CARTAS: El valor de las Humanidades

Señor director: A propósito del intercambio de opiniones que han suscitado los cuestionamientos del economista Sebastián Edwards sobre el apoyo que se ofrece a las humanidades en Chile, quisiera reflexionar sobre la pobre comprensión que se posee de su sentido último. En efecto, las Humanidades no son necesariamente útiles, pero no significa que no sean valiosas. Sin ellas, el quehacer humano y social se reduciría a la acción de autómatas incapaces de apreciar su entorno, de empatizar, de criticar (en el más profundo sentido de la palabra), de crear, de distinguir entre el bien y el mal o de aspirar a ideales superiores. Históricamente, son las Humanidades las que han dado vida a la escuela y la universidad y han sustentado una educación que, sin ellas, se reduciría a mera formación técnica.

Quizás, quienes nos abocamos a ellas tenemos parte de la responsabilidad en su menosprecio o incomprensión, al limitarlas a un quehacer erudito; a veces, desconectado en apariencia de los problemas del presente. Ante esto, tenemos el desafío de demostrar que hay problemas que atraviesan a la humanidad, que no pueden ser abordados en plenitud si no es desde enfoques humanistas. Pero las Humanidades han comenzado a renovarse con perspectiva de futuro. Hoy se habla de humanidades públicas y aplicadas, revalidando sus sentidos para conectar con la sociedad actual. No se trata de cortar los apoyos que reciben, sino de incentivar esas conexiones porque, contrario a lo que Edwards ha indicado, no es que ellas no tengan futuro, sino que la sociedad no tendría futuro sin las áreas intelectuales que le dan humanidad.