COLUMNA DE OPINIÓN
COVID-19 y elecciones en el mundo: Lecciones para Chile
04.07.2020
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COLUMNA DE OPINIÓN
04.07.2020
El plebiscito de octubre es una de las 154 votaciones que se harán este año en el mundo, muestra el politólogo Claudio Fuentes. Con más o menos problemas, ir a las urnas en pandemia es algo que muchas naciones están resolviendo. Esta columna recopila “acciones comunicacionales, sanitarias y logísticas” que permiten una amplia participación en la importante votación que se aproxima.
Concurrir a las urnas es una condición esencial de los sistemas políticos representativos. Producto de la pandemia, este año se alteró significativamente el calendario electoral de referéndums, elecciones generales, provinciales y locales. Para el año 2020 se tenían contemplados 154 eventos electorales significativos. Hasta el 1º de julio se habían realizado 45 de ellos que corresponde al 55% de las elecciones que correspondía realizar en esos seis meses. En 71 casos se ha modificado el cronograma electoral original, ya sea re-agendando la elección para una nueva fecha (41 elecciones), o postergándolo sin definir todavía una fecha específica (30 elecciones).
(Vea la tabla completa aquí)
Llama la atención algunas tendencias que serán relevantes para el caso de Chile. Primero, las autoridades electorales de diversos países han actuado con prudencia, aceptando en muchos casos la postergación de las elecciones por razones sanitarias. De hecho, en la medida en que la pandemia comenzó a expandirse más allá de las fronteras de Asia en el mes de marzo, se dio inicio al ciclo de postergaciones que ya se acerca a la mitad de los eventos planificados para este año.
En segundo lugar, el promedio de las postergaciones ha sido de 4,8 meses en aquellos países que definieron una nueva fecha, lo que es coincidente con la expectativa de enfrentar un ciclo de expansión y luego reducción de la curva de la pandemia.
Los tiempos de crisis son coyunturas donde se expresan con mayor intensidad las mayores desigualdades de poder entre quienes tienen los recursos y capacidades para definir ciertas políticas y aquellas personas que no pueden hacer más que luchar por sobrevivir.
43 países realizaron elecciones entre enero y junio ¿Qué medidas sanitarias tomaron las autoridades? Entre otras medidas que se han tomado se cuentan:
Medidas comunicacionales: un aspecto central en viarios países ha sido el desarrollar estrategias de información a la ciudadanía sobre dónde y cómo debe votar a partir de explicaciones sencillas, claras y que pongan atención en el modo en que debiese desenvolverse la ciudadanía al momento de asistir a los locales de votación (IDEA Internacional 2020, IFES 2020).
Votación anticipada: Algunos países o han extendido los días de la elección entre 2 y 6 días seguidos (Rusia), o han permitido el voto anticipado vía correo o por recintos especiales habilitados para esos efectos (Corea del Sur, Australia).
Medidas logísticas del proceso electoral: Se han generado políticas como la selección de vocales de mesa que no estén en edad de riesgo (Francia), limpieza de materiales antes de desarrollar el proceso electoral (Francia, Corea del Sur), reducir el número de personas permitidos en los locales de votación (Rusia, Moldovia, Canadá, Australia), marcar en el suelo para indicar la separación esperada entre personas (Corea del Sur, Rusia), tener personal adicional para ordenar las filas y promover la distancia física entre electores (Australia). En algunos casos, se desarrolló un sistema móvil de votación para personas incapacitadas de poder asistir a votar (Rusia). En Francia existe una política de acercamiento a los locales de votación a personas con dificultades físicas, lo que se aplicó en esta ocasión para votantes con cuarentena, grupos de personas que viven en hogares de ancianos, o personas con discapacidad. En Corea del Sur se estableció que, para propósitos de identificación, los electores debían bajar sus mascarillas temporalmente.
Medidas higiénicas: entre otras medidas se han tomado iniciativas como proveer a vocales de mesa y apoderados con medidas de protección (Corea del Sur, Benin), obligación de usar mascarillas (Corea del Sur), medir la temperatura en forma aleatoria en los recintos de votación (Corea del Sur, Rusia), obligación de portar líquido gel para las manos y limpiarse antes y después de votar (Corea del Sur), proveer de medidas de seguridad sanitaria para los votantes como máscaras, lápices desechables, guantes, papelillos con desinfectantes (Zimbabue, Rusia, Benin), permitir que los electores porten sus propios lápices (Alemania), y eliminar entrega de cartillas oficiales a los electores (Australia). En el caso de Corea del Sur, quienes tenían una temperatura superior a 37,5º eran conducidos a un lugar especial para votar. En Israel, se dispuso una protección especial para los vocales de mesa con plásticos que permitían separar los de los votantes. Allí también se dispuso de paramédicos con distintivos identificables para atender cualquier problema sanitario. Otra medida es la limpieza regular de las mesas y lugares donde se sufraga.
Para el caso de Chile se han socializado una serie de propuestas que buscan generar un plebiscito seguro y que apuntan en la misma dirección de lo que muestra la experiencia internacional. Espacio Público y “Ahora Nos Toca Participar” desarrollaron una muy acuciosa lista de recomendaciones que incluyen, entre varios otros elementos, la disponibilidad y adaptación de locales el día de la elección, medidas de higiene durante el proceso, posibilitar una reforma para permitir el voto por correo para personas en cuarentena o diagnosticadas con el virus, expandir los locales de votación el día de la elección, estudiar la posibilidad de la votación anticipada (una semana antes), y desarrollar una campaña de comunicaciones antes de las elecciones. Además, en este informe se realizan recomendaciones sobre el momento previo de las campañas electorales y la cuestión referida a las noticias falsas y la amenaza de la desinformación (Espacio Público 2020).
Julieta Suárez, Carolina Garrido y Javiera Arce (2020) han sugerido no innovar en materia de sistema de votación, rechazando por ejemplo el voto electrónico, por el poco tiempo que existe para implementar ese tipo de medida. Respecto del voto anticipado, advierten sobre la necesidad de definir quiénes podrían hacerlo y bajo que esquema (correo, unos días antes, o por urnas móviles). Remarcan la necesidad de poner mucha atención en la cadena de custodia de dichos votos se es que se implementa una medida como esa. También sugieren medidas de protección y cuidado muy similares a las que hemos venido señalando de distancia física, protección a vocales, y extensión de días del proceso electoral, entre otros.
A todas estas iniciativas debiésemos agregar otra condición esencial si se quiere asegurar un mínimo de participación: transporte público gratuito el día de la elección. Esta medida es vital por cuanto además de eliminar el costo económico de trasladarse a votar, también contribuye a reducir la práctica tan común en elecciones—particularmente en regiones y sectores rurales, como es el “acarreo” para ir a votar.
No cabe duda de que, observando la experiencia comparada, se puede avanzar en una importante lista de acciones comunicacionales, sanitarias y logísticas para asegurar una amplia participación ciudadana en los procesos electorales que se avecinan. Si las condiciones sanitarias del país lo permiten, se debiese desarrollar una fuerte iniciativa de la sociedad civil, autoridades de gobierno y de los partidos políticos para fomentar una masiva participación en el plebiscito para una nueva Constitución.
Pero además de estas preocupaciones procedimentales, lo que han demostrado las elecciones recientes en distintas partes del mundo es una mayor convulsión política y social. Un reciente informe del Consejo Europeo (2020) destaca que existen tres tendencias que se han agudizado luego del brote del COVID-19. Primero, se han agudizado los niveles de conflictividad y polarización entre los gobiernos centrales y locales respecto del modo en que se ha manejado la pandemia desde el punto de vista territorial.
Segundo, los y las “profesionales expertas” (principalmente de la salud y economía) han cobrado mayor protagonismo en un marco de la actual pandemia, transformándose en actores claves para los tomadores de decisión. Sin embargo, aquello aleja a la ciudadanía todavía más del marco de decisiones relevantes en un sistema democrático. En un contexto de debilitamiento de la confianza en las instituciones tradicionales de la democracia representativa, la ciudadanía se distancia de quienes están tomando las decisiones relevantes en cuestiones que son vitales para el conjunto de la ciudadanía.
Tercero, la circulación de información es muy significativa y alcanza una escala global gracias a las nuevas tecnologías. Sin embargo, el Consejo Europeo advierte del mal uso de información, noticias falsas y la necesidad de generar canales de información que produzcan confianza.
Finalmente, y como diversos casos en África lo demuestran, la realización de elecciones en contextos de pandemia ha estimulado la concentración de poderes en manos del poder Ejecutivo, lo que amenaza las libertades civiles y la protección de los derechos humanos (Taylor 2020).
Es en este marco que la realización de elecciones, limpias y libres, adquieren todavía mayor relevancia. El único modo de contrarrestar tendencias de polarización, elitismo y desinformación es con más democracia. Los tiempos de crisis son coyunturas donde se expresan con mayor intensidad las mayores desigualdades de poder entre quienes tienen los recursos y capacidades para definir ciertas políticas y aquellas personas que no pueden hacer más que luchar por sobrevivir. Por lo mismo, es en este momento que la democracia se pone en riesgo y resulta urgente reafirmarla. La participación electoral es una forma de activación –de varias otras que existen— para asegurar que la voz de los muchos pueda expresarse respecto de los temas trascendentes del país.
Así, promover condiciones para desarrollar procesos electorales seguros e informados no es menor. Lo que está en juego detrás de estas medidas es la democracia y el modo en que nos gustaría y queremos convivir.
Council of Europe. Elections and COVID-19. 29 de marzo, 2020.
Espacio Público. Plebiscito y COVID-19: Consideraciones y recomendaciones para votar de manera segura. Junio, 2020.
IDEA Internacional. Elecciones y COVID-19. Documento electrónico 2020.
IDEA Internacional. Global overview of COVID-19. Impact on Elections. March, 18, 2020.
IFES. Elections held and Mitigating Measures Taken during COVID-19. May 27, 2020.
IFES. Elections postponed due to COVID-19. June 17, 2020.
Suárez, Julieta, Carolina Garrido y Javiera Arce-Riffo. La democracia no se suspende: elementos para un plebiscito seguro en Chile. Agenda Pública, El País, 30 de junio, 2020.
Taylor, Darren. How COVID is Affecting Elections in Africa. Voanews, Junio 3, 2020.
Este artículo es parte del proyecto CIPER/Académico, una iniciativa de CIPER que busca ser un puente entre la academia y el debate público, cumpliendo con uno de los objetivos fundacionales que inspiran a nuestro medio.
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