Cartas: Avancemos para no esperar 132 años
22.07.2022
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22.07.2022
El pasado 13 de julio se dio a conocer el informe sobre la brecha de género del Foro Económico Mundial, el que arrojó que se necesitarán 132 años para alcanzar la plena paridad a nivel global. El reporte concluyó, además, que Chile se ubica en el número 47 del ranking mundial, lo que da cuenta que la desigualdad entre mujeres y hombres sigue siendo un problema.
Como universidades del Estado estos resultados nos interpelan y animan a trabajar con convicción para cambiar este escenario desde la educación, que es una instancia clave para reducir la desigualdad de género y la discriminación.
En septiembre próximo entra en vigencia la Ley 21.369, que regula el acoso sexual, la violencia y la discriminación de género en la educación superior. Se trata de un avance significativo para la promoción de relaciones igualitarias de género y para establecer ambientes seguros y libres para todas las personas de las comunidades académicas.
La implementación de esta ley viene a sumarse a los esfuerzos de los movimientos feministas que en 2018 iniciaron masivas movilizaciones, en las que una de las principales reivindicaciones fue la erradicación de la discriminación y desigualdades de género en las comunidades educativas y en el aula. Sin duda, se trató de un punto de inflexión en el proceso de transformación al interior de las universidades del país.
Lo anterior propició que las universidades del Estado entregaran una propuesta al sistema de educación superior para avanzar más rápidamente en igualdad de género y no discriminación. Esta iniciativa responde a nuestro sello identitario como sistema y al compromiso que se articula con nuestra misión como entidades públicas de dar respuesta a las necesidades ciudadanas, donde aún tenemos mucho por hacer.
Hoy asumimos este desafío en todas nuestras comunidades de manera individual y a través de una tarea colaborativa impulsada por el Sistema de Universidades del Estado (SUE), porque tenemos la convicción de que trabajar en el desarrollo de un paradigma libre de estereotipos y sesgos de género en la educación resulta indispensable para fomentar ese cambio cultural necesario para una sociedad que promueva el desarrollo de todas las identidades, sin ningún tipo de exclusión.
Las universidades estatales estamos llamadas a ser activas promotoras e incidir, reflexionando sobre los dilemas que hoy enfrentamos en los distintos planteles y en la sociedad en general. Nuestras comunidades han trabajado por avanzar en el desarrollo e implementación de políticas de igualdad de género; estableciendo unidades o direcciones de género; instaurando políticas y procedimientos de prevención, sanción y erradicación de la violencia de este tipo y de prácticas de discriminación arbitraria. Hemos facilitado también el reconocimiento del nombre social de las personas trans -estudiantes, académicos/as o funcionarios/as- en las gestiones y documentos universitarios y se trabaja en la incorporación del enfoque de género en la renovación curricular, buscando erradicar el sexismo en todos los espacios educativos.
Finalmente, estamos implementando una política de corresponsabilidad social en el cuidado, que permita enfrentar las barreras asociadas a los roles familiares que limitan el desarrollo de la carrera de las mujeres, e incentivando un rol más relevante de los hombres, y de las instituciones públicas en la importante función del cuidado de las personas.
En esta misma dirección, el SUE lanzará el próximo 27 de julio, la campaña comunicacional “Igualdad de Género y No Discriminación: la misión de las universidades del Estado”, que incluye acciones de difusión y concienciación dirigida a las comunidades universitarias de cada una de sus 18 entidades integrantes. Se trata de dar pasos en dirección a que podamos, en un futuro próximo, acortar todas esas brechas de género sin esperar 132 años para alcanzar la paridad.