Casen 2020: pandemia provoca casi dos décadas de retroceso en la lucha contra la desigualdad
07.07.2021
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07.07.2021
Si bien el aumento de la pobreza es lo que más se ha destacado de la encuesta Casen 2020, el autor de esta columna ajusta el foco sobre la amplia brecha en los ingresos de los hogares y muestra que su incremento se debe, en gran parte, a que el mercado laboral de los más pobres, precario e informal, fue pulverizado por la pandemia: los ingresos provenientes del trabajo del 10% más rico fueron 417 veces mayores que los del 10% más pobre (en 2017 fue 39 veces más). A su vez, los ingresos autónomos del 10% más rico fueron 251 veces mayores que los del 10% más pobre (en 2017 fueron 31 veces mayores).
Vea acá el documento oficial del Ministerio de Desarrollo Social y Familia «Casen 2020. Resumen de resultados: pobreza por ingresos y distribución de ingresos»
La reciente entrega de los resultados de la Encuesta Casen 2020 (aplicada en medio de la pandemia) nos han permitido ver la brecha de ingresos entre el 10% con mayores ingresos y el 10% más pobre de mayor tamaño que jamás habíamos visto en Chile, desde que existen registros disponibles.
Los datos nos muestran que los ingresos provenientes del trabajo del 10% más rico fueron 417 veces mayores que los obtenidos por el 10% más pobre (en 2017 fue 39 veces más). El mercado laboral de los más pobres, frágil e informal, simplemente fue pulverizado por la crisis provocada por la pandemia, mientras el 50% con más ingresos de la población pudo seguir viviendo de sus ingresos laborales (sueldos, honorarios, etc.) sin grandes alteraciones. Es más, la encuesta también muestra que sólo el 5,6% de los ingresos totales del 10% de hogares pobres viene del trabajo de sus integrantes (hasta 2017 era aproximadamente 40%), mientras que en el extremo opuesto los ingresos provenientes del trabajo cayeron muchísimo menos. Por ejemplo, en el 10% con mayores ingresos, bajaron sólo de 87 a 85,7% del monto total recibido por esos hogares.
Además de los ingresos por trabajo, la encuesta mide también los ingresos autónomos (que suma a los montos provenientes del trabajo las jubilaciones, pensiones, rentas, montepíos, etc.) y los resultados fueron bastante similares. Los ingresos autónomos del 10% más rico fueron 251 veces mayores que los del 10% más pobre (en 2017 fueron 31 veces mayores). En términos de la cantidad de integrantes de los hogares, la encuesta muestra que el promedio de ingresos autónomos por persona del 10% más pobre llegó a $4.136 al mes en 2020, frente a $1.617.206 del decil con más ingresos. Desde 2006, nunca el promedio por persona de ingresos autónomos del 10% más pobre había bajado de $12.000 al mes.
La encuesta también mide los ingresos monetarios, que corresponden a la suma de los ingresos del trabajo, los ingresos autónomos y las transferencias que provienen del Estado (como subsidios o bonos). Los ingresos monetarios, entonces, corresponden al monto total que recibe un hogar. La última Casen da cuenta de que los ingresos monetarios del 10% más rico fueron 27 veces mayores que los del 10% más pobre. Al compararlo con los otros dos ingresos, acá se nota la influencia de los apoyos estatales. Sin embargo, estas transferencias no lograron impedir la peor relación 10/10 de los últimos 30 años y el peor Gini –el indicador de desigualdad– desde 2003 (PNUD, 2014).
El promedio de ingresos autónomos por persona del 10% más pobre llegó a $4.136 al mes en 2020, frente a $1.617.206 del decil con más ingresos. Desde 2006, nunca el promedio por persona de ingresos autónomos del 10% más pobre había bajado de $12.000 al mes.
Junto a la explosión de la desigualdad (principalmente en los ingresos autónomos de los hogares), por primera vez desde que se aplica la Casen se registró un aumento en el porcentaje de la población que vive bajo la línea de la pobreza. En 2017, la pobreza llegaba a 8,6% y ahora es de 10,8%. Y aunque se trate de un crecimiento moderado, la encuesta muestra que este incremento fue bastante dispar entre los sectores de la población.
Si analizamos el aumento de la pobreza por tipos de hogares, lejos el mayor crecimiento ocurrió en los hogares monoparentales (donde es más habitual que solo cuenten con un ingreso), que suelen estar encabezados por mujeres. En este sector el incremento fue de 11,8 a 15,2% entre 2017 y 2020. La pobreza también aumentó más en las familias no necesariamente monoparentales con jefas de hogar mujeres y en la población de origen extranjero.
Los datos son preocupantes, pero también es necesario analizarlos de forma comparada para saber cómo otros países enfrentaron la pandemia y los resultados que obtuvieron. Los economistas expertos en temas laborales tendrán que explicarnos las razones de la extrema fragilidad del mercado laboral de los más pobres, que se derrumbó durante la pandemia, mientras la mitad con más ingresos del país pudo seguir viviendo de sus ingresos laborales. Por último, si bien las ayudas estatales cumplieron un rol, entre los más pobres el costo más alto lo pagaron algunos de los sectores históricamente más postergados, como las mujeres y los inmigrantes.