Sistema político y democracia

Señor Director:

Cuando se trata de buscar soluciones para las ineficiencias de nuestro sistema político, hay una pregunta que parece trivial pero no está libre de controversia: ¿Cuál es el propósito de la democracia?

Si creemos que ésta consiste en una expresión de la voluntad popular, la reforma presentada recientemente es de toda necesidad: permitiría destrabar el proceso legislativo para que la voz de la ciudadanía se materialice en las leyes y reformas que el país demanda.

Si creemos, por el contrario, que la democracia es el guardián de las libertades individuales y debe proveer herramientas para destituir malos políticos y detener proyectos dañinos, esta reforma representa un retroceso, ya que limita la competencia en las elecciones y protege a quienes ostentan el poder.

Llegamos así a la antigua lucha ideológica entre la tradición británica y la de Europa continental. ¿Queremos un sistema colectivista como el que impera en los países europeos, o uno que ponga al individuo por sobre el estado, como es el caso de los países de la angloesfera?