EN 2024 CONTRALORÍA ENCONTRÓ OTROS CINCO HOSPITALES DEL PAÍS CON FÁRMACOS CADUCOS
Seremi de Salud inició sumario en el hospital El Carmen tras detectar medicamentos e insumos vencidos
12.03.2025
Hoy nuestra principal fuente de financiamiento son nuestros socios. ¡ÚNETE a la Comunidad +CIPER!
EN 2024 CONTRALORÍA ENCONTRÓ OTROS CINCO HOSPITALES DEL PAÍS CON FÁRMACOS CADUCOS
12.03.2025
A fines de enero pasado, la Seremi de Salud visitó el Hospital El Carmen de Maipú y detectó una serie de infracciones. CIPER accedió a un documento que contiene el detalle de esos hallazgos, entre los que destacan que 112 insumos y medicamentos ubicados en la unidad de hemodiálisis estaban vencidos, y que ocho de esos productos mantenían una alerta de retiro emitida desde octubre de 2024 por el Instituto de Salud Pública (ISP). El hospital señaló a CIPER que “además de corregir los lamentables hallazgos encontrados”, instruyó una investigación interna. La situación no es un hecho aislado: en 2024 Contraloría hizo seguimiento a otros cinco casos detectados en distintos hospitales del país.
El pasado 29 de enero, la Seremi de Salud Metropolitana inició un sumario sanitario en contra del Hospital El Carmen Dr. Luis Valentín Ferrada de Maipú. La autoridad concurrió a la unidad de hemodiálisis del recinto, dentro de su plan de vigilancia activa, y detectó infracciones de distinta naturaleza. La mayoría tienen relación con hallazgos de insumos y fármacos vencidos que se encontraban en espacios de uso continuo del hospital. En total se contabilizaron 112 productos caducados, ocho de estos fueron encontrados en un carro para tratar paros cardiorrespiratorios, procedimientos que requieren atención inmediata. Estos ocho insumos vencidos tenían una alerta de retiro de mercado emitida por el Instituto de Salud Pública (ISP) tres meses antes de ser detectados.
Las alertas de retiro son avisos de carácter urgente dirigidos a los recintos de salud para que se eliminen productos que puedan poner en riesgo la salud de la población.
La Seremi de Salud confirmó que la investigación sobre el hospital sigue en curso. CIPER tuvo acceso al acta del sumario, documento emitido por la autoridad sanitaria en el que se enumeran los hechos constatados por el funcionario que visitó el recinto. Allí también se especifican reparos en materia administrativa y de higiene. Tras estos hallazgos, la Seremi le indicó al Hospital El Carmen que debía “implementar protocolos locales de prevención de infecciones de hemodiálisis y normas de bioseguridad”, además de capacitar al personal en materias de manejo de residuos, junto a otras solicitudes.
El hospital tuvo hasta el 7 de febrero pasado para emitir sus descargos respecto del proceso administrativo en curso. Consultado por ello, desde el recinto señalaron a CIPER que, si bien ya habían tomado medidas previas a la visita de fiscalizadores de la Seremi, luego de esta se implementó un plan correctivo en la unidad de hemodiálisis. Entre esas acciones, aseguran, se eliminaron los insumos y medicamentos vencidos en carros para tratamientos de paros cardiorrespiratorios, box médicos y bodegas de concentrados.
“Además de trabajar en la corrección de los lamentables hallazgos encontrados, se instruyó una investigación sumaria para determinar las responsabilidades administrativas en la gestión de los insumos”, señalaron desde la dirección del Hospital El Carmen.
Este no ha sido el único caso presentado en el último tiempo. En 2024, tras hallar medicamentos vencidos, la Contraloría hizo un seguimiento en al menos otros cinco centros médicos ubicados en distintas regiones del país. Los establecimientos fiscalizados donde se encontraron medicamentos caducos fueron el Hospital de Carabineros (Región Metropolitana); Hospital Naval de Punta Arenas (Región de Magallanes); Hospital de Diego de Almagro (Región de Atacama); Hospital de Lolol (Región de O’Higgins) y Hospital de San Javier (Región del Maule).
Cada hospital mantiene un protocolo para la eliminación de remedios caducados. En general, el personal de salud que encuentra medicamentos vencidos, deteriorados o sin rotulación, debe devolverlos a la unidad de farmacia del recinto. También se designa a un funcionario para gestionar la eliminación regular de los medicamentos expirados.
Sin embargo, el sumario realizado al Hospital El Carmen de Maipú encontró al menos 112 productos vencidos, entre medicamentos e insumos para atenciones médicas. De estos, 35 corresponden a fármacos tanto en cajas completas o solo tiras. Y otros 77 son insumos como ampollas o bolsas de cloruro de sodio, además de frascos de amoniaco, entre otros.
Entre los remedios expirados se encontraron medicamentos de apoyo que no se relaciona directamente con los tratamientos de hemodiálisis (como Prednisona, Terbinafina, Micofenolato mofetilo, Clotrimazol, Metildopa y Myfortic). En tanto, entre los insumos caducados, se detectaron cuatro bidones de concentrado básico para hemodiálisis, insumo utilizado en máquinas de hemodialisis que sirve para evitar la acumulación de ácido en el torrente sanguíneo de un paciente con insuficiencia renal y mantener el pH sanguíneo en niveles normales.
Otros productos vencidos hallados fueron vías venosas periféricas, filtros, cintas reactivas y lancetas para medición de glucosa en la sangre. También cánulas nasales, anticoagulantes, cintas para fijar vendas y dispositivos, alcohol etílico, amoniaco y ácido etilendiaminotetraacético, entre otros. Este último ayuda a prevenir la coagulación en muestras de sangre para su posterior análisis.
Dentro de esta misma línea, la Seremi evidenció que la bodega que almacena insumos químicos en el establecimiento no contaba con sistema de regulación y control de temperatura. Frente a esta situación, la autoridad le pidió al hospital revisar periódicamente las alertas emitidas por el ISP para el retiro de insumos y medicamentos.
Al comenzar la inspección, la autoridad sanitaria se dio cuenta que la unidad de hemodiálisis del hospital no contaba con el registro de la cantidad de pacientes con dispositivos invasivos. También le instó a implementar un registro de pacientes sometidos a procedimientos de accesos vasculares. Dicho registro es parte de un protocolo que regula los tratamientos de hemodiálisis y con el que cuenta cada hospital. También solicitó implementar un informe mensual de pacientes que cumplan con los requisitos para acceder a un trasplante.
Respecto a materias de higiene, el sumario señaló que existían áreas limpias y sucias en la sala de hemodiálisis que no estaban rotuladas y que no tenían separaciones físicas entre sí. Al interior de la sala de hemodiálisis, la Seremi encontró además contenedores de residuos domiciliarios sin tapa.
Para las infracciones relacionadas a la falta de registro, la autoridad sanitaria le solicitó al hospital mantener un registro local de las infecciones del tracto sanguíneo (ITS) presentadas. En cuanto a materia de higiene, solicitó implementar protocolos locales de prevención de infecciones de hemodiálisis, normas de bioseguridad y protocolos. Además, pidió capacitar al personal en materias de manejo de residuos de establecimientos de atención de salud.
El Hospital El Carmen señaló a CIPER que instalaron contenedores de residuos con tapa en la sala de hemodiálisis, implementaron protocolos locales para prevención de infecciones, bioseguridad y que se capacitó al personal en materia de manejo de residuos.
El hallazgo de medicamentos caducados en centros hospitalarios no es un hecho que se limite al Hospital del Carmen de Maipú. En 2024, la Contraloría General de la República (CGR) realizó seguimientos a cinco hospitales ubicados en cinco diferentes regiones del país por el mismo motivo: el Hospital de Carabineros (Hoscar) en la Región Metropolitana; el Hospital Naval de Punta Arenas en la Región de Magallanes; el Hospital de Diego de Almagro en la Región de Atacama; el Hospital de Lolol en la Región de O’Higgins y el Hospital de San Javier en la Región del Maule.
En noviembre de 2024, según Contraloría, se detectaron medicamentos vencidos y almacenados en bolsas, dentro de la oficina de la jefatura de la unidad de farmacia del Hoscar. El ente fiscalizador solicitó su retiro y la destrucción de los medicamentos caducos.
En septiembre del mismo año, se verificó que existían medicamentos expirados al interior de la oficina del químico farmacéutico del Hospital Naval Cirujano Guzmán de Punta Arenas. En la revisión de ese recinto, se detectó que “la bodega de farmacia, de tópicos y de venta con atención a público, no contaban con un lugar de acopio específico para el resguardo de los productos vencidos, previo al retiro de éstos para su eliminación”.
En julio de 2024, la Contraloría realizó un seguimiento al Hospital Florencio Vargas Días de Diego de Almagro. Porque casi un año antes, el organismo había detectado 33.758 unidades de fármacos caducados en el área de farmacia de la unidad de coordinación clínica, por lo que el hospital debía informar a la CGR sobre la gestión de eliminación de estos productos. Después de nueve meses de ese hallazgo, Contraloría explicó en su informe de seguimiento que, hasta julio 2024, la respuesta a esa observación “fue omitida por esa entidad hospitalaria”, por lo que insistió en el punto.
También en julio de 2024, la CGR también realizó un seguimiento al Hospital de Lolol (Región de O´Higgins). Esto, tras haber encontrado en 2023 que en el área de farmacia del recinto había una caja con medicamentos vencidos. En total eran 10.865 unidades asociadas a cinco tipos de fármacos, algunos de ellos caducados desde 2021. Entre estos, se encontró una unidad de morfina de 10 mg/ml vencida en abril de 2022. Si bien el hospital eliminó la caja que contenía todos esos fármacos, no registró la autorización de destrucción de la unidad de morfina, por lo que Contraloría solicitó aclarar la situación.
En abril de 2024, el Hospital de San Javier (Región del Maule) fue fiscalizado por la Contraloría regional, entidad que verificó que en el recinto se mantenían fármacos vencidos en la bodega del área de farmacia, espacio que además no contaba con protecciones en sus ventanas. Esta situación, expone a un eventual riesgo de sustracción de productos susceptibles de ser consumidos en forma ilícita.