CARTAS Corrupción fiscal y evasión tributaria: faltan los contadores
24.10.2024
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24.10.2024
Señor Director:
En los últimos 10 años, hemos presenciado numerosos casos de corrupción fiscal y evasión de impuestos. Durante este periodo, diversos actores —abogados, ingenieros comerciales y periodistas— han debatido y opinado sobre estos delitos en el ámbito público. Sin embargo, los grandes ausentes en estos debates hemos sido los contadores, quienes por normativa legal tenemos la potestad de firmar balances y verificar la veracidad de la información que recibimos. Además, somos los responsables de gestionar y declarar los tributos. No obstante, nuestra profesión ha quedado relegada en muchos casos a ser vista como “un mal necesario”, lo que ha fomentado malas prácticas como la “contabilidad creativa” o el “maquillaje de balances”.
Estas prácticas perjudican en primera instancia a los contribuyentes, que al no dar la debida importancia a su gestión contable y tributaria, terminan con contabilidades poco confiables para la toma de decisiones. Esto, a su vez, fomenta la desorganización en las empresas y puede desencadenar graves problemas financieros y tributarios. Desde la perspectiva fiscalizadora, también complica la detección de delitos de elusión o evasión de impuestos.
No obstante, no quiero atribuir toda la responsabilidad a los contribuyentes por la falta de conciencia sobre la importancia de nuestra profesión, ni a nosotros mismos como contadores por permitir que estas malas prácticas se expandan. Otros grandes ausentes en esta discusión son el Colegio de Contadores y el Congreso Nacional. Aunque el Colegio no ha permanecido completamente al margen, se ha vuelto cada vez más distante de los mismos profesionales que representa, sin ajustarse al nivel de exigencias que la profesión demanda hoy en día. Problemas críticos, como la obligatoriedad de presentar contabilidad bajo estándares internacionales desde 2013, han sido ignorados por la falta de fiscalización. Además, se ha quedado rezagado en temas como la digitalización y el apoyo a los contadores.
Por otro lado, el Congreso Nacional, al abordar los casos de corrupción, se ha enfocado casi exclusivamente en la parte tributaria, sin prestar la debida atención a la contabilidad, que es el cimiento sobre el que se sustenta todo. Quiero creer que esto se debe a un desconocimiento de su relevancia.
Finalmente, extiendo una invitación a todos los actores involucrados para que reflexionemos sobre la importancia de poner a los contadores en el centro del debate. La mejora en la gestión contable y la transparencia no solo beneficia a las empresas, sino que impacta de manera significativa en el desarrollo económico del país. Elevemos el estándar y trabajemos juntos para resolver estos problemas de fondo.