Oportunidades para la minería chilena en medio de guerra arancelaria de Trump
15.04.2025
Hoy nuestra principal fuente de financiamiento son nuestros socios. ¡ÚNETE a la Comunidad +CIPER!
15.04.2025
Señor Director:
Las políticas comerciales del presidente Donald Trump, orientadas a reforzar la competitividad de la industria estadounidense, han vuelto a tensionar el comercio global. En abril de 2025, Estados Unidos impuso un arancel del 10% a las importaciones de varios países, incluido Chile. Sin embargo, el cobre —principal producto de exportación chileno— fue excluido de esta medida. Aunque esto puede parecer favorable a corto plazo, la naturaleza volátil y poco predecible de estas decisiones plantea un riesgo latente.
El cobre chileno se destina mayoritariamente a China, que absorbe cerca del 57% de las exportaciones nacionales del mineral. Por tanto, el impacto directo del nuevo arancel es limitado. Incluso en un escenario extremo —en que China redirigiera todo el cobre chileno hacia productos que luego se exportaran exclusivamente a EE. UU.— la cota superior del impacto indirecto sería de solo 7,6% del total exportado, dado que solo un 14,8% de las exportaciones totales de China tienen como destino Estados Unidos. Esta es una hipótesis altamente conservadora, ya que buena parte del cobre se consume internamente en China o se reexporta a terceros mercados.
Además, la experiencia reciente demuestra que el sector cuprífero chileno tiene una alta resiliencia ante shocks globales. Por ejemplo, durante la pandemia de COVID-19 —una de las crisis económicas más severas del siglo XXI— las exportaciones de cobre chileno crecieron un 8,4% en 2020, y un 41% en 2021, alcanzando un récord de más de US$53.000 millones. Solo en 2022 se observó una caída significativa, del 17%, debido a una baja en la producción y en el precio internacional, pero incluso entonces las exportaciones se mantuvieron en niveles históricamente altos, superando los US$44.000 millones.
Este contexto reafirma que, incluso en su peor año reciente, la minería del cobre en Chile ha mostrado una solidez estructural. A la vez, las tensiones comerciales entre EE. UU. y China ofrecen a Chile una oportunidad concreta: profundizar su vínculo estratégico con China, no solo como proveedor de materias primas, sino como socio en el desarrollo de cadenas de valor más sofisticadas.
Chile ha avanzado en la exportación de cátodos y concentrados de cobre, pero aún tiene margen para crecer en manufactura intermedia, componentes tecnológicos y materiales procesados. Y el momento no podría ser más propicio: China lidera la innovación en electromovilidad y almacenamiento energético, sectores altamente intensivos en cobre y litio. De hecho, se estima que la demanda de cobre del sector de baterías podría crecer un 50% en la próxima década, según proyecciones de Cochilco.
Frente a la inestabilidad del escenario comercial global, Chile no debe limitarse a reaccionar. Es el momento de tomar decisiones estratégicas: apostar por mayor integración con China, diversificar su oferta exportadora y posicionarse como un actor clave en las industrias del futuro.