledo. “No se ven esos supuestos 771 carabineros”, repite. El dirigente afirma que la escasa presencia de policías se suma a que tampoco hay voluntad para ingresar a algunos sectores de la comuna.
Cuenta, por ejemplo, que hace pocas semanas un piquete de Carabineros no entró a la Villa San Guillermo (cerca del Acceso Sur) cuando se encontró un auto robado. “Intentaron recuperarlo, pero no pudieron porque se les fue encima la gente. Y ahí quedó, hasta que lo desmantelaron. Eso pasa en diferentes sectores de la comuna”, agrega.
Paulina Caro, dirigenta social de las villas Nocedal 1 y 2, coincide con el diagnóstico de Toledo. En su caso, cuenta que a comienzos de junio logró articular un trabajo con carabineros de la 62ª Comisaría de Puente Alto, luego de que se registraran once asaltos a viviendas de Nocedal y a “una seguidilla de robos a vecinos y vecinas entre las cinco y las seis de la mañana, cuando iban saliendo a sus trabajos”.
– La idea era tener un WhatsApp de emergencia entre los vecinos y un mando de la 62ª. Queríamos más protección, más presencia policial, porque no había. Lo conseguimos durante una semana: Carabineros andaba paseándose en bicicleta por los pasajes, caminando, y así evitaron los robos masivos en ese momento, dice Paulina.
Pero, luego de eso, se quebró la relación entre las partes. De acuerdo con la dirigenta, el problema se originó porque los pobladores se negaron a que miembros de la 62ª Comisaría de Puente Alto participaran en campañas de recolección de víveres para personas en situación de calle:
-Hubo una tormenta y la persona al mando de la comisaría me llamó y me dijo que tenían cosas para acopiar y querían participar de la campaña. La verdad es que nosotros nos negamos automáticamente, porque ellos queman los rucos de esas mismas personas. Entonces, nada que ver que fueran ahora y se sacaran fotos. Al menos nosotros así no trabajamos. No accedimos a salir con ellos. Le dije que, si los necesitábamos, los iba a llamar. De ahí en adelante nos vetaron y no aparecieron más. Ya ni siquiera contestan los mensajes por WhatsApp, sostiene Paulina.
La experiencia de Nocedal es un espejo de lo que ocurrió en otra villa de la comuna, Raimapu. Así lo considera Patricia Vásquez, una dirigenta de ese lugar.
De hecho, la historia que cuenta Patricia también es similar a la de Scarlet, quien sufrió el robo de su casa:
– En el sector donde yo vivo, generalmente se llama por asaltos y no pasa nada con Carabineros. No contestan desde el plan cuadrante. Y cuando contestan, dicen que esperemos, que van a llegar, porque están en otro procedimiento. Pero al final no pasa nada.
La inacción de Carabineros en esta zona –la comisaría más cercana es la 38ª—motivó a que los vecinos se organizaran y exigieran respuestas a la policía. Sin embargo, Patricia dice que la respuesta fue un portazo a sus pretensiones de aumentar la seguridad: “Nos dijeron que había muy poca dotación de policías, que no había carros y que por eso no podían aumentar su presencia. Lo de siempre”.