CARTAS: Matinales de TV y pensamiento crítico
02.07.2024
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02.07.2024
Señor director: En Chile, el pensamiento surgido en la escuela y el pensamiento crítico no suelen ir de la mano. Estamos inmersos en la sociedad de la inmediatez, donde la televisión busca hoy competir de alguna manera con las plataformas digitales. En su afán de satisfacer, la programación matutina se centra en temas judiciales e internacionales, poniendo el foco en el morbo y ofreciendo al espectador nulo espacio para la capacidad crítica. Se vuelve, así, una experiencia reduccionista de la realidad, donde todo lleva a una simple opinión de “me gusta” o no; “estoy de acuerdo” o no. Los matinales son espacios de cinco horas promedio de duración, y allí se juega una verdadera guerra por captar la atención de los pocos televidentes activos. Esto puede provocar un daño significativo, debido a que el individuo se alinea con el opinante de turno, el titular tendencioso o la nota de prensa más impactante.
A pesar de la reconocible crisis de la TV, quienes lideran los programas matutinos se han vuelto verdaderos líderes de opinión, siendo cada vez más influyentes en redes sociales, inclusos para quienes no consumen el contenido diario, su posicionamiento y el interés hacia sus comentarios cada vez más mediáticos trascienden las barreras hacia lo digital y se vuelven foco de interés popular.
Los matinales son espacios híbridos de un concepto extraño que busca abarcar los intereses más globales del país. Pese a sus intenciones, perjudican la esencia misma del análisis crítico de la ciudadanía. Verlos es gratificante en estímulos, valida la opinión de la masa proponiendo una suerte de alineación del pensamiento respecto a temas específicos. Pero para ser realmente beneficiosos debieran aportar al pensamiento reflexivo, reevaluar contenidos o la forma en que estos se entregan al aire para poder brindar un espacio de realidad efectivo, donde sea posible filtrar la información y no esa suerte de método morboso de ensayo y error, donde se pone el énfasis en el impacto mediático por sobre la depuración de la información.