A propósito de la expulsión “de lo distinto” en Estados Unidos
03.02.2025
Hoy nuestra principal fuente de financiamiento son nuestros socios. ¡ÚNETE a la Comunidad +CIPER!
03.02.2025
Señor Director
En la tradición filosófica occidental, desde Hobbes a Bataille, pasando por Rousseau, Kant y Heidegger, la cuestión comunidad, el entre de los seres que refiere Hannah Arendt, no sólo ha sido un objeto de reflexión fundamental, sino que constituye, todavía un asunto de compleja resolución.
Ni comunidad ni inmunidad nos dice Roberto Espósito, ambas se implican mutuamente. El vínculo social no es algo que pertenezca a los sujetos, es la existencia compartida en la que conviven múltiples identidades.
En ese sentido, las expulsiones masivas, la declaración de estado de emergencia e invasión, la militarización de la frontera, entre otras medidas de Donald Trump no sólo afectan gravemente los derechos de miles de personas que buscan asilo y pone en riesgo sus vidas, sino que atenta contra la civilización, contra los años de historia que han producido una gramática de lo común, una razón pública.
Sin duda, las imágenes de las deportaciones recientes nos recuerdan los trenes del Deutsche Reichsbahn nazi, los cuales tenían el propósito de concretar el exilio forzado del pueblo judío y nos demuestra que tanto el estado que produce migraciones masivas como el estado que las expulsa ejercen formas de racismo, que a la larga atentan contra sí mismos.
La expulsión de lo distinto, de acuerdo con el filósofo surcoreano Byung-Chul Han, atenta contra todos, incluyendo a quienes la promueven, al erosionar lo único que enlaza a la sociedad, esto es, la capacidad de escuchar y ser sensibles a los otros.