Por un desconfinamiento seguro y con participación de los equipos de salud
03.08.2020
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03.08.2020
(El autor de esta carta es presidente del Colegio Médico de Santiago)
Es positivo que el plan de desconfinamiento “Paso a Paso” sea gradual y flexible. Las consideraciones para implementar las etapas debieran estar inspiradas principalmente en las recomendaciones dadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), no obstante, a días del anuncio del ministro de Salud, se declara que dichos criterios en la Región Metropolitana (región con mayor cantidad de casos de personas contagias por Covid-19) serán aplicados comuna a comuna, lo cual podría implicar un error importante.
El ministerio evaluó diferentes indicadores para iniciar el desconfinamiento, pero varios de ellos no pueden ser estimados a nivel comunal, sobre todo aquellos que afectan la lógica de funcionamiento de la red de salud integrada. Aunque existe una gran diferencia de incidencia del contagio en las distintas comunas de Santiago, la respuesta hospitalaria y las lógicas de contagio dependen de las dinámicas regionales.
Uno de estos indicadores es el porcentaje de ocupación de camas UCI, sin embargo la autoridad ha dispuesto una tasa de ocupación igual o menor a 90% (la cual no es medible por comuna), y además es un porcentaje muy ajustado para descongestionar la labor clínica de manera necesaria. Tampoco hay una explicitación si las camas desocupadas serían de UCI propiamente tal o camas reconvertidas, que no cuentan con todas características necesarias para atender un paciente crítico (aunque lo más probable es que se trate de estas últimas). Entonces, en caso de rebrote o aumento de casos, una leve presión en la red de salud podría significar rápidamente un nuevo colapso hospitalario.
Otros indicadores relevantes y claves para frenar los contagios son los relativos a la trazabilidad. Para prevenir una nueva alza de contagios en los 7 municipios metropolitanos que entraron en la fase de “transición”, es muy importante que la atención primaria de dichas comunas cuente con una alta capacidad para aplicar la estrategia TTA (Testeo, Trazabilidad y Aislamiento), la cual se puso en funcionamiento con retrasos y ha reportado no estar en su máxima eficiencia. Por lo tanto, se hace necesario que el ministerio en conjunto con las comunas de la Región Metropolitana efectúe mayores esfuerzos para alcanzar una trazabilidad adecuada y así avanzar hacia nuevos pasos de control de la pandemia. En ese sentido y para reforzar el actuar del sistema de salud es necesario intensificar el testeo masivo a los/as funcionarios/as para resguardar su salud y controlar el contagio al interior de los establecimientos.
Debemos aprender de los errores para no cometerlos nuevamente y los costos que ha tenido la pandemia en nuestro país son altos: más de 13.000 personas fallecidas (entre confirmados/as y con sospecha), con una muy alta tasa de mortalidad, así como más de 20.000 trabajadores/as de salud contagiados/as (sumando el ámbito público con el privado).
La estrategia de cuarentena dinámica demostró que la Región Metropolitana tiene una composición de alta desigualdad territorial, pero su funcionamiento se comporta como un solo organismo. En la experiencia de desconfinamiento en las regiones de los Ríos y Aysén, sabemos que los/as trabajadores de salud se enteraron del plan por la prensa y no pudieron ser parte la estrategia. Sólo una herramienta que cuente con transparencia de datos sea ampliamente discutida con todos/as los/as actores necesarios/as y considere la situación física y emocional de los/as funcionarios/as de salud, así como las condiciones generales de los establecimientos de atención, podrá dar mayores niveles de seguridad tanto a la población como a la primera línea de trabajadores/as de la salud.