CIPER ACADÉMICO / OPINIÓN
Plebiscito en Valparaíso: en Reñaca se concentró el rechazo y el apruebo movilizó a un “nuevo votante urbano”
27.11.2020
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CIPER ACADÉMICO / OPINIÓN
27.11.2020
En la V región el apruebo obtuvo una de las votaciones más altas de Chile: 79,4%. En Petorca, Llay-Llay, Puchuncaví, comunidades afectadas por el problema del agua y el cultivo extensivo, alcanzó hasta 90%. Los autores y la autora identifican otra particularidad regional: en Valparaíso, Viña del Mar y San Antonio se evidenciaron significativos niveles de participación. Es decir, apareció un “nuevo votante urbano” que ahora “se movilizó”.
Este artículo presenta los resultados de investigación del estudio “Territorios Constituyentes: Procesos y tendencias en la distribución territorial del voto en la Región de Valparaíso” que se llevó acabo en 2020, realizado y financiado por el Observatorio de Participación Social y Territorio de la Universidad de Playa Ancha, Valparaíso, Chile.
El 25 de Octubre se desarrolló el plebiscito nacional, resultando ganadora por amplia mayoría la opción a favor del cambio constitucional. Los resultados han sido materia de análisis y discusiones con mucha efervescencia: los históricos niveles de participación respecto de elecciones anteriores; el contundente triunfo del apruebo y la convención constituyente; la distribución territorial del voto vinculado al rechazo; la amplitud de la abstención entre la población; la baja participación en territorios rurales y aislados, etc. Sin embargo, estos análisis han sido escasos en regiones, y mucho menos vinculados a las tendencias territoriales del voto, elementos fundamentales para discutir las particularidades del proceso constituyente en curso.
Basándonos en el estudio “Territorios Constituyentes: Procesos y tendencias en la distribución territorial del voto en la Región de Valparaíso”[1], desarrollado por el Observatorio de Participación Social y Territorio de la Universidad de Playa Ancha, la presente columna tiene como propósito aportar a la discusión en torno a las proyecciones del proceso constituyente en la Región de Valparaíso, profundizando en las tendencias territoriales del voto regional, mediante un análisis de la distribución del mismo en distintas escalas territoriales[2].
En la región de Valparaíso no se registró ninguna comuna donde ganara la preferencia por el rechazo. No obstante, igualmente hubo comunas que concentraron una importante proporción por esta opción, Santo Domingo (39%), Concón (35%), Zapallar (33%) y Algarrobo (29%). Coincidentemente, también en estas comunas, se registraron los mayores niveles de participación en la región, alcanzado cifras superiores al promedio regional (53,8%) y nacional (50,9%).
Gráfico Nº1 – Porcentaje de votos por la opción rechazo por comuna.
Región de Valparaíso 2020.
La distribución territorial del voto a favor del rechazo en la Región de Valparaíso, a diferencia del caso del Gran Santiago, no está concentrada en una zona en particular ni es homogénea. Por el contrario, su distribución es fragmentada territorialmente en comunas no contiguas, con un perfil socioeconómico medio-alto y pertenecientes a distintos subsistemas metropolitanos de la Región (Véase Mapa 1). En este sentido, la distribución territorial del voto por el rechazo en la Región de Valparaíso, presenta un patrón mucho más complejo que el meramente asociado a la minoría nacional localizada en tres comunas de la Región Metropolitana.
Mapa Nº1 – Porcentaje de votos por la opción rechazo por comuna.
Región de Valparaíso 2020.
En este sentido, se ha discutido si la escala comunal de análisis es la más idónea para representar la diversidad de procesos que acontecen en los territorios de la Región de Valparaíso (Carroza, 2018). Un caso emblemático es la comuna de Viña del Mar, donde la opción por el rechazo no fue mayoritaria, si la analizamos desde la escala comunal. No obstante, cuando analizamos las circunscripciones electorales, es posible reconocer territorios donde se invierte esta tendencia. Particularmente, nos referimos a la circunscripción de Reñaca Bajo[3], en donde la preferencia por el rechazo alcanzó el 60,3%, registrándose un altísimo nivel de participación (71,3%), cifra superior a las comunas con mayor participación en la Región. O, dicho de otro modo, Reñaca Bajo fue la única circunscripción electoral en toda la región donde ganó la preferencia por el rechazo. Ciertamente, en esta circunscripción electoral se expresa territorialmente el voto mayoritario de la elite regional.
Tenemos la costumbre de vincular el concepto de gueto solamente a la concentración territorial de la pobreza. Sin embargo, también ha sido utilizado para dar cuenta de la segregación espacial de diferentes grupos sociales por clase o raza (Rodríguez, 2000), pudiendo ser sus causas una opción (en el caso de la elite) o una situación forzada (en el caso de los grupos de bajos ingresos). La auto segregación de las élites es un proceso que en las ciudades latinoamericanas se expresa en la conformación de barrios privados. Bajo el discurso de la seguridad, del acceso a áreas verdes o naturales, estas zonas se alejan física y socialmente de la vida urbana y la convivencia comunitaria. Los residentes de barrios privados representan un modelo de ciudadanía restringido, sobre la figura del ciudadano propietario, e implican la puesta en acto de una frontera espacial que apunta a evitar la mezcla propia del espacio urbano abierto, generando formas de sociabilidad homogéneas y ‘puertas adentro’ (Svampa, 2008).
En este sentido, cabe discutir si se ha conformado un “gueto de elite” en Reñaca, en el cual reside una minoría de la población que ha concentrado el poder económico y político de la región, y en donde sus preferencias electorales proyectan los privilegios, restringidos preferentemente para las personas de este territorio. Si fuese así, estaríamos también en presencia de un proceso de autosegregación de la elite en la región de Valparaíso, un símil regional al fenómeno representado por las comunas de alta renta de Santiago: Vitacura, Las Condes y Lo Barnechea.
En Reñaca Bajo la preferencia por el rechazo alcanzó el 60,3%, registrándose un altísimo nivel de participación (71,3%) (…) Ciertamente en esta circunscripción electoral se expresa territorialmente el voto mayoritario de la elite regional.
En la Región de Valparaíso, la votación por el apruebo concentró un 79,4% de los votos. Tendencia similar a la Región Metropolitana y levemente superior al total nacional. Ganó en los 38 municipios que conforman la región, e incluso en 26 de ellos se superó el promedio regional (Véase gráfico Nº2).
Gráfico Nº2 – Porcentaje de votos por la opción apruebo por comuna.
Región de Valparaíso 2020.
Los municipios que presentan las mayores preferencias por la opción del apruebo se concentran en el sector norte e interior de la Región de Valparaíso. En este sentido, destaca el caso de Petorca, comuna que concentra alrededor del 90% de preferencias, una de las más altas a nivel nacional[4]. También destacan Lla-Llay, Nogales, Cabildo, Putaendo, Calera, La Ligua, Calle Larga, Hijuelas y Santa María, todas ellas comunas interiores del sector norte de la región. No obstante, también destacan comunas que no comparten esta distribución territorial, como San Antonio, Juan Fernández, Isla de Pascua y Puchuncaví.
En este contexto, habría que preguntarse ¿qué tienen en común estos territorios donde la opción por el apruebo fue mayoritaria? A modo de hipótesis, existen diversos y complejos procesos que se superponen en estos territorios, y que van más allá de vincular solamente su tendencia de voto a las diferencias socioeconómicas de los territorios y/o carencias materiales de vida. Por el contrario, advertimos que en dichos territorios se han venido desplegando cuestionamientos consistentes al modelo de desarrollo vigente. La Región de Valparaíso concentra la mayor cantidad de conflictos socioambientales en Chile (INDH, 2018), territorios en donde se han desplegado importantes luchas y resistencias contra el modelo extractivista. Destaca el caso de Petorca con el despojo del agua, Puchuncaví como “zona de sacrificio”, las zonas del interior con el monocultivo extensivo, entre otros. Por otro lado, también se reconoce a un conjunto de comunas con menor visibilidad, pero que representan territorios que han sido postergados de los supuestos beneficios del desarrollo, plasmados a nivel regional en la centralidad y cualidad de las estrategias regionales de desarrollo, las cuales han priorizado a los sistema metropolitanos de la región en desmedro de otros territorios, como también dimensiones del crecimiento económico por sobre el buen vivir de las comunidades.
En todos estos casos existe un material generoso de investigaciones (Bolados, et al. 2018; Saravia, et al. 2018; Budds, 2012; Mundaca, 2014; entre otros) que han ido visibilizando, a través de los años, los profundos impactos negativos del modelo para la vida de las personas. Sin embargo, a pesar de las dramáticas consecuencias del modelo neoliberal extractivo, también los territorios regionales muestran permanentemente señales de resistencias y de construcciones de caminos que están buscando recuperar relaciones más equilibradas con la naturaleza y con los seres humanos y no humanos, en pro de imaginar nuevos territorios donde sean las propias comunidades que tengan el control sobre su propio destino, recuperando la dignidad perdida.
Por ello es que pensamos que estos fenómenos permiten explicar por qué estos sectores de la región han declarado con tanta fuerza su apoyo al cambio constitucional, que no solo debe ser leído como un comportamiento electoral, sino como una expresión política y social de oposición activa a un modelo que muestra sus límites y descarnadas consecuencias.
En solo 7 comunas, de las 38 que integran la Región de Valparaíso, se registraron promedios de participación por debajo del promedio nacional (50,9%). Esto es indicativo del alto nivel de participación comunal (Véase Gráfico Nº3 y Véase Mapa Nº2). No obstante, estos resultados hay que analizarlos con moderación, ya que todavía se constata una importante y persistente abstención electoral.
Las comunas que presentaron los mayores niveles de participación en la región fueron Concón (64%), Papudo (62%), Zapallar (62%) y Santo Domingo (61%); coincidentemente, las que mostraron mayores preferencias por la opción rechazo. Por el contrario, las comunas que representaron los menores niveles de participación fueron las comunas insulares, Isla de Pascua y Juan Fernández; junto a las de Olmué, Hijuelas, Catemu y Petorca.
La diferencia entre las tres comunas con mayor y menor participación regional, alcanzó una brecha de alrededor de un 15%; sin lugar a dudas, cifra representativa de la desigualdad territorial de la participación en la región, que amerita un análisis más pormenorizado.
Gráfico Nº3 – Porcentaje de participación del padrón electoral por comuna.
Región de Valparaíso 2020.
Mapa Nº2 – Porcentaje de participación del padrón electoral por comuna.
Región de Valparaíso 2020.
Ahora bien, al comparar las diferencias de la participación entre las dos últimas elecciones (Presidencial 2017 y Plebiscito 2020), es posible reconocer dispares procesos producidos en la región.
En primer lugar, un conjunto de comunas evidencian un descenso en la participación. Aquí encontramos comunas de un perfil socioeconómico medio-alto y con altos niveles de preferencia por el rechazo, como Santo Domingo, Algarrobo y Zapallar. Pero también encontramos comunas de perfil diverso: Olmué, El Quisco, El Tabo, Cartagena, Catemu e Hijuelas. Estos hallazgos, son similares a las tendencias de participación en el Gran Santiago, donde se registraron descensos significativos en las comunas pertenecientes al cono de alta renta, aunque para el caso de la Región de Valparaíso se evidencia una mayor diversificación territorial, ejemplificada por este segundo conjunto de comunas (Véanse Gráfico Nº4 y Mapa Nº3).
En segundo lugar, destacan las comunas que presentan un crecimiento en la participación. El caso de Llay-Llay resulta emblemático, al registrar el mayor aumento porcentual de toda la región, un 16%. Del mismo modo, Isla de Pascua y Juan Fernández, comparten la característica de ser comunas en donde hubo un bajo porcentaje de participación, comparativamente con otras comunas de la región, pero donde más creció la misma entre ambas elecciones.
En la Región de Valparaíso, la votación por el apruebo concentró un 79,4% de los votos. Tendencia similar a la Región Metropolitana y levemente superior al total nacional. Ganó en los 38 municipios que conforman la región, e incluso en 26 de ellos se superó el promedio regional
Destaca también, de manera significativa, el crecimiento de la participación en comunas cabeceras provinciales, como Valparaíso, Viña del Mar y San Antonio, donde se registraron niveles de crecimiento por sobre el 5% del padrón electoral. Esta tendencia parece estar mostrando la emergencia de un nuevo votante urbano que, si tomamos en consideración los altos porcentajes de votación a favor del apruebo, se movilizó en pro de la demanda constitucional. Ciertamente, habrá que esperar a los próximos procesos eleccionarios para saber si la participación de este “nuevo votante” es consistente en el tiempo o solo respondió a la excepcionalidad del plebiscito constituyente. De todos modos, esta importante alza en la participación de sectores urbanos resulta consistente con la masividad de la protesta social en estas ciudades desde Octubre del año pasado, tensionando las interpretaciones sobre el desinterés y desafección política de la ciudadanía (Disi y Mardonez, 2019).
Gráfico Nº4 – Diferencia entre el porcentaje de participación del padrón electoral por comuna entre la elección 2017 y 2020. Región de Valparaíso 2020.
Mapa Nº3 – Porcentaje de diferencia de la participación entre 2017 y 2020 por comuna.
Región de Valparaíso 2020.
Estas particularidades territoriales y brechas en la participación, mostradas en el gráfico N°4 y Mapa N°3, nos invitan a pensar en las características comunes que tienen los territorios que presentan mayor y menor participación. Por ello, resulta útil comparar la participación electoral por comuna en las elecciones del año 2017 y el plebiscito del 2020, relación representada en el gráfico N°5. Como puede observarse, la dispersión de los puntos azules en este gráfico (comunas) nos muestra la diversidad ya señalada, mientras que la distancia respecto a la línea amarilla representa la variación entre ambos procesos (las comunas sobre la línea son las que aumentan su participación; mientras que las que están bajo ella, son las que disminuyen el porcentaje de participación).
Gráfico Nº5 – Porcentaje de participación en las elecciones 2017 y plebiscito 2020 por comuna. Región de Valparaíso 2020.
Junto a esta interesante información, el gráfico también muestra el promedio de participación entre las comunas, tanto en el 2017 (línea roja vertical), como en el 2020 (línea roja horizontal). El cruce de estas líneas produce cuatro cuadrantes: el primero de ellos, compuesto por comunas que tuvieron una participación bajo el promedio intercomunal el año 2017, y una participación sobre la media en el 2020. Todas las comunas en este primer cuadrante crecieron significativamente su participación entre ambos procesos, y son principalmente rurales (excepto San Antonio). Por su parte, el segundo cuadrante representa las comunas que se encuentran bajo el promedio de participación entre comunas, tanto el 2017 como 2020. Es importante notar que, si bien estas comunas mantienen porcentajes de participación bajo la media intercomunal, prácticamente todas ellas aumentan su participación en el último proceso. Particularmente, destacan las comunas insulares (que son las que más incrementan su participación después de Llay-Llay), grandes urbes como Viña del Mar y Valparaíso, junto a sectores rurales/costeros con conflictos ambientales, como Quinteros, Petorca, entre otros. Cabe hacer notar que buena parte de las comunas con conflicto ambiental, así como los grandes centros urbanos de la región se ubican en los cuadrantes 1 y 2. Vale decir, son comunas que en el 2017 presentaron baja participación (comparada con el promedio intercomunal) y que aumentan su participación en el plebiscito 2020, mostrando la importancia de las dinámicas socioterritoriales en la participación electoral.
Los cuadrantes tres y cuatro están compuestos por las comunas que tuvieron una participación por sobre la media el 2017 y que en el plebiscito 2020 tuvieron una alta participación (cuadrante 3) o una participación bajo el promedio de comunas (cuadrante 4). El tercer cuadrante representa entonces a las comunas que tradicionalmente presentan altos niveles de participación electoral y que su situación no cambió significativamente el 2020. Aquí encontramos las comunas de mayores ingresos y con mayores porcentajes de preferencias por el rechazo (Santo Domingo, Zapallar, Algarrobo, Concón), junto a otras de carácter diverso, como Calle Larga, Papudo, San Esteban o La Cruz. Es interesante destacar que la mayoría de dichas comunas aumenta su participación, y que solo disminuye en las comunas costeras, con fuerte actividad turística.
Finalmente, el cuarto cuadrante está compuesto por aquellas comunas que en el 2017 presentaron altos porcentajes de participación comparados con la media de las comunas en la región, situación que no se repitió para el plebiscito 2020. Si bien no hay grandes descensos porcentuales en la participación de dichas comunas (a excepción quizás de Olmué), éstas no lograron crecer en sus índices de participación como sí lo hizo buena parte de las comunas en la región. Llama la atención el carácter diverso de estas comunas y nos recuerda la importancia de las particularidades territoriales que existen detrás de las dinámicas de participación electoral.
Los resultados permiten observar diferentes patrones en la distribución del voto en la región de Valparaíso. Mientras que la tendencia por el rechazo está fragmentada y segregada territorialmente, la tendencia por el apruebo está diversificada por el territorio; particularmente, con una alta presencia en el sector interior-norte de la región. Del mismo modo, se reconocen importantes niveles de participación electoral en la región, con la emergencia de un nuevo votante urbano, aunque su distribución presenta todavía significativas inequidades territoriales.
Lo anterior, permite reconocer una distribución territorial diversa del patrón del voto, donde es prioritario analizar cada uno de los territorios, con todas sus especificidades y cualidades, para poder comprender la complejidad del proceso constituyente que actualmente está en curso. En este sentido, los actuales resultados son una invitación a reflexionar y debatir acerca de las características y particularidades regionales del proceso constituyente, entendiéndolo como una oportunidad, pero también un desafío, que represente políticamente la heterogeneidad y diversidad de los territorios en la Región de Valparaíso.
En definitiva, la descentralización no es solo una demanda por equilibrar el poder político de los territorios, o descentralizar más recursos para la investigación, es también la necesidad de descentrar los imaginarios sobre la producción del conocimiento, y esto, básicamente, es superar el “santiagocentrismo” como realidad extrapolable a todo el país. Otra vez, Santiago no es Chile o, mejor dicho, Santiago no representa la compleja diversidad de los territorios de Chile.
Este artículo es parte del proyecto CIPER/Académico, una iniciativa de CIPER que busca ser un puente entre la academia y el debate público, cumpliendo con uno de los objetivos fundacionales que inspiran a nuestro medio.
CIPER/Académico es un espacio abierto a toda aquella investigación académica nacional e internacional que busca enriquecer la discusión sobre la realidad social y económica.
Hasta el momento, CIPER Académico recibe aportes de seis centros de estudios: el Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES), el Centro de Estudios Interculturales e Indígenas (CIIR), el Centro de Investigación en Comunicación, Literatura y Observación Social (CICLOS) de la Universidad Diego Portales, el Núcleo Milenio Autoridad y Asimetrías de Poder (NUMAAP), el Observatorio del Gasto Fiscal y el Instituto Milenio para la Investigación en Depresión y Personalidad (MIDAP). Estos aportes no condicionan la libertad editorial de CIPER.
Bolados, P., Henríquez, F., Ceruti, C., & Sánchez, A. (2018). La eco-geo-política del agua: una propuesta desde los territorios en las luchas por la recuperación del agua en la provincia de Petorca (Zona central de Chile). Costa Rica: Revista Rupturas 8(1) pp 167 – 199.
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Centro Producción del Espacio (2020). “Geografías del apruebo: notas de trabajo”. Universidad de las Américas. Disponible aquí.
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Svampa, M. (2008). Los que ganaron. La vida en los countries y barrios privados. Biblos: Buenos Aires, Argentina.
[2] Agradecemos al Centro de Producción del Espacio (2020) de la Universidad de las Américas, que sistematizó y liberó la información proporcionada por el SERVEL, como insumo de nuestro estudio
[3] Circunscripción donde votaron 8.340 personas de 11.548.
[4] La comuna de Petorca la conforman dos circunscripciones electorales, Petorca y Chincolco. En el primer caso, Petorca la opción del apruebo arrasa con un 92% de las preferencias, mientras que el segundo, está se impone solo con un 84% de las preferencias. Si bien en los dos casos son porcentajes mayoritarios, es interesante profundizar en las diferencias internas que pueden haber en una misma comuna.