PARLAMENTARIO DIJO A CIPER QUE FUE DE MUTUO ACUERDO PORQUE EL ASESOR TUVO UN PROBLEMA PERSONAL
Con fondos públicos: diputado Alinco finiquitó a asesor con $11,7 millones, a los cuatro meses lo recontrató y aumentó su sueldo
17.04.2025
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PARLAMENTARIO DIJO A CIPER QUE FUE DE MUTUO ACUERDO PORQUE EL ASESOR TUVO UN PROBLEMA PERSONAL
17.04.2025
A petición del diputado René Alinco (Ind), el abogado y asesor del parlamentario, Rodrigo Álvarez, recibió en octubre de 2024 un finiquito por $11,7 millones que pagó la Cámara. Cuatro meses después, en febrero de 2025, Alinco decidió recontratarlo y aumentar en $1 millón su remuneración: de percibir $2,1 millones, pasó a $3,1 millones. El Congreso tiene una cláusula especial para trabajadores de este tipo y cada vez que se termina un periodo parlamentario, se finiquita a todos. Por esta razón, Álvarez ya había sido indemnizado por la Cámara en 2021, cuando recibió $7 millones por tres años de servicios. Consultado por CIPER, Alinco señaló que el finiquito fue de común acuerdo, argumentando que Álvarez tenía un problema personal.
En octubre de 2024, el abogado y asesor del diputado por Aysén, René Alinco (Ind), Rodrigo Álvarez Seguel, a solicitud del parlamentario, fue finiquitado por la Cámara de Diputados y recibió $11,7 millones por concepto de indemnización y feriados legales. A los cuatro meses, en febrero de este año, también a petición de Alinco, el colaborador fue recontratado y según los registros públicos, su sueldo aumentó y en vez de percibir $2,1 millones bruto al mes, comenzó a ganar $3,1 millones.
CIPER accedió a información que indica que los casi $12 millones del finiquito se desglosan en el pago de indemnización por tres años de servicios, lo que corresponde a casi $7 millones, más el pago de días de feriados proporcionales. En los antecedentes se identifican 73 días por feriados que significaron $5 millones. Al ser consultado por CIPER, el abogado Álvarez no aceptó que se grabara la conversación, pero señaló que en todo el tiempo que asesoró a Alinco no se tomó vacaciones y siempre trabajó cuando el Congreso estuvo cerrado producto de los recesos legislativos que, por ley, comprende el mes de febrero de cada año.
Desde la Cámara de Diputados, en tanto, señalan que ellos no controlan las vacaciones del Personal de Apoyo que no se desempeña en alguna de las sedes del Congreso y que la verificación de los feriados legales queda a cargo del parlamentario. Según agregan, algunas oficinas regionales no cierran en periodos de recesos legislativos. Miguel Landeros, secretario de la corporación, explicó a CIPER que en este caso, se le envió un oficio al diputado quien acreditó que Álvarez no se había tomado vacaciones en todo ese tiempo.
Esta es la segunda vez que Álvarez fue finiquitado por la Cámara de Diputados. En 2021 fue indemnizado también por haber estado tres años trabajando como asesor del diputado Alinco, ocasión en la que recibió $7 millones, más feriados proporcionales. Pero no es el único. La normativa del Congreso señala que todos los asesores requeridos como Personal de Apoyo deben ser contratados bajo el Código del Trabajo. Y de acuerdo con el Artículo 3 A de la Ley Orgánica Constitucional, todos los trabajadores sujetos al Código, deben terminar su relación laboral cuando el parlamentario cesa en su cargo. En la práctica, esta cláusula implica que todos estos asesores son indemnizados cada cuatro años porque, siempre que termina un periodo parlamentario, los diputados y senadores pierden su cargo.
Landeros explica que el finiquito y recontratación es un proceso admitido conforme al Código del Trabajo y que solo se estipula que haya un lapso de cinco días entre cada una de las acciones legales. A su vez, precisan que las indemnizaciones se pagan con los fondos presupuestarios de la corporación, pero las vacaciones se cargan a los recursos que todos los parlamentarios disponen por concepto de asignaciones parlamentarias.
En el contrato que Álvarez pactó en febrero con la Cámara, se estipula que su horario no se encuentra sujeto al límite legal, por lo que sus asesorías pueden ser prestadas sin necesidad de asistir al Congreso. Al ser consultado, el abogado señaló a CIPER que asiste poco a la Cámara y que su trabajo está ligado a acompañar al diputado a Coyhaique para asesorarlo en reuniones. CIPER le preguntó si para viajar ocupa pasajes de la Cámara, los que se encuentran debidamente registrados y sujetos a acceso vía Ley de Transparencia. Álvarez respondió que no usa pasajes pagados por la Cámara y que los boletos de avión los paga de su bolsillo.
CIPER consultó a Álvarez sobre sus razones para dejar el equipo del diputado quien, a través de una respuesta por escrito, aludió a motivaciones de carácter laboral: “Respecto a la información que menciona, le aclaro que la recontratación a la que alude fue una decisión adoptada en el marco de una reorganización interna del equipo, luego de que variaran las condiciones y directrices que motivaron inicialmente el término del vínculo contractual. Acepté reincorporarme bajo ese nuevo escenario —donde hubo cambios de personas en el equipo— y retomé funciones que ya había desempeñado, junto a otras nuevas. Todos los pagos efectuados, incluidos indemnización y feriado proporcional, corresponden a derechos laborales establecidos en la normativa vigente”, dijo (lea la respuesta enviada por el asesor).
Asimismo, preguntamos al diputado Alinco porqué finiquitó a Álvarez si, al cabo de cuatro meses, lo recontrató, quien respondió que fue una decisión de mutuo acuerdo, porque, según dijo, el asesor tenía un problema personal:
“Yo trato de no meterme en la vida privada de la gente que trabaja conmigo, creo que es lo mínimo que debe respetar un empleador. Él me asesora, no tuve ningún problema, fue de mutuo acuerdo y obviamente yo tenía que pagarle el finiquito”, indicó Alinco.
– ¿Él renunció entonces?
– Es que hay varias formas en la Cámara de Diputados. Una es (que finalice el vínculo laboral) por falta de confianza, que no es la situación. Fue una renuncia voluntaria (en la) que normalmente se usa el término “mutuo acuerdo”. Y eso fue lo que se hizo. Yo no tuve ningún problema con Rodrigo Álvarez y obviamente él tenía situaciones personales. Y no es la primera vez que uno contrata, así como lo hacen todos. Uno contrata, se va la gente y vuelve. Yo no he tenido problemas nunca con los trabajadores, si hay una persona que pretende respetar los derechos de los trabajadores, soy yo.
– El punto es que el finiquito y recontratación se hace con fondos públicos, distinto es cuando el empleador paga de su bolsillo.
– Pero, lógico. Pero, de qué me está acusando, que me robé yo plata.
– Nadie lo acusa. La pregunta es qué lo llevó a usted a finiquitar y recontratar al cabo de unos meses.
– Lo que pasa es que son situaciones personales de Álvarez.
– ¿Y esas situaciones personales cambiaron al cabo de unos meses?
– Es que no soy asistente social, yo no me meto en la vida privada. Yo tomo las decisiones y yo soy el responsable, yo finiquito, despido y contrato.
– ¿Y ha finiquitado y recontratado en otra ocasión a asesores con solo meses de diferencia?
– No recuerdo, pero la gente se puede ir cuando quiera, cuando hay situaciones especiales, se finquita cuando hay mutuo acuerdo. Incluso, yo he tenido problemas con otros funcionarios que han faltado a la confianza, pero lo que pasa es que si uno le pone “falta de confianza” jode a un trabajador para buscar pega de nuevo. Pero, yo no he cometido ninguna falta ni nada.