La minería para la transición energética: un llamado urgente a la CIDH por justicia socioambiental
22.11.2024
Hoy nuestra principal fuente de financiamiento son nuestros socios. ¡ÚNETE a la Comunidad +CIPER!
22.11.2024
Señor Director:
El pasado 15 de noviembre, diversas organizaciones y comunidades indígenas de América Latina se presentaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para exponer una inquietante paradoja: los esfuerzos por combatir la crisis climática, a través de la transición energética, están generando nuevas vulneraciones a los derechos humanos y daños irreparables a ecosistemas vitales.
La extracción de minerales esenciales para energías renovables —como litio, cobre y cobalto— se ha convertido en un foco de disputas geopolíticas, poniendo a la región en el centro de una demanda global que podría cuadriplicarse para 2040. Esta presión minera amenaza los derechos de comunidades indígenas y campesinas, así como ecosistemas frágiles, según relataron representantes de Chile, Bolivia, Argentina y Colombia en la audiencia pública.
Destacan casos alarmantes como la extracción de litio en los salares del «triángulo del litio», que destruyen fuentes de agua dulce esenciales para la vida, o los daños irreversibles en el Salar del Hombre Muerto en Argentina. Estos relatos no solo denuncian el impacto ambiental, sino también la falta de consulta previa y respeto por los territorios ancestrales, como lo indicó Lady Sandón del Consejo de Pueblos Atacameños en Chile.
En este contexto, los solicitantes instaron a la CIDH a exigir a los Estados medidas urgentes para garantizar que la transición energética no se construya sobre una nueva ola de injusticias. Entre sus propuestas están la creación de zonas intangibles libres de minería, la garantía de derechos al agua y al ambiente sano, y la implementación de marcos normativos más estrictos para prevenir abusos.
Es esencial que esta transición sea no solo ecológica, sino también ética y justa, colocando los derechos humanos y la protección de la biodiversidad en el centro de las políticas globales. América Latina no puede seguir siendo sacrificada bajo la promesa de un futuro sostenible que ignora las demandas de quienes más sufren las consecuencias del extractivismo.