CARTAS Ser mujer en Chile: el caso Monsalve
23.10.2024
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23.10.2024
Señor Director:
Históricamente el papel de la mujer en este país se ha relegado a los espacios de invisibilidad donde su rol fundamental es ser madre, dueña de casa, empleada, hija de, cuidadora y muchos “oficios” ligados a las actividades domésticas.
Hoy en día, en pleno siglo XXI la imagen no ha cambiado, si bien se han logrados avances significativos, ahora somos madres trabajadoras sin garantías ni respaldo de la institución ante eventuales percances que se originan al tener hijos, la carga es más pesada y la famosa 21.645 que tiene relación con la Protección a la Paternidad y Vida Familiar, que entró en vigencia el día 29 de enero del presente año, queda a criterio de las jefaturas según su subjetividad de los hechos. Bajo esa misma mirada de los acontecimientos, el hombre por su parte es ante todo trabajador, proveedor, hijo, inteligente, no se le cuestionan sus salidas, no se le cuestionan sus obligaciones ni tampoco sus deberes, es mal vista su preocupación como responsable y presente.
La exposición mediática del caso Monsalve, no ha hecho más que reforzar el primer párrafo para decir con más fuerza que en este país es difícil ser mujer en todos los sentidos, desde la enseñanza en los colegios, la carrera que elijas, el tipo de deporte que te guste o practiques, las oportunidades en la vida laboral y posibilidades de escalar profesionalmente. Eso es lo que viven las mujeres diariamente, sobre todo si no perteneces a un partido político, sin ser parte de los grupos de poder, sin influencias, lo cual te expone al escrutinio público, donde rápidamente el victimario pasa a ser víctima.
Es un horror imaginarse cuántas mujeres no denuncian porque se enfrentan a este juicio público donde rápidamente la sociedad tanto hombres y mujeres defienden al victimario por ser hombre, por ocupar un cargo importante, por ser tu jefe, por ser un ídolo del fútbol. No estamos hablando de izquierda y derecha, no se trata de pertenecer a un partido político, es un tema a nivel país que trasciende lo político, es una raíz cultural y social propia de la idiosincrasia chilena que hay que cambiar. No basta con ser joven, profesional, trabajadora, madre, casada, soltera, los medios y las leyes te siguen viendo como un objeto al cual puedes vulnerar, donde tu relato, experiencia traumática pierde total validez y credibilidad sólo por ser mujer.
Cuánto nos falta como sociedad y país para entregarles a nuestras niñas, mujeres del futuro, el máximo respeto, protección, seguridad, garantías y todas las herramientas necesarias para desarrollarse en una sociedad justa e igualitaria en todo su esplendor.
#elpiscosournoviola