La necesidad de abordar eficazmente la violencia contra la mujer
07.03.2025
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07.03.2025
Señor Director:
En el año 2023, el 49,7% de la población mundial correspondía a mujeres, es decir, más de 4 mil millones de personas. La Organización Mundial de la Salud estima que 1 de cada 3 mujeres mayores de 15 años ha experimentado violencia física o sexual, lo que equivale a más de 1,3 mil millones de mujeres en el mundo, es decir, más del 16% de la población global. En Chile, las cifras reflejan una realidad similar. A pesar de los avances sociales y económicos que han posicionado al país como un referente en la región, la violencia contra la mujer persiste en distintos ámbitos, tanto privados como públicos.
En los últimos años, hemos sido testigos de importantes reformas legales, como la tipificación del femicidio en el Código Penal y la creación de centros de apoyo para sobrevivientes en todas las regiones del país. Sin embargo, las estadísticas muestran que diversas formas de violencia continúan afectando a miles de mujeres, dejando secuelas profundas en ellas y en su entorno.
Es fundamental comprender la multidimensionalidad de la violencia de género y visibilizar cada una de sus manifestaciones. A lo largo de la historia y en distintos contextos culturales, la violencia contra las mujeres se ha justificado bajo la creencia de que los hombres tienen derecho a controlar su libertad y sus vidas, una noción de superioridad arraigada tanto en lo consciente como en lo inconsciente. Si bien los avances normativos representan un paso adelante, es imperativo fortalecer las protecciones legales, mejorar los sistemas de apoyo, impulsar campañas educativas, promover iniciativas de empoderamiento económico y fortalecer la recopilación de datos y la investigación en esta materia.
Para lograr avances sustanciales en la erradicación de la violencia contra la mujer, es indispensable que estas medidas cuenten con el presupuesto adecuado para su correcta implementación. Además, la aplicación de las leyes debe ser integral y efectiva, reconociendo la interrelación entre los distintos tipos de violencia. Avanzar hacia la equidad implica esfuerzos públicos y privados, abandonar la posición de comodidad que tenemos como sociedad e invertir en políticas que apoyen la erradicación de la violencia contra la mujer, para las mujeres del pasado, las del presente y las del futuro.