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Comentarios (7)

Claudio Donaire | 02.02.2025
Desde su primera frase es evidente que la autora de la columna está “defendiendo el bolsillo” y cuando escribe “o si es más relevante el compromiso social y ciudadano,” cambia el referente para ponerlo en los objetivos políticos en los cuales trabaja decididamente. Ahora, qué decir de “Hay evidencia que respalda cada uno de los enfoques.” Como si fuera una dificultad encontrar estilos pedagógicos para cualquier argumento; con el rigor académico que logra la enseñanza universitaria cuando persigue objetivos políticos –que parece justifican cualquier cosa. No cabe duda que se está jugando el rol que les corresponde en el entramado que se despliega en el MODELO EDUCACIONAL VIGENTE. (MEV), en el cual (desde los 90), opera la política educativa en todos los planos de la gobernanza, incluyendo la FID (Formación Inicial Docente), por cierto. Parece de gran valor (hasta humanitario diría yo), el tratar de enmendar aquello comprometido que no se cumplió cuando los escolares -que ahora tratan de cautivar con un dulce-, cursaban sus primeros años de escolaridad y no sus primeros años de educación. Introducir espesas nubes de humo desde el inicio de la era del reformismo permanente, ha sido una estrategia cotidiana que debe alejar permanentemente la mirada de la escuela, ya que es ella el centro gravitante que ha movilizado treinta y tantos años de afán por cambiarla y hoy ya está volcada a la comunidad –¿se han dado cuenta de esta transformación? Antes era la sociedad, pero ésta quedaba muy lejos de los objetivos político-ideológicos que se siguen persiguiendo y ya la escuela se encuentra sirviendo a las comunidades educacionales, bajo los objetivos de la NEP. No cabe duda que se ha venido cambiando el lenguaje para convertirlo en realidad y ya de la escuela para nuestros hijos está quedando muy poco. Por eso, decir “o si es más relevante el compromiso social y ciudadano”, ¿se refiere a la pedagogía cuando está operando en la escolaridad, o para cuando los alumnos se hayan convertido en ciudadanos productivos?; la verdadera temporalidad de los fenómenos involucrados sigue siendo su talón de Aquiles. Esto ya no es un eufemismo, ya que pasa a ser una verdadera paradoja: “Las pedagogías ya son a esta alturas [...] las carreras más reguladas del sistema educativo superior chileno” Esto solo quiere decir que hay que hacer todos los esfuerzos posibles por tratar de seguir ocultando los fracasos, es decir, todo lo que no se cumplió de los objetivos curriculares comprometidos hay que tratar de borrarlos de la realidad, lo que es imposible, por cierto. Está bien que se recuerde “el valor social de la educación” pero si se piensa eso profesionalmente y no políticamente; pronto nos daremos cuenta que “la escolaridad” debería tener su propia entidad valorada en la justicia que debe hacer a nuestros hijos en la escuela. Al poner “el nuevo contexto en que está la escuela chilena post pandemia”, ¿cómo puede evitarse la “cierta tristeza o sin sentido de algunos jóvenes respecto de estudios prolongados”?; se puede hacer eso ahora que ya ocurrió hace tanto tiempo? Hora, no es difícil concluir que la fragilidad de la “evidencia educacional” no tiene mucha credibilidad, a no ser que se tengan intereses político-ideologizados. Ya es tiempo de preguntarse rigorosamente (en el decir de Ortega), si es posible ahora (atendiendo la temporalidad), “revisar rigurosa y creativamente, más allá de modelos rígidos, la complejidad de lo que significa formarse como profesora y profesor, los desafíos de una formación de calidad y la necesidad que tiene el país de atraer a más jóvenes a esta hermosa carrera.” De hecho, aunque se ponga todo el rigor conocido y toda la creatividad demostrada, si las pedagogías no son capaces de cambiar el referente de la educación a la escolaridad, solo pueden continuarán cubriendo lo esencial que define el tipo de pedagogía altamente especializada (profesionalmente), que necesitan nuestros hijos en sus escuelas.
Natalia | 22.01.2025
Un pequeño ejemplo: ¿Por qué la carrera de pedagogía está sobre regulada y la de medicina, no? ¿Cuál es la razón entre la diferencia del proceso de ingreso y requisitos para postular a medicina y a pedagogía? Primera hipótesis: Un profesor (y todo el sistema que lo involucra y del cual depende estrechamente) a lo largo de su carrera profesional (no autónoma por sé) -de manera radical e implícita- colabora profundamente, entre otros aspectos, en el despliegue de cualidades que hacen al ser humano, humano (y no un animal) al servicio potencial del desarrollo de talentos, de creatividad y de autoconocimiento sobre intereses que un joven posee en la vida. En términos generales un "mal" profesor podría achatar el sano depliegue anímico de un niño, cuando su proceder es sistemáticamente precario o negligente. En otras palabras, se podría decir que un profesor (y todo el sistema escolar del que depende) es responsable de la "salud" de un pensar, de un sentir y de una voluntad del niño, toda vez que su práctica pedagógica acompaña a parir una imagen de ser humano limitada o no. Por todo lo anterior expuesto, la labor de un profesor es de un tenor radical en el desarrollo de un pueblo y sus habitantes desde la perspectiva esencialmente humana con toda la complejidad que ello implica. Segunda hipótesis: Un médico a lo largo de su carrera profesional (con una fuerte impronta de autonomía) a la luz de del paradigma actual de formación se centra en quitar síntomas de una persona enferma, cuya implicancia podría llevar a un consultante a la muerte física. Simplificando ambas hipótesis, podría decir: Un profesor es a la salud anímica de un ser humano; como un médico, a la salud física de un ser humano. En ambos casos se trata de conocer, observar y estudiar una antropología del ser humano con todas sus vertientes y complejidades a la luz de la época. Si se considera este nivel de trascendencia en la labor de ambas profesiones: ¿por qué hay una diferencia de un abismo entre lo que gana un profesor y un médico, en Chile? ¿por qué hay una diferencia en el prestigio social? Yo cuando empecé a trabajar el año 2008 en un colegio municipal hice un ejercicio extremamente ridículo: dividí el total de mi sueldo liquido por cantidad de niños y no percibía ni 200 pesos. Mientras que un médico por la atención de un paciente en aprox. 30 minutos ¿cuánto gana promedio? Me parece ridículo que se siga hablando de vocación social para ser profesor. Ser profesor, no es ser apostol (incluso sabiendo que hay profesores como médicos buenos y malos en todos lados). El fenómeno es múltiple y lo que plantea la rectora está fuera de la actualidad (Eso sí preocupa). El punto es que las universidades no quieren ni pueden perder su negocio, pues se autofinancian. Y si ya está desvalorado ser profesor claramente si se suben los requisitos, nadie estará dispuesto a estudiarlo. Ese es el dilema de las unicersidades; no otro, por ahora. El tema es mucho más de fondo y complejo. Y yo me permití con mi comentario solo ampliar un poco más la mirada. Con esto no quiero decir que sea un factor solo lo que hoy ganan los profesores, sino también su prestigio y su nivel de autonomía en el ámbito profesional. Habría que hacer una restrospectiva de la politica pública fuera de intereses de mercado y quizás desde esa perspectiva se pueda poner un poco de luz a esta crisis.
maria villela | 22.01.2025
Se entiende perfectamente la preocupacion de la Rectora, y concuerdo con ella en que aumentar los requerimientos para ingresar a Pedagogia no debe pasar necesariamente por el rendimiento en la prueba de seleccion: tiene mudha razon en que, existiendo un real interes por desarrollar la profesion docente, los alumnos con menor puntaje alcanzan a sus compañeros en segundo o tercer año. Pero si parece necesario realizar pruebas especiales, para determinar las habilidades necesarias para educar, y subre todo, medir el verdadero interes por convertirse en educador. La ezperiencia personal y como apoderada me permite decir con propiedad, que hay muchos profesores que optaron por esa carrera al no ser elegidos para la que realmente deseaban, lo que los convierte en profesores "a la fuerza" , con importante nivel de frustracion que transmiten a sus alumnos. Hay que evitar esto a toda costa.
ULISES | 21.01.2025
Interesante el articulo y también los comentarios pero me gustaría agregar; el marco laboral en el que nos desenvolvemos los docentes. El modelo de educación de la dictadura es un modelo de lucro, no pensado para educar , ni cultivar vocaciones ni mostrar horizontes sino mas bien para enriquecer de capital a un privado a través de la farsa de la asistencia de los alumnos. Los que hemos trabajado en el sistema educativo, sabemos que los equipos directivos son de confianza del sostenedor, que un profesor por muy bueno que sea sus métodos sino le cae bien al sostenedor se va, da lo mismo lo que digan los apoderados, los alumnos o los colegas, que si un alumno no aprendió y reprueba los directivos le cambian las notas y lo dejan pasar. El sostenedor va de vacaciones a Europa, invierno y verano y el profesor no llega , con su sueldo a fin de mes, muchos docentes juegan a hacer "La polla" a fin de tener un extra de dinero en algún mes del año, porque el sueldo no llega a fin de mes. Ni mencionar el organizarse con sindicatos te echan altiro. Todas las reformas que se hacen siempre buscan ordenar la inversión del estado en los colegios particulares subvencionados. ningún docente puede realizar practicas pedagógicas serias con 45 alumnos en la sala de paupérrima en su condición ya que en muchos casos los sostenedores incluyendo los municipios no van a invertir el capital en mejorar condiciones. Es para la risa que hoy descubran a que a los alumnos no les interesa ser un profesional que se empobrecerá, enfermara psíquicamente, sufrirá maltrato por parte de sostenedores, apoderados y alumnos, deberá rendir pruebas punitivas y de alta exigencia y que por mucho que tenga dos meses de vacaciones o mas al año siempre estará pobre, sin poder organizarse aislado. No, los alumnos no le ven el futuro que las autoridades tratan de maquillar y de vender.
Javier Stuardo Cereceda | 19.01.2025
Siempre agradecido de contar con información veraz y verídica. Faltó, por lo menos en algún segmento del escrito, el vocablo "vocación", palabra de significado profundo y que envuelve la esencia del principio de enseñar. El descubrimiento y práctica de la vocación en esta rama, por su incuestionable verdad, ahorraría todo este sistema de control, selección y regulación; dando lugar a la simplicidad de la profundidad de las aulas y la algarabía de los recreos. Soy un hombre ya mayor, pero desde mi venta aun el horizonte es eterno. Entonces me pregunto, si puedo aún prepararme para enseñar. ¿Me aceptarán, en mi condición, en alguna Universidad o lugar donde pueda aprender para enseñar?
Hernán Peredo López | 18.01.2025 | Socio/a 3 años y 2 meses
El verdadero debate es discutir honestamente el "supermercado de la educación" impuesto por la dictadura, que ningun gobierno posterior a ella ha tenido la entereza moral de discutir a fondo y sólo se han atrevido a algunos maquillajes intrascendentes. El modelo impuesto nos mantiene con 509 instituciones formadoras de profesores de acuerdo a un informe de la CNA, buena parte de ellas sin acreditación o acreditaciones básicas que no garantizan que los formadores de profesores nacionales sean de calidad internacional y ello ha incidido en la mala calidad de los profesores formados, demostrada por informes OCDE. Agreguemos a lo anterior que no todas las universidades que dicen serlo en el país, lo son de acuerdo a estandares internacionales. Paises como Australia con universidades de reconocido prestigio internacional tiene sólo trece carreras formadoras de profesores de calidad, para una población de 27 millones de habitantes, lo que no es comparable con Chile
Juan González Muñoz | 18.01.2025
Buen artículo, buenos argumentos. Pero, falta un par que, por mi experiencia con más de 50 años en docencia y docencia directiva, considero fundamental para mejorar la educación. Una, establecer realmente un Sistema de Educación que defina el horizonte de sentido de la educación en el pais . La otra, la necesidad de formar directivos que no sean "tapones por el poder", impidiendo el desarrollo de verdaderos profesionales de la educación. La última investigación de Educar Chile lo confirma: malos directivos alejan de la educación a buenos profesores.
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