CARTAS: Elecciones municipales: ¿rostros famosos o líderes competentes?

Estimado director: Me permito dirigirme a usted para expresar mi preocupación respecto a las elecciones  municipales que se acercan este año 2024, también quiero abordar y vincular lo que respecta a la experiencia laboral en el sector público. Al visitar el sitio web de empleos públicos, es  evidente que casi el 95% de las ofertas requieren este tipo de experiencia, lo cual representa  un obstáculo significativo para los recién egresados que buscan ingresar al ámbito público. Entiendo que se argumente que esta exigencia tiene como objetivo garantizar un correcto  servicio a la ciudadanía, pero me pregunto si este enfoque tecnocrático es realmente efectivo  a largo plazo. Los municipios, como entidades de gobierno local, cuentan con el alcalde y  los concejales como principales autoridades, elegidos por elecciones populares. Sin embargo, recientemente hemos observado casos como el de Horacio Saavedra y Katherine Salosny, figuras conocidas en otros ámbitos, que han postulado como alcaldes en comunas como  Maipú y Algarrobo respectivamente. También es inevitable mencionar el caso de la exalcaldesa de Maipú, Kathy Barriga, cuya gestión estuvo marcada por controversias y  problemas de mal uso de recursos públicos, DJ Méndez fue candidato alcalde por la comuna  de Valparaíso hace años atrás, y, por supuesto, no menos importante es el caso del cantante chileno que  fue parlamentario durante el periodo anterior, Florcita Motuda.

Estos ejemplos plantean la interrogante sobre si estas figuras públicas poseen las  competencias técnicas necesarias para ejercer cargos de máxima autoridad comunal. Aunque  puedan ser reconocidos y carismáticos, ¿realmente están preparados para liderar eficazmente  una comunidad? ¿Tiene sentido exigir que los candidatos a un concurso público posean  estudios, posgrados, experiencia y trayectoria, si al final el individuo que ocupa el cargo de  jefe o autoridad carece de las capacidades necesarias para tomar las decisiones cruciales?

Al respecto, es importante recordar la importancia del liderazgo en la administración pública.  Autores como Bass (1990) y Youlk (2002) definen el liderazgo como un proceso de  influencia para alcanzar objetivos compartidos, destacando la importancia de la capacidad  para estructurar situaciones, influir en las percepciones y motivaciones, y facilitar esfuerzos  individuales y colectivos. Si bien el liderazgo no se limita únicamente al conocimiento técnico, es fundamental que nuestras autoridades públicas sean capaces de manejar aspectos  técnicos para garantizar una gestión eficiente y responsable. Usted podrá afirmar que ellos  tienen un equipo asesor, un equipo jurídico, que no administran solos, pero le recuerdo que  las responsabilidades son individuales y no se delegan en el sector público, por lo tanto, ante  cualquier mala gestión es el alcalde, quien deberá rendir cuentas.

En conclusión, la simpatía, empatía y carisma son importantes en el ejercicio de cargos  públicos, pero no deben ser los únicos criterios de evaluación. Es imperativo que nuestras  autoridades cuenten con las competencias técnicas necesarias para enfrentar los  desafíos que implica la gestión pública. Como ciudadano, considero que es necesario que  nuestras autoridades municipales sean evaluadas en base a su capacidad técnica y ética, más  allá de su popularidad o reconocimiento mediático. No se gobierna solamente con buenas intenciones, con ser simpático, o simplemente por caer bien. Una vez dijo el célebre clérigo  católico, San Bernardo de Claraval: “El camino al infierno está empedrado de buenas  intenciones”.

Recordemos siempre que nuestras elecciones importan y que debemos exigir a nuestros  líderes el más alto nivel de integridad y capacidad para trabajar en pro del bien común.