CIPER ACADÉMICO / OPINIÓN
Ud. y yo: la principal causa de los incendios forestales en Chile
21.10.2020
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CIPER ACADÉMICO / OPINIÓN
21.10.2020
A diferencia de lo que se piensa, el cambio climático no produce incendios forestales. Lo que hace es propiciar que exista una mayor cantidad de material combustible que fácilmente puede comenzar a arder. En el 99% de los casos, los incendios los provoca la gente. Eso no lo entiende la mayoría de las personas, quienes siguen creyendo que no serán parte de ese revelador porcentaje que puede arrasar nuevamente con gran parte de la zona centro sur de Chile.
El pasado 2 de octubre de 2020, el Ministerio del Interior y Seguridad Pública publicó en el Diario Oficial la declaración de estado preventivo de emergencia asociado a las condiciones de peligrosidad de ocurrencia de incendios forestales en el país entre los meses de octubre de 2020 y mayo de 2021.
Como ha sido la tendencia durante los últimos años, el país se encuentra en peligro inminente de incendios forestales al menos 8 meses al año, lo que implica invertir una gran cantidad de recursos destinados a la prevención y especialmente al combate de este tipo de fenómenos. El año 2020 el presupuesto nacional para la temporada de incendios es el más cuantioso de la historia, alcanzando los 63.000 millones de pesos (Conaf 2020).
Este estado de alerta permanente se encuentra asociado a las consecuencias del cambio climático. Tal como la declaración lo indica, el mayor riesgo de incendios forestales se encuentra vinculado a la disminución de precipitaciones que mantiene a gran parte del territorio nacional en estado de sequía desde hace al menos 10 años. Esta situación afecta, en distintas escalas, a aproximadamente un 76% del territorio nacional, con casos de sequía extrema en Chile central (Futuro Latinoamericano et al 2018). Una de las consecuencias de esta sequía es el estrés hídrico al que se ve sometida la vegetación y en particular los recursos forestales que ocupan amplias extensiones de territorio en las zonas centro y sur del país. Todos estos recursos naturales se transforman en una basta fuente de combustible que permite una rápida propagación del fuego ante la ocurrencia de un incendio forestal.
¿Quiere decir esto que la causa de los incendios forestales es el cambio climático? En estricto rigor la respuesta es no. El cambio climático no produce incendios forestales dado que estos no se generan de forma espontánea como consecuencia de una sequía. El cambio climático repercute en que año a año exista una mayor cantidad de material combustible que fácilmente puede comenzar a arder, pero no es el gatillador de los incendios. ¿Cuál es la causa entonces? A escala global, las causas se diferencian entre naturales y antropogénicas dependiendo del punto geográfico que se analice (Castillo, et al. 2019). Al respecto, tanto la literatura sobre el tema como los expertos en la materia señalan que el 99% de los incendios forestales son provocados por las y los humanos, información que ha sido ampliamente divulgada en medios de comunicación, talleres de prevención e informes oficiales sobre la materia. Las causas conocidas como naturales suelen referirse a sucesos aislados tales como la caída de rayos en zonas cordilleranas afectadas por la sequía, las que constituyen solo el 1% del origen de estos incendios (González, et al. 2020).
Podríamos suponer entonces que es de conocimiento común el origen antropogénico de los incendios forestales y con ello la responsabilidad inherente que recae en la población bajo este enunciado. De ello se suele hablar cuando a diario se informa sobre lo acontecido en la región de California en Estados Unidos, en la selva amazónica, en los bosques de Australia, en las zonas forestales y periurbanas de las regiones del centro y sur del país. Por otro lado, podríamos pensar que, luego del mega incendio de la temporada 2016-2017, que devastó un área superior a las 500.000 hectáreas en el territorio nacional (González, et al. 2020), las personas son conscientes de que su actuar negligente puede ser la chispa de un nuevo magno evento como ese. Las cifras, sin embargo, indican lo contrario, año a año la cantidad de incendios forestales aumenta, lo que significa que no hemos aprendido nada al respecto.
En Chile, especialmente desde el mega incendio de 2016-2017, se han generado nuevos recursos financieros, técnicos y humanos para el combate de incendios, lo que ha permitido mejorar la capacidad y velocidad de respuesta ante su producción. En materia de prevención, sin embargo, los recursos son escasos y las estrategias poco efectivas. Esto dado que la mayoría de las personas sigue pensando que no será parte del 99% de las causas de un incendio forestal. Esto nos lleva a reflexionar sobre las barreras psicológicas y psicosociales que utilizamos para no sentirnos responsables de los desastres socioambientales que día a día ocurren a nuestro alrededor y a implementar estrategias de prevención que destinen recursos a combatir esas barreras, costo significativamente menor que el asociado al combate de incendios.
Los medios de comunicación juegan un rol importante al respecto, como agentes capaces de generar cambios en el comportamiento de la población a partir de la entrega de información relevante y de calidad. En tal sentido, no basta con comunicar que los incendios forestales los provocan las personas. Es necesario dar cuenta de lo simple que es provocar un incendio sin premeditarlo. Es necesario comunicar que el crecimiento demográfico y la expansión urbana han disminuido las fronteras que nos separan de los espacios naturales, aumentando la probabilidad de ocurrencia de incendios de gran escala. Esto resulta incluso más relevante que informar sobre las características de aviones y helicópteros utilizados para el combate de incendio forestales, más relevante que los divertidos nombres con los que se les denomina, distrayendo la atención de la población y contribuyendo con ello al hecho de que algunas personas (generalmente menores de edad) provoquen incendios solo para ver volar estos aparatos por simple entretención.
La tarea no es simple. La idea de que quienes provocarán los incendios forestales son otras personas, parece estar arraigada en la mayor parte de la población, quienes confían ciegamente en que estos no les afectarán directamente. La tarea es entonces, generar conciencia de que somos parte de ese 99% ya sea por negligencia o por desentendernos de un problema que se produce al menos 8 meses al año y que ya figura en el futuro como una condición aún más recurrente y catastrófica. En este sentido decisiones políticas como la declaración de estado preventivo de emergencia, son solo una de las medidas a adoptar entre muchas otras que se encuentran en nuestras manos.
Castillo, M., Saavedra, Jorge., Brull, J. (2019). Severidad del fuego en los mega incendios forestales ocurridos en chile, en 2017.Acciones para mejorar el sistema de protección. Territorium 26 (I), 5-18. DOI: Disponible aquí..
Conaf. (2020). Chile preparado ante incendios forestales. Revista Chile Forestal N°393. Disponible aquí.
Futuro Latinoamericano, Fundación Avina, Fundación Chile. (2018). Radiografía del Agua. Brecha y Riesgo Hídrico en Chile. Disponible aquí.
González, M.E., Sapiains, R., Gómez-González, S., Garreaud, R., Miranda, A., Galleguillos, M., Jacques, M., Pauchard, A., Hoyos, J., Cordero, L., Vásquez, F., Lara, A., Aldunce, P., Delgado, V., Arriagada, Ugarte, A.M., Sepúlveda, A., Farías, L., García, R., Rondanelli, R.,J., Ponce, R.,Vargas, F., Rojas, M., Boisier, J.P., C., Carrasco, Little, C., Osses, M., Zamorano, C., Díaz-Hormazábal, I., Ceballos, A., Guerra, E., Moncada, M., Castillo, I . (2020). Incendios forestales en Chile: causas, impactos y resiliencia. Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2, (ANID/FONDAP/15110009), 84 pp. Disponible aquí.
Este artículo es parte del proyecto CIPER/Académico, una iniciativa de CIPER que busca ser un puente entre la academia y el debate público, cumpliendo con uno de los objetivos fundacionales que inspiran a nuestro medio.
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