CARTAS: Sobre el nuevo proceso de actualización curricular

Señor director: El Ministerio de Educación presentó hace algunos días la nueva propuesta de actualización curricular desde 1° Básico a 2° Medio, considerando la demanda de un cambio curricular efectivo, además de las conclusiones del congreso curricular desarrollado el 2023 (el cual contempló la participación de distintos actores de la sociedad y el campo educativo). Esta construcción curricular problematiza los desafíos de aprendizaje de una nueva sociedad, cambiante y en desarrollo. Abre preguntas sobre qué se aprende, con qué propósitos, cómo se integran saberes y la progresión de estos. En este contexto, la ciudadanía debería tener a la vista en esta consulta, al menos, cuatro líneas de desarrollo sobre los aprendizajes que pretende propiciar este documento curricular.

Primero, atender el qué y para qué aprender cada disciplina y saber. Es decir, se debería ponderar el sentido y contribución de esos aprendizajes fuera de la institución escolar, pues está en juego el aporte específico de ciertos saberes en las trayectorias educativas de niños, niñas y adolescentes que habitan esta nueva sociedad del conocimiento.

Segundo, la línea de la progresión de aprendizajes, más cuando esta actualización recupera como principio la secuencia y avance en cada uno de los niveles educativos. Es decir, cautelar la relación con lo que se aprende en determinado curso y su contribución para el siguiente grado, o bien los desafíos del desarrollo de habilidades complejas y su progresión entre un nivel y otro, velando por una consolidación efectiva.

Por otro lado, la integralidad del currículum y relevar las disciplinas que han estado marginadas o valorizadas solo para ciertos sectores sociales. Me refiero a las artes, la música, la actividad física y el bienestar socioemocional, claves para los aprendizajes y desarrollo dentro del espacio escolar.

Por último, la integración de aprendizajes. En este sentido, sabemos que históricamente ciertas prácticas y habilidades han estado ceñidas a determinadas asignaturas. Por ejemplo, leer, escribir y comunicarse, han sido alojados en Lenguaje y Comunicación, pese a entenderse como habilidades transversales que nos permiten aprender sobre Ciencia, Historia, Artes, etc. Por lo tanto, cabe preguntarse cómo los saberes que se alojan en ciertos subsectores de aprendizaje se integran con otras disciplinas para aprender y saber más sobre esta sociedad y sus desafíos hacia el futuro.

Sin más, el cambio curricular es una oportunidad para pensar una nueva sociedad. Y, en este sentido, el llamado que debemos hacer todos quienes trabajamos en educación es la urgencia del cambio basado en aprendizajes pertinentes, secuenciados y con foco en la contribución para esta sociedad que está en desarrollo y anhela cambios. Debemos participar de este espacio de consulta, reflexionar y opinar críticamente sobre lo que se pretende instalar en el currículum, siendo sinceros que no todo tendrá lugar allí, sino que se debe priorizar y velar por la contribución efectiva de aprendizajes, cautelando el sentido de justicia y mayores oportunidades para que niños, niñas y adolescentes puedan aprender, saber más y hacerse infinitas preguntas.