En abril de 2023, Mega despidió a Paulina de Allende-Salazar porque, por error, llamó “paco” a un carabinero asesinado. Casi dos años después, la justicia -en un fallo de primera instancia- ha dictaminado que su finiquito fue improcedente, que vulneró sus garantías constitucionales, que no se protegió su honra y que el canal afectó el derecho a la libertad de información y expresión. En la sentencia se establecieron medidas reparatorias en favor de la periodista y de todos los profesionales del canal que, en adelante, cometan un error en pantalla. Paulina de Allende-Salazar calificó la resolución como un avance en la defensa del ejercicio del periodismo. El canal deberá pagar $243 millones a la periodista por una cláusula de su contrato laboral aplicable en caso de despido anticipado y otros $20 millones por daño extrapatrimonial, al haber afectado su imagen. Mega puede apelar a la resolución.
El pasado 2 de enero, el Primer Juzgado de Letras de Santiago condenó a Megamedia a pedir disculpas públicas a la periodista Paulina de Allende-Salazar, despedida del canal el 6 de abril de 2023 luego de que, durante un despacho televisivo, llamara por error “paco” a un carabinero asesinado.
La periodista demandó a Megamedia S.A el 14 de junio de 2023, alegando que su despido fue injustificado y que se “vulneró sus derechos fundamentales, particularmente atentatorio a su garantía de protección a la dignidad, el derecho a la honra, a la libertad de emitir opinión sin censura previa y su libertad de trabajo”.
Tras más de un año y medio de controversia, el tribunal falló a favor de la exempleada del canal controlado por Carlos Heller y declaró que en su despido se vulneraron “abiertamente” garantías constitucionales, particularmente la de protección a la honra de la afectada y la libertad de información (vea aquí el documento del tribunal). La sentencia es de primera instancia, por lo que Megamedia podría apelar.
Entre las medidas reparatorias que estableció la justicia, se especificó que las disculpas públicas del canal deberán ser leída por los conductores del matinal Mucho Gusto y replicada por diversas plataformas del holding de comunicación:
“Que se condene a la demandada a emitir una disculpa pública redactada por ella: a) en el programa Mucho Gusto, por la vulneración de su honra, por la vulneración de su libertad de emitir opinión e informar sin censura, la que deberá ser leída por sus conductores, transmitida y replicada por los mismos medios y plataformas de Megamedia en que la vulneró con sus comunicados, y en el mismo horario que se emitió el primer comunicado (12:00hrs); dentro de un plazo que no podrá exceder los 3 meses de finalizado el presente juicio”.
Contactada por CIPER, de Allende-Salazar valoró estas medidas y destacó la importancia de que el tribunal corroborara que en su despido se afectó el derecho a la libertad de expresión: “Fue un proceso muy largo en tribunales, en el que Mega recusó en varias instancias, dilatando y haciendo muy cansadora esta experiencia. Sin embargo, valió la pena, porque en la sentencia se establecen, a mi juicio, elementos inéditos, como por ejemplo que Mega deba emitir una disculpa pública por la vulneración de mi honra, por la libertad de emitir opinión y de informar sin censura. Eso es importante para el ejercicio profesional de los periodistas, porque muchos profesionales se sintieron amedrentados por lo que me pasó”.
Como segunda medida reparatoria, el tribunal decretó que los periodistas y los cargos gerenciales de la estación deberán recibir una capacitación por parte del Colegio de Periodistas, centrada en los Derechos Fundamentales del Trabajo, Libertad de Expresión y Ética Periodística. La asistencia a este curso deberá ser presencial.
Por último, el Primer Juzgado de Letras tomó el caso de de Allende-Salazar como un antecedente para que, de ahora en adelante, el departamento de prensa de Mega establezca un procedimiento para que sus periodistas puedan hacer correcciones o rectificaciones en pantalla si cometen errores comunicaciones o en despachos en vivo.
“No tengo memoria de que la justicia haya establecido que un medio de comunicación deba tomar cursos como los mencionados en la sentencia, o de que estableciera mecanismos para que los periodistas puedan corregir o rectificar en pantalla si cometen un error. Por eso, fue muy importante haber hecho este esfuerzo. Además, el tribunal determinó que, si se comete este tipo de errores, los periodistas tendrán derecho a ser oídos. A mí no se me oyó antes de que el canal emitiera el primer comunicado. Esto es muy reivindicativo”, concluyó la periodista.
En la sentencia concede además a la periodista, que se haga efectivo el pago de una cláusula convencional de su contrato laboral, aplicable en caso de que la empresa haya invocado las causas contenidas en el artículo 161 del Código del Trabajo, sobre “necesidad de la empresa”. Ese pago, determinó el tribunal, asciende a $243 millones. Esa suma, explicó Paulina de Allende Salazar, “corresponde a una cláusula especial de indemnización por término anticipado de contrato. Dado que el despido fue injustificado, se condenó a Mega a respetar esa cláusula”.
Además, el fallo establece que la profesional debe ser compensada con otros $20 millones por daño extrapatrimonial, debido a la afectación de su imagen que provocó la acción de la empresa.