Ya son 102 los ex funcionarios de Carabineros que se agruparon para acusar a la Comisión Médica Central de la institución de haberlos pasado a retiro de manera irregular, modificando sus diagnósticos clínicos u omitiendo que sus enfermedades se originaron por incidentes en actos de servicio. Afectados por la decisión de darlos de baja por salud incompatible con la función policial, gran parte de ellos salieron con las manos vacías, sin pensiones u otros beneficios, pues no alcanzaron a cumplir 20 años en las filas. CIPER conoció varios de estos casos, en los que se puede apreciar el cambio de criterio de los profesionales de la salud de Carabineros con los ex uniformados.
Un día antes de que recibiera el golpe en la cabeza, una comunicación entre distintos mandos de Carabineros informó que su carro patrulla tenía el calabozo malo. Como se lo habían sacado del pick-up, ese 19 de agosto de 2018 el sargento Edmundo Sáez Sáez debió trasladar un detenido en la segunda fila de asientos de la cabina. En el trayecto, Sáez, que iba como conductor, recibió el ataque que a los pocos minutos lo dejó inconsciente y sangrando a borbotones.
–Íbamos en tránsito a mi retén y sentí un golpe al lado de mi oreja derecha. Empezó a salir demasiada sangre. Como pude, logré estacionar a un costado de la carretera y pedí auxilio a la central. Solicité que me enviaran otro vehículo y la ambulancia. De ahí no recuerdo nada hasta que desperté en el Hospital de Los Ángeles. Yo supe después que el golpe había sido con las esposas de seguridad–, recuerda el ahora sargento en retiro.
Luego de eso lo trasladaron al Hospital de Carabineros (Hoscar), para terminar en el Hospital Dipreca (de la Dirección de Previsión de Carabineros), donde fue operado. Pero sus dolencias no finalizaron. Edmundo Sáez relata que al poco tiempo sintió mareos y acudió nuevamente al Hoscar, donde le dijeron que padecía de “síndrome vestibular tipo tumarkin” producto del golpe que recibió en la cabeza. Eso ocurrió en julio de 2019. Apenas tres meses después, en octubre, la Comisión Médica Central de Carabineros planteó su “retiro absoluto” por sufrir una “patología de origen natural” incompatible con la función policial, obviando la agresión que sufrió en acto de servicio.
La comisión –la única entidad que puede proponer el retiro de funcionarios por impedimentos físicos– recomendó la baja del sargento Sáez por “padecer ‘síndrome vertiginoso tipo tumarkin’, patología de origen natural, de pronóstico incurable y no invalidante que lo imposibilita para seguir prestando servicios”.
Como aún no cumplía 20 años de carrera, la resolución de la Comisión Médica exponía a Sáez a salir de Carabineros sin pensión ni beneficio alguno. Y eso fue, exactamente, lo que ocurrió.
La Prefectura de la Región del Biobío, a la que pertenecía Edmundo Sáez, acogió lo informado por la Comisión Médica Central y dispuso su retiro absoluto de las filas. Sáez dice que, después de haber trabajado en Carabineros durante 13 años, desde 2006, quedó con las manos vacías. Él reclama que la comisión no presentó documentos que acreditaran que el síndrome que padece no fue provocado por la lesión que sufrió mientras prestaba servicio.
Al día de hoy, se encuentra en tramitación un escrito que Sáez presentó ante la Contraloría General de la República para que se reconozca que su problema de salud es producto de un acto de servicio y, por lo mismo, que se le concedan los beneficios previsionales que correspondan.
El sargento Edmundo Sáez no es el único que ha atravesado por esto en Carabineros. Como él, al menos un centenar de ex funcionarios de rangos menores reclaman que fueron pasados a retiro por informes de la Comisión Médica Central basados en argumentos que, a juicio de los reclamantes, no son válidos. CIPER entrevistó a varias personas de este grupo. En particular, acusan que la entidad médica modificó sus diagnósticos clínicos, inventó cuadros y, en algunos casos, indicó que las enfermedades que sufrieron por incidentes del trabajo, en realidad tenían un origen “natural”.
La Comisión Médica Central de Carabineros está compuesta por cinco integrantes: el jefe del Servicio de Sanidad de Carabineros, el jefe del Servicio de Medicina del Hoscar, el jefe del Servicio de Traumatología y el jefe del Servicio de Siquiatría, además de un oficial jefe de Sanidad designado por el general director. Entre sus facultades le corresponde “exclusivamente el examen del personal, a fin de establecer su capacidad física para permanecer en el servicio o determinar la afección que lo imposibilita para continuar en él”. También puede proponer el cambio de escalafón de los uniformados.
–Los médicos tienen un grado jerárquico. Cuando citan a un carabinero, ellos inventan enfermedades psiquiátricas o psicológicas para proponerle la baja –dice Miguel Rojas, vocero de la agrupación.
CONTRALORÍA Y TRIBUNALES
El pasado 28 de mayo, la diputada Camila Vallejo (PC) ofició al general director de Carabineros, Ricardo Yáñez Reveco. Había recibido una serie de denuncias sobre el comportamiento de la Comisión Médica Central, por lo que le solicitó a esta autoridad que le hiciera llegar, entre otras cosas, la cifra total de funcionarios de Carabineros que fueron dados de baja mediante este mecanismo “desde el año 2000 hasta la fecha”, indicando “nombre, apellidos, run, grado, dotación y los motivos por los cuales fueron declarados ‘no aptos para el servicio’”.
Hasta el momento no ha recibido respuesta. “Necesitamos que Carabineros transparente cuántos funcionarios han sido desvinculados, para tener un panorama un poco más general del procedimiento en este tipo de situaciones. No descartamos, de ser necesario, tener una comisión investigadora para poder despejar las dudas que han surgido del funcionamiento de las comisiones médicas como un organismo para expulsar a quienes incomodan a la institución”, señala la diputada Vallejo a CIPER.
No solo la parlamentaria espera la respuesta, sino que también los poco más de 100 ex uniformados que conforman el grupo que reclama en contra de la Comisión Médica Central.
–Hasta el momento llevamos 102 integrantes. Dados de baja desde 2013 a 2021. Son todos grados de suboficial para abajo. No hay oficiales. En general a los oficiales los invalidan y a nosotros nos dan de baja. La diferencia es que si te invalidan, te vas con todos los derechos que otorga la ley –indica el vocero Miguel Rojas.
Rojas es ex funcionario de Carabineros. Es vocero de esta asociación –que, según él, está en vías de obtener personalidad jurídica– motivado por lo que le ocurrió a su esposa, Marilyn Veas. Ella llevaba cerca de 15 años en la institución y tenía el grado de cabo primero cuando comenzó a presentar problemas nutricionales, según cuenta a CIPER. Dice que se desmayaba en los servicios, que sufrió una deficiencia de nutrientes en la sangre que comenzó en 2011 y que la tuvo entrando y saliendo del hospital institucional a lo largo de un año.
Acumuló más de 12 meses seguidos con licencia, hasta que la citó la Comisión Médica Central. Cuando llegó a la reunión, que sesiona en las dependencias del Hoscar, cuenta que le dieron hora al psiquiatra:
–Llegué donde el psiquiatra y me tomó varios tests. Uno era de 500 y tantas preguntas. Pero me dijo así, textualmente: “Yo estoy haciéndole un favor a la comisión médica, no tendría por qué hacerte esta evaluación así de rápida. Me tengo que ir ahora, así que aquí están los tests, complétalos, me los dejas con la secretaria y esperas la respuesta de la comisión”. Estuve diez minutos con él.
En mayo de 2013, la Comisión Médica Central resolvió que Marilyn Veas ya no era apta para el servicio por dos problemas de salud: sincope a repetición y síndrome anémico secundario a mal absorción de fierro. Pero una de las cuestiones más polémicas de este caso ocurrió cuando se conoció, un mes después, la resolución que mantuvo firme la decisión de pasarla a retiro. En ese documento, fechado en junio de 2013, la comisión señaló que a la entonces cabo primero se le había propuesto un “cambio de funciones (…), lo cual fue rechazada por ésta”.
Esa información era desconocida por Veas. Acorde a su versión, jamás se le ofreció una modificación de funciones, algo que puede proponer la comisión en lugar de la baja. El relato de Veas se apoyó posteriormente en un documento que emanó desde la Dirección Nacional de Orden y Seguridad, sobre una investigación que se abrió por reclamos que interpuso su esposo, Miguel Ortiz. Este último acusó “irregularidades y supuestos vicios administrativos en los cuales habría incurrido la Comisión Médica Central durante el proceso que declaró la imposibilidad física de su cónyuge (Marilyn Veas)”.
La resolución, firmada por el general Ricardo Solar Roberts, estableció que “no existen antecedentes probatorios de carácter reglamentario que puedan acreditar lo señalado por la Comisión Médica Central, en el sentido de haber efectuado un ofrecimiento de cambio de funciones en subsidio del retiro por imposibilidad física a la ex cabo 1º Marilyn del Carmen Veas Ahumada”. Es decir, uno de los puntos más importantes planteados por la entidad de salud de Carabineros fue desestimado.
Marilyn Veas cuenta que recurrió a la Contraloría General de la República y le señalaron que se encontraba fuera de plazo. En varios casos que revisó CIPER el órgano fiscalizador respondió algo similar. En otros, añadió que “compete exclusivamente a la Comisión Médica Central efectuar el examen de sus empleados con el fin de establecer su capacidad física para permanecer en el organismo o determinar la enfermedad que los inhabilita para ello, sin que le corresponda a Contraloría General pronunciarse acerca de tal determinación de carácter técnica”.
CIPER también revisó otros procesos de ex uniformados que recurrieron a la justicia, mediante recursos de protección que no tuvieron suerte, en los que las cortes de apelaciones correspondientes mantuvieron a firme las resoluciones de Carabineros. Pero también se ha fallado en favor de uniformados que fueron pasados a retiro. En marzo de este año, la Corte Suprema ordenó retrotraer una decisión de la Comisión Médica en el caso de un ex carabinero que pidió ser revaluado, un trámite que, por ley, se puede hacer en los dos años siguientes luego de la baja.
El máximo tribunal criticó el proceso médico y dispuso “una revaluación de la actual condición de salud del recurrente, por profesionales diversos de aquellos que ya han intervenido en el proceso y que, luego de una evaluación psicológica y psiquiátrica presencial y, a la luz de los informes aportados por el actor, emitan un diagnóstico actualizado y completo”.
Marilyn Veas solicitó una revaluación en 2015, en la que fue declarada “apta”. Sin embargo, la misma resolución de la comisión indicó que ese pronunciamiento “no revoca la declaración de imposibilidad física que afectara a dicha paciente con anterioridad, acorde a lo declarado por la jurisprudencia emanada de la Contraloría General de la República sobre la materia”.
Al final, Veas quedó fuera de Carabineros. Su marido, también en retiro, recibe pensión por haber servido por más de 20 años. Pero ella quedó sin beneficios porque solo acumulaba 15 años en las filas policiales.
CARABINEROS LA SACÓ Y LE VOLVIÓ A OFRECER TRABAJO
El 24 de junio de 2011, Javiera Vallejos todavía era una estudiante de la Escuela de Formación de Carabineros. Ella cuenta a CIPER que ese día estaba trotando con su escuadrón bajo una lluvia torrencial: “Íbamos saltando las pozas, porque sabíamos que en ese pasillo había hoyos. La instructora nos empezó a gritar si acaso le teníamos miedo al agua, que pasáramos por el agua… el típico trato que hay en una preparación militar. Ahí a mí se me enganchó una bota en uno de esos hoyos del pavimento. Cargué todo el peso en la rodilla”.
Vallejos, perteneciente a una familia de carabineros, relata que unos días después volvió a presentar problemas en la rodilla. Una resolución de fines de ese año, perteneciente a la Dirección de Educación, Doctrina e Historia de la institución, indicó que la lesión había ocurrido en “actos propios del servicio y a consecuencias del mismo”. A inicios de 2012 se le detectó una meniscopatía externa en la rodilla derecha y en mayo fue operada.
Javiera Vallejos también fue apartada de las filas a proposición de la Comisión Médica Central. En marzo de 2014 y a partir de un informe realizado por un radiólogo del hospital Dipreca, entre otros factores, se declaró que padecía una “meniscopatía externa de rodilla derecha operada”, correspondiente, según ellos, a una “patología de origen natural”. “No tiene directa relación de causalidad con el accidente del servicio que padeciera la afectada el día 24 de junio de 2011, en que resultó con ‘contusión rodilla derecha’”, rezó la resolución.
La entonces cabo segundo apeló a esta decisión, pero la Comisión Médica Central mantuvo todo firme. Fue apartada de las filas por imposibilidad física, pero una de las cosas más curiosas que ocurrió posteriormente, este 2021, fue que personal de Carabineros llegó hasta su casa y le ofreció trabajo, ahora como Personal Contratado por Resolución. Ella rechazó la oferta y se pregunta:
–¿Si la Comisión Médica me declaró no apta, ni siquiera para trabajar en oficina, por qué hoy sí estoy apta?
CIPER preguntó a Carabineros por los reclamos que plantea el grupo de ex funcionarios y, a su vez, por cada uno de los casos expuestos en este reportaje. La respuesta desde el departamento comunicacional de la institución solo consignó “que la Comisión Médica de Carabineros es un órgano colegiado que no tiene superior jerárquico, no depende de ningún órgano o jefatura de Carabineros. Es más, esto ha sido ratificado por la Contraloría General de la República. Todas sus resoluciones fundadas pueden ser recurridas a la Contraloría General de la República o a los tribunales de justicia”.
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